El tema de la destitución del Doctor Santiago Nieto Castillo como titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), ha comenzado a tener repercusiones de grandes dimensiones en el ambiente político del país, ya que el asunto de la investigación por corrupción del caso Odebrecht-PRI-Peña, coincidió con la discusión del Paquete Económico 2018, además de enrarecer el proceso electoral del próximo año.

Basta recordar que el pasado jueves 19 de octubre, en lo que parecía haber acuerdos entre los grupos parlamentarios más representativos, la Cámara de Diputados aprobó por mayoría la iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2018 enviada por el Ejecutivo con algunos cambios, 43 mil millones de pesos más.

Para el día 20, el encargado de despacho de la aún Procuraduría General de la República, el Lic. Alberto Elías Beltrán, decidió remover de su cargo a Santiago Nieto por supuestamente transgredir el Código de Conducta de la Institución y violentar el debido proceso. Lo anterior, derivado de una supuesta presión por parte de Emilio Lozoya, ex director de PEMEX, para que Nieto declarara públicamente la inocencia de este en el caso Odebrecht.

La confrontación mediática continuó los siguientes días, en la que Santiago se defendió de la supuesta falta por medio de entrevistas en medios de comunicación y por medio de los partidos opositores, quienes solicitaron su restitución. Por su parte Lozoya continuó su ofensiva a través de su abogado, el PRI y aliados.

No obstante el show en medios, los partidos políticos representados en las cámaras alta y baja del H. Congreso de la Unión, condicionaron la continuidad de los trabajos legislativos en relación al paquete económico, en concreto de aprobar la Ley de Ingresos 2018 en el Senado, al restablecimiento de Santiago Nieto en la FEPADE., lo cual se veía como una estrategia de defensa bastante dura.

Sin embargo, el pasado viernes 27 de octubre, el ex fiscal dio por concluida la lucha por su remoción, argumentando preparar su defensa en los ámbito penal y administrativo.

Siendo este el escenario, hay varias aristas que no aún quedan claras al respecto. Surge la duda sobre la aceptación de culpa de Nieto Castillo, la presión que pudo haber ejercido el Gobierno Federal a su persona, la declinación del apoyo opositor a Santiago Nieto, el triunfo del Sistema sobre las instituciones, la preparación del proceso electoral a modo, la sanción al PRI por los resultados iniciales de investigación al caso Odebrecht, el nombramiento de un nuevo fiscal cómodo, etc.

Por otro lado, hay cosas que sí quedan claras sobre el tema, el sacrificio institucional de un fiscal sugerido y apoyado por la oposición, acuerdos de gran nivel para no enrarecer aún más el proceso electoral, el pase sin obstáculos del paquete económico a Meade, impunidad sobre el caso de corrupción Odebrecht-PRI-Peña, la nula opción de sancionar al PRI y las que deriven.

El caso seguro se diluirá en el tiempo, a eso apuesta el PRI y Peña Nieto, sin embargo, formará parte de la larga lista negra de esta administración. El caso de corrupción que ha sacudido a gobiernos latinoamericanos, ha encarcelado a funcionarios de primer nivel y ha puesto en jaque a Presidentes, debe ser tomado en cuenta por la sociedad mexicana y sancionarlo por la vía electoral el 1 de julio del 2018.