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DOBLE FILO
El 73.5 de las mexiquenses vive con algún tipo de violencia ¿Tendremos algo que festejar este 8 de Marzo?
Poder al Centro
Los feminicidios, homicidios y desaparición de mujeres en el Estado de México y el país, han llegado a un punto demencial, ni que hablar de la violencia de género, es prácticamente generalizada y en distintos niveles. Es imposible ubicar el caso más dramático o espeluznante de los últimos días, pues uno supera al siguiente y al otro en horror, convirtiendo a la entidad en la meca del feminicidio.
Apaleadas hasta la muerte, plagiadas, violadas, explotadas, ninguneadas, humilladas o asesinadas en taxis, parajes, calles y en sus propios domicilios, las mexiquenses enfrentan un riesgo continuo.
No son impresiones, la realidad es mucho más cruda, por arriba de cualquier opinión o impresión.
La más reciente encuesta ENDIREH del Inegi , reportó que la violencia de género en Edomex aumentó del 73 al 75.3% del 2011 al 2016, mientras que la entidad ocupa el primer lugar en violencia obstétrica, con 39.5%, seis puntos arriba de la media nacional.
El organismo reportó a finales del 2017, que de los 46.5 millones de mujeres de 15 años y más que hay en el país, 66.1% (30.7 millones), ha enfrentado violencia de cualquier tipo y de cualquier agresor alguna vez en su vida. También señala que 43.9% ha enfrentado agresiones del esposo o pareja actual o la última a lo largo de su relación y 53.1% sufrió violencia por parte de algún agresor distinto a la pareja.
Otras estadísticas del INEGI, indican que entre 2014 y 2016, las entidades que presentaron las tasas más altas de homicidio de mujeres fueron Baja California, Colima, Chihuahua, Guerrero, Estado de México, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Sinaloa, Tamaulipas y Zacatecas.
Frente a este escenario, al que aludimos solo en números, seguimos esperando políticas públicas y voluntad política que mire el fenómeno de frente y diseñe mecanismos emergentes y eficientes de alerta y protección a la mujer. Mientras que ello no ocurra y las autoridades sigan optando por el manejo político de la pobreza y la violencia, con dádivas magras y de paso buscar el bono electoral sexenal o trianual, realmente seguiremos sin nada que conmemorar el 8 de Marzo.
Recordemos que esta fecha surge de un evento trágico y su principal función es llamar a la reflexión sobre los Derechos Humanos de la Mujer. Seguiremos esperando por la protección y respeto a las máximas garantías a que puede aspirar cualquier persona: los derechos a una vida segura y el derecho a la vida.
Un abrazo a las mujeres… donde quiera que estén.
Apaleadas hasta la muerte, plagiadas, violadas, explotadas, ninguneadas, humilladas o asesinadas en taxis, parajes, calles y en sus propios domicilios, las mexiquenses enfrentan un riesgo continuo.
No son impresiones, la realidad es mucho más cruda, por arriba de cualquier opinión o impresión.
La más reciente encuesta ENDIREH del Inegi , reportó que la violencia de género en Edomex aumentó del 73 al 75.3% del 2011 al 2016, mientras que la entidad ocupa el primer lugar en violencia obstétrica, con 39.5%, seis puntos arriba de la media nacional.
El organismo reportó a finales del 2017, que de los 46.5 millones de mujeres de 15 años y más que hay en el país, 66.1% (30.7 millones), ha enfrentado violencia de cualquier tipo y de cualquier agresor alguna vez en su vida. También señala que 43.9% ha enfrentado agresiones del esposo o pareja actual o la última a lo largo de su relación y 53.1% sufrió violencia por parte de algún agresor distinto a la pareja.
Otras estadísticas del INEGI, indican que entre 2014 y 2016, las entidades que presentaron las tasas más altas de homicidio de mujeres fueron Baja California, Colima, Chihuahua, Guerrero, Estado de México, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Sinaloa, Tamaulipas y Zacatecas.
Frente a este escenario, al que aludimos solo en números, seguimos esperando políticas públicas y voluntad política que mire el fenómeno de frente y diseñe mecanismos emergentes y eficientes de alerta y protección a la mujer. Mientras que ello no ocurra y las autoridades sigan optando por el manejo político de la pobreza y la violencia, con dádivas magras y de paso buscar el bono electoral sexenal o trianual, realmente seguiremos sin nada que conmemorar el 8 de Marzo.
Recordemos que esta fecha surge de un evento trágico y su principal función es llamar a la reflexión sobre los Derechos Humanos de la Mujer. Seguiremos esperando por la protección y respeto a las máximas garantías a que puede aspirar cualquier persona: los derechos a una vida segura y el derecho a la vida.
Un abrazo a las mujeres… donde quiera que estén.
