Al conocer la designación del exgobernador Eruviel Ávila Villegas en el PRI para encabezar los trabajos del tricolor en 2018 en la Ciudad de México, como delegado especial, no puede uno menos que intentar adivinar la estrategia qué tiene en mente Enrique Ochoa, así cómo los cálculos y alianzas ya pactados con grupos de poder e influencia en la capital, no necesariamente del PRI, con los que jugará a favor no tanto para ganar lo que ya tienen perdido, sino para restar al máximo posible, la mayor amenaza que representan para esos grupos y el PRI, el partido Morena.
Sería ingenuo pensar que Eruviel jugará en positivo para el tricolor en la zona metropolitana del Valle de México, donde perdió con amplios márgenes durante las pasadas elecciones en distritos claves, cómo Ecatepec, Tecámac o Naucalpan, para "reconquistar" el voto de castigo que se ganó a conciencia feminicidio tras feminicidio y robo tras ejecución, que hicieron perder la fe en la gente y elevaron su enojo.
No, a estás alturas ya ni siquiera resulta prioritario ganar en la CDMX, donde el PRI tiene sus peores números, sino restar a Morena operando al lado de las fuerzas igualmente amenazadas o/y fragmentando al máximo el voto potencialmente disponible. La cuestión es que ahora Eruviel no tendrá a disposición todo un presupuesto estatal, pero estará muy cerca de los grupos con los que se entendió tan bien en el pasado proceso, por lo que será cómo un paseo por el traspatio de la capital... eso sí, con algo de esmog y todo.
Pero cuáles son los números de Eruviel en temas electorales. A poco sí es todo un mago de las urnas?
Bueno, don Ávila Villegas fue gobernador del Estado de México de septiembre del 2011 a septiembre pasado, y tiene entre sus logros, el haber obtenido el mayor record histórico de votación en la entidad mexiquense a su llegada, pero también la peor votación en la historia de la entidad a su salida, justo en los comicios del 4 de junio, cuando el PRI bajó de ser la primera fuerza política en la entidad, a la segunda, relegado por Morena.
Veamos. Como dirigente estatal del PRI, tuvo un paso fugaz, de sólo cuatro meses, entre el 18 de abril al 18 de agosto de 2006, cuando era gobernador Enrique Peña Nieto, por lo cual no tuvo que pasar ninguna prueba del "sagrado fuego electoral", pues las elecciones para renovar alcaldías y el Congreso Local se realizaron en marzo de ese año.
Sin embargo, en las elecciones federales, el PRI en el Estado de México aportó un millón 29 mil votos al candidato presidencial Roberto Madrazo, es decir 600 mil sufragios menos que en los comicios del 2000, cuando obtuvieron un millón 637 mil votos; en ambos casos, el PAN ganó las elecciones.
En 2012, el Edomex aportó 2 millones 897 mil votos al candidato presidencial Enrique Peña Nieto.
Pero antes a la gubernatura, en 2011, llegó con la súper cifra de 3 millones 18 mil 588 votos, es decir el 61.97% de la votación emitida. Un arrastre, claro acompañado por una alianza con el PVEM y NA.
Y el 4 de junio que pasó? Nada solamente el PRI, como partido desbarrancó a la segunda posición en las preferencias electorales de los mexiquenses.
Si bien logró retener la gubernatura aliado con tres minipartidos, al desagregar la votación resulta que el PRI obtuvo apenas un millón 812 mil 575 votos, mientras que Morena logró, sin acompañantes, un millón 879 mil 426 sufragios.
Oseaaa que... Ganar la capital?, Nop, no va por ahí, aunque igual será cómo matar dos pájaros de un tiro, quitar del camino a un presidenciable venido a menos y utilizar sus dudosas dotes electorales en algo que bien puede, como dicen hoy, ser funcionable al propio PRI.
Y DE LOS EXFUNCIONARIOS A "PRUEBA DE CORRUPCIÓN?"
Bueno este viernes conoceremos la lista definitiva de quienes integrarán el Consejo Ciudadano del Sistema Estatal Anticorrupción. Nos han tratado de convencer, con pataleta y toda la cosa, que es posible tener un pasado ligado al gobierno o a algún partido, cobrar facturas en Palacio de Gobierno, o sueldo, y al mismo tiempo tener la estatura moral para señalar eventuales casos de corrupción de quienes los mandan oles pagan.
Podría ser pero estamos en México y la aspiración ciudadana sí va por otras vías. Creo sinceramente que se está secuestrando un logró ciudadano, y también creo, y lamento profundamente que los egos no permitan a algunos de los aspirantes ver el papel que están haciendo en un asunto tan delicado. Este proceso solo ha dejado clara una cosa: que falta mucho para abandonar la cultura de la simulación, a esa tendremos que exterminarla en un íntimo acto de convicción personal quizás, antes incluso que la propia corrupción.
Y aclaro, admiró y aprecio a algunos de los participantes, eso nunca cambiará y lo digo sinceramente. Pero esto va más allá de los afectos.
Hasta la próxima.