Al igual que como pasa con celebridades y figuras públicas, las redes sociales generan la ilusión de acercamiento con la persona. Al mismo tiempo, los políticos se valen de sus cuentas en redes sociales para medir su popularidad, aún si los usuarios siguen a los políticos para atacarlos.
Por otro lado, es de dominio público que ciertos sectores identificados con “la izquierda” se han apropiado de la palabra “bot” para descalificar a aquellos usuarios que critican a políticos con los que sienten afinidad, sin importar si la persona no manifestó expresamente sentir cercanía a ningún partido. Con la palabra “bot”, el usuario niega la existencia del otro.
Aún con ello, las cuentas de redes sociales, sobre todo de Twitter, son susceptibles de tener cuentas inactivas para “inflar” cifras, ello con el fin de generar una percepción de popularidad.
Usando una herramienta para auditar cuentas de Twitter, esta nota mostrará el porcentaje aproximado de cuentas activas e inactivas de los políticos más relevantes actualmente.
Comenzamos con Andrés Manuel López Obrador, dirigente nacional de Morena y candidato, por tercera ocasión, a la presidencia de la república.
De su cuenta con casi tres millones de seguidores, se estima que el 60% son reales y 40% son “bots” o inactivos.
Su último tuit al momento de escribir estas líneas fue uno donde anuncia el fin de su “gira internacional” en Nueva York. Dicho tuit tuvo 3200 likes, es decir, el 0.108% de su número de seguidores, y uno muy criticado por anteponer sus intereses personales y la promoción de su imagen para poner en segundo lugar a los afectados por el terremoto del 7 de septiembre.
La cuenta del presidente Enrique Peña Nieto cuenta con más del doble de seguidores, 6.65 millones. Y, curiosamente, cuenta con una diferencia marginal de 2% con respecto a López Obrador en cuanto a seguidores falsos o inactivos. Sin embargo, en términos absolutos, en efecto Peña Nieto tiene más bots que López Obrador.
Su último tuit fue alusivo a los trabajos para la reconstrucción de los estados afectados por el sismo del jueves, con 2500 likes, aproximadamente el 0.03% de sus seguidores. Este tuit también fue duramente criticado por los usuarios de redes sociales, recurrentemente exigiéndole “que devuelva lo robado”.
La cuenta del saliente gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, está compuesta casi la mitad por seguidores falsos de poco más de un millón de seguidores que tiene.
Su último tuit fue alusivo a la carretera Ixtlahuaca-Jilotepec, inaugurada el 12 de septiembre por Enrique Peña Nieto. Este tuit también fue criticado principalmente por el hecho de que la obra aún no está concluida.
La cuenta del próximo gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, pese a tener poco más de 173 mil seguidores, es una de las que más seguidores reales tiene, con 69%.
Su tuit más reciente fue un video profesionalmente editado agradece al presidente “su arduo trabajo para mejorar la vida de los mexiquenses”. Nuevamente tenemos una cuenta duramente criticada, principalmente por las turbias o fraudulentas circunstancias de su victoria o su cercanía con el presidente priísta.
La cuenta del presidente municipal de Toluca, Fernando Zamora, tiene un 85% de seguidores reales, pese a tener más de 15,200 seguidores.
Su tuit más reciente fue uno alusivo a los trabajos de rehabilitación en Santa María Totoltepec.
El dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, a sus casi 145 mil seguidores, tiene un 70% de ellos reales.
Su último tuit fue aprovechado para alentar a la población a donar para los damnificados por el sismo del jueves pasado. El tuit consistió en una imagen con el logo del gobierno federal, sin logo del PRI. Este caso resultó sumamente atípico, pues las respuestas estuvieron muy divididas entre simpatizantes y militantes priístas aplaudiendo el tuit, y gente criticando al dirigente nacional, expresando preocupación de que los víveres se los fueran a robar, y no terminaran con la gente donde deberían terminar.
La dirigente nacional del PRD, Alejandra Barrales, tiene 74% de seguidores reales entres sus más de 115 mil seguidores.
Su último tuit fue aprovechado para promocionar el Frente Ciudadano Democrático. Este tuit fue criticado mayoritariamente por el departamento en Miami que la política no declaró meses atrás.
Por su parte, el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, cuenta con apenas el 61% de seguidores reales de entre sus 320 mil.
Su último tuit también fue usado para promocionar su Frente Amplio. Al igual que con Alejandra Barrales, este tuit, y la cuenta en general, fueron muy criticados por la disparidad de ideologías del PRD y PAN.
La cuenta del Secretario de Gobierno del Estado de México, José Manzur, es la que más bots o cuentas inactivas tiene, pues componen el 93% de sus seguidores en Twitter.
Su último tuit, al igual que el de Eruviel Ávila, trató acerca de la obra en la carretera Ixtlahuaca-Jilotepec. Sus dos únicos comentarios fueron una escueta felicitación y un link hecho por una cuenta falsa-parodia. Irónica y extrañamente, pese a la cantidad de bots que tiene el secretario de gobierno, la cuenta falsa es una cuenta anti PRI.
La cuenta del Fiscal General del Estado de México, Alejandro Gómez Sánchez, es una de las que tiene más seguidores orgánicos de entre los políticos analizados aquí. El 88% de sus 9552 seguidores son reales.
Su último tuit reportó un operativo en Atlacomulco, donde se llevó a cabo la detención de un asaltante.
Este breve ensayo puso de manifiesto conclusiones bastante interesantes. De los políticos auditados, aquellos con mayor cantidad de seguidores orgánicos fueron el fiscal Alejandro Gómez, Fernando Zamora, Alejandra Barrales y Enrique Ochoa Reza.
Por otro lado, las cuentas con mayor cantidad de bots fueron, en ese orden, la de José Manzur, Eruviel Ávila, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.
Como siempre sucede en estos casos, es cuestión del lector seguirle confiando su afinidad al político.
Pero los datos ahí están.