La violencia política “contra la mujer” en el Estado de México, ya será un delito en la entidad, y será sancionado con hasta dos años de prisión y hasta 300 días de multa, incluyendo sanciones contra fenómenos de la política mexicana como el de "las juanitas" o hasta acciones que se dan en el servicio público como el acoso sexual y hostigamiento en oficinas públicas, o el uso "electorero" de las mujeres en los comicios.
El nuevo tipo penal quedó establecido luego de que la legislatura aprobara por unanimidad de votos, nuevas reformas a la Ley para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las mujeres al Código Penal del Estado de México.
La violencia política contra la mujer, se incorpora así a los distintos tipos de violencia de género que ya se tipificaron en la entidad mexiquense, incluyendo la violencia en el noviazgo y la violencia obstétrica, modalidades recientemente reconocidas e incluidas en la normatividad mexiquense.
Las nuevas sanciones y modalidades de formas de violencia contra las mujeres a las cuales se les da reconocimiento, se derivan de una combinación de iniciativas enviadas por el ejecutivo estatal y las fracciones parlamentarias del PRD y el PAN.
De esta manera se incorporaron cambios al capítulo 5 del citado ordenamiento, estableciendo que la “violencia política” contra las mujeres, se considerara a las “acciones u omisiones o bien la tolerancia de las autoridades , basadas en elementos de género que tengan como finalidad menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos políticos en cualquier ámbito de participación o de las prerrogativas a un cargo público”.
Así las formas de violencia política contra las mexiquenses que serán ya sancionables son: cuando se registren candidatas pero con el fin de que estas, una vez que alcancen el cargo, sean obligadas a renunciar para ser relevadas por un varón suplente, fenómeno conocido como “las juanitas”…
También se sancionará cuando se registren mayoritariamente a mujeres en distritos electorales o municipios donde los partidos políticos que las postulen registren baja votación; cuando se presenten amenazas a las mujeres que han sido electas; la inequidad también en la distribución de los recursos para las campañas; las represalias o difusión diferenciada por vincularse y defender temas de género; así como por usar inadecuadamente el presupuesto destinado a la capacitación, promoción y desarrollo del liderazgo político de las mujeres.
En total se trata de 19 acciones que pueden ser tipificadas como “violencia política”, otras son por ejemplo descalificar o desestimar las propuestas que presetan mujeres; agresiones verbales gasadas en estereotipos y visiones discriminatorias sobre las mujeres; acoso, ataques físicos y violencia sexual en el ámbito del ejercicio político; amenazas o presiones para asistir a eventos proselitistas o para votar a favor o en contra de ciertos partidos o candidatos el día de la jornada.
Incluso también se podría sancionar –previa denuncia- restringirles el uso del derecho, la palabra en sesiones u otras reuniones políticas en el ejercicio del derecho de petición en órganos deliberantes; restringir la participación en comisiones, comités y otras instancias inherentes a su cargo o incluso difundir información personal o privada de una mujer pública, para menoscabar su dignidad o presionarlas para que renuncien a su cargo.
El tipo penal de violencia política contra las mujeres del Estado de México, quedó establecido mediante la introducción del artículo 280 Bis –del capitulo IV Bis-, del Código Penal del Estado de México.
Dicho artículo señala que “se le impondrá de seis meses a dos años de prisión y de cincuenta a trescientos días multa”.
EL CASO MÁS RECIENTE DE VIOLENCIA POLÍTICA
El caso más reciente de violencia política contra una mujer en el Estado de México, se registró apenas durante el proceso electoral para renovar la gubernatura, cuando en plenas campañas de los candidatos, 14 mujeres priístas encabezadas por la entonces secretaria del partido, Claudia Ruiz Massieu, se reunieron y dieron una conferencia de prensa cuyo objetivo central fue lanzar descalificaciones e improperios contra otra mujer: Delfina Gómez.
En aquella ocasión, las priístas, entre las que estaban también algunas mexiquenses, como la diputada federal Martha Hilda González Calderón, expresidenta municipal de Toluca, las “destacadas” priístas usaron palabras peyorativas para referirse a la candidata morenista a la gubernatura mexiquense, como “incapaz, manipulada y mentirosa”.
Quizás uno de los casos más reprobables, fue que Diva Gastelúm, presidenta de la "Comisión de Equidad de Género" en el Senado de la República, participó en ese extraño encuentro.
En esa conferencia de prensa, también estuvo la entonces dirigente del PRI mexiquense, Alejandra Del Moral, quien textualmente señalo: “La profesora Delfina ha demostrado ser una mentirosa y hoy la reto a que verdaderamente demuestre su capacidad, independencia, autonomía, que no es una candidata manipulada por un grupillo de ex perredistas que ya mal gobernaron el oriente de la entidad”.
El acoso y violencia política que enfrentó Delfina Gómez, en la lengua de las destacadas priístas, provocó que semanas después de la organización “Mujeres de Hierro”, presentara una denuncia ante el IEEM, solicitando se sancionará este caso de evidente “violencia política”.
Tere Montaño