16 de noviembre de 2017

Katia Yanina Cortés Pérez lleva el vuelo en su ADN. Hija de un piloto jubilado que le dio la vuelta al mundo varias veces y con 28 años de edad, se convirtió hace exactamente un año, en una de las primeras mujeres en volar un helicóptero en el país, pero también la primera en el equipo del Grupo Relámpagos del Estado de México, la unidad de rescate aéreo mexiquense que ha ganado fama internacional por sus intervenciones en desastres y accidentes para salvar vidas.

Originaria de Cholula, Puebla, es oficial adjunta en vuelos de rescate y de apoyo. Hizo su carrera en Veracruz y su trayecto del estudio tradicional al pilotaje de un helicóptero de salvamento, requirió al menos cien horas efectivas de vuelo y la acreditación de exámenes y otros requisitos que hasta entonces habían sido casi exclusivos para hombres.

Katia obtuvo el título de “técnica superior universitaria piloto aviador” de la Escuela de Aviación México y asegura que supo que sería una piloto, cuando después de explorar varias licenciaturas, como negocios internacionales y comunicaciones, se encontró que ninguna llenaba sus expectativas.

Su papá, Filiberto Cortés Soto, un experimentado piloto que logró todas las credenciales en esta difícil y riesgosa carrera, trato de persuadirla un año completo para que declinara en su aspiración, pero al final no solo aceptó la vocación natural de su hija, que él mismo inspiró, sino que la apoyo para que Yanina emprendiera el vuelo de sus propios sueños.

Recuerda que don Fili le pagó la primera licencia de piloto, pero la segunda, necesaria para incursionar en el mercado laboral, la pagó ella misma como aeromoza, de tal suerte que trabajando y estudiando, logró completar las horas de vuelo requeridas para titularse y lo hizo apenas el año pasado.

Escuchar hablar a Katia de sus primeros incursiones al cielo piloteando un aparato capaz de alcanzar una velocidad de 250 millas por hora y una altura de 15 mil pies congela la sangre, estamos hablando de vuelos que pueden alcanzar velocidades de 400 kilómetros por hora y 4.5 kilómetros de alto. La sensibilidad femenina, trasladada a un campo que se piensa generalmente como territorio masculino devela novedosas formas de abordar el tema aeronáutico.

Le preguntamos cuál fue su experiencia sensorial en su primer vuelo de práctica. El rostro de Yanina se transforma, sus ojos se transportan a un horizonte que solo ella conoce, comienza a describir aquel día en que su instructor Jorge Cordero eleva la aeronave a unos 40 metros de altura y lo deja inmovil, suspendido en el aire, acto seguido le suelta el control a Yanina y ella, experimenta por primera vez el pilotaje...

Considera sin embargo que el vuelo que la transformó en piloto fue aquel que tuvo que realizar por 60 minutos, absolutamente sola, una especie de graduación profesional en solitario, solo ella y el cielo.

Tras salir de la escuela fue invitada a incorporarse a Relámpagos por un viejo conocido que alguna vez la vio en el promocional “Hechas en México”, en el cual se exalta la figura de mujeres que han destacado en diversos campos. Aquel amigo le aviso que se abriría una plaza de piloto en la unidad aérea del gobierno mexiquense y la invitó a enviar sus documentos para concursar por el puesto. Se quedó.

De entonces a la fecha, Katia Yanina ha participado en cuando menos 10 rescates aéreos y en una gran cantidad de servicios de emergencia, como el traslado de pacientes a hospitales o de órganos destinados a transplantes. Todas las operaciones son delicadas y todas las aborda, cumpliendo, como todos en la unidad, con los más estrictos protocolos de seguridad aérea.

En la unidad aérea Relámpagos, Katia ha logrado integrarse como un miembro más, como debe de ser, no recibe ningún tipo de trato preferencial e incluso participa en las cascaritas de futbol que organizan los pilotos en sus tiempos libres, porque dicho sea de paso, durante 12 años practico el atletismo de Alto Rendimiento y llego a participar en las Olimpiadas Nacionales de Pentatlón 2009.

Pero, por si todo fuera poco, también fue señorita Miss Cholula en su natal Puebla, porque Katia a demostrado que la belleza femenina, no está peleada con el coraje y la inteligencia.

Tere Montaño