Este año el Estado de México celebrará elecciones para renovar la gubernatura. Se trata de la elección más importante del año, ya que es antesala de los comicios presidenciales del 2018, por lo que expertos nacionales e internacionales consideran que los resultados de los comicios del 4 de junio aquí, podrían ser un parámetro para anticipar lo que ocurrirá el año entrante, en los comicios para elegir al relevo de Enrique Peña Nieto. Pero la elección también es importante por las cifras estratosféricas que se estarán manejando. Más de 3 millones de ciudadanos fueron elegidos al azar para integrar las Mesas Directivas de Casilla, aunque al final sólo un millón 300 mil ciudadanos estarán al frente de las urnas y el conteo de los votos.

Se mandarán imprimir más o menos, en cifras cerradas, un millón 250 mil boletas o papeletas.

Los recursos para organizar la elección también son históricos: más de 2 mil 300 millones es el presupuesto del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) y más de 380 millones de pesos adicionales aportará el Instituto Nacional Electoral (INE), a la organización y logística de los comicios más peleados del país en este momento.

El tope de gastos de campaña que fijó la autoridad electoral también es histórico: 285 millones 566 mil 771 mil pesos será lo que podrá gastar cada candidato a la gubernatura en recursos públicos (aportados por el gobierno) y hasta 258 millones 566 mil 770 pesos (es decir un peso menos) en financiamiento privado. Este financiamiento privado es el que puede recibir en donaciones o aportaciones de entes identificables y legales.

Lo anterior significa que cada aspirante en contienda, no podrá gastar más de 571 millones 133 mil 539 pesos para conquistar al electorado. Dichos recursos quizás sólo sea posible que los gaste el candidato oficial, difícilmente algún otro.