Este domingo 18 de febrero, concluyó el proceso de selección de candidatos a diputados, senadores y presidente de la república por parte de los partidos políticos para la elección federal del próximo primero de julio. En este sentido, se oficializó lo que parece ser la madre de todas las batallas entre Ricardo Anaya por la coalición Por México al Frente, conformada por el PAN,PRD y MC; a Don Andres Manuel López Obrador por la coalición entre MORENA, PT y PES; y, a José Antonio Meade por el PRI, VERDE ECOLOGISTA y NUEVA ALIANZA.
Si bien es cierto que han cumplido dichos partidos políticos con los requisitos iniciales de selección de sus ahora candidatos, habrá que ver quienes de los contendientes independientes logró reunir las firmas y los requisitos para aparecer en la boleta, donde al parecer, Jaime Rodriguez (el Bronco), Margarita Zavala y Armando Ríos Piter alcanzarán el sueño de participar en la elección, y dejarán en el camino a Maria de Jesús Patricio (Marichuy) y a Pedro Ferriz de Con.
Ahora bien, bajo este escenario hay ya algunas lecturas sobre lo que esta sucediendo en el panorama electoral nacional, donde se espera que la contienda real sea de dos, Ricardo Anaya y Andres Manuel, ya que las mediciones a través de las encuestas los colocan como los favoritos, sin embargo, no se descarta que haya ¨sorpresas¨ durante el periodo formal de las campañas, ya que las estrategías serán las que influyan en definitiva sobre los electores.
Lo que sí es cierto, es que de inicio hay varias aristas que se deben observar, por un lado los independientes no tienen mucho que ganar en votos, pero si restar, es decir, Margarita Zavala, Rios Piter y el Bronco jugarán sus votos en contra de Andres Manuel y Ricardo Anaya. La cuestión es, que restar a ambas coaliciones se favorecerá directamente a José Antonio Meade y si a esto le sumamos el voto duro del PRI y sus aliados, se ve que la elección se dividirá en tercios, al igual que sucedió en el 2017 en el Estado de México y que le dió el triunfo a Del Mazo sobre Delfina Gomez.
Así pues, comienza el último tramo rumbo a la elección presidencial, pero sin dejar de observar el antecedente inmediato que dejo el periodo de precampañas, donde se vió a un Andres Manuel, mas sereno, sumando a personajes de diversos partidos y sectores, recorriendo el país de extremo a extremo, con un discurso frontal hacia el gobierno y sus adversarios y en contacto directo con la gente. Por su parte Ricardo Anaya, avanzó aceleradamente en las preferencias por su visión clara del México actual, por ser el producto de una alianza entre la izquierda y la derecha del país, su carisma y elocuencia hacen que su pasado inmediato al frente del PAN quede en el olvido.
El que definitivamente no logró penetrar, ni su imagen ciudadana, ni su propuesta, fue en definitiva Meade, el lastre del PRI, su relación directa de amistad con Luis Videgaray, su gris desempeño en la administración pública federal, su lealtad al gobierno de Enrique Peña Nieto y la carga directa e indirecta de los grandes errores y complicidades de corrupción e impunidad en este sexenio, además de los malos resultados en el combate a la pobreza e inseguridad, el deterioro del poder adquisitivo, el aumento desmedido de la inflación y las tasas de interés, por comentar solo algunos, solo deja ver que será esta elección la más dificil para el PRI, su candidato, sus aliados y la clase privilegiada que siempre lo acompaña y decide sobre el futuro de este país.
Lo que continúa, es un periodo breve de intercampañas hasta el 23 de mayo, en el que no habrá ni promoción, ni llamado al voto por parte de los candidatos y que servirá para afinar las estrategías de campaña, los mensajes, los debates y las estructuras electorales de los partidos.
Lo que se espera es una contienda de grandes dimensiones y lo de siempre, a un gobierno federal volcado en apoyar con todos sus recursos a gobiernos estatales y municipales emandos del PRI, a los beneficiarios de programas sociales, liberando recursos económicos para proyectos a grupos afines, coptando a adversarios no favorecidos en sus partidos, etc, todo lo que sabe hacer muy bien el PRI gobierno en etapa electoral. Por tanto, estaremos inmersos en un proceso electoral tan igual, que poco o casi nada cambiará, los resultados, ya veremos.