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abril 3, 2018The spiral sacrifice – Sopor Aeternus and The ensemble of shadows
PLUMAS
The spiral sacrifice – Sopor Aeternus and The ensemble of shadows
No hay nada más placentero que regresar de vacaciones de Semana Santa y encontrarse con la agradable noticia de que Anna-Varney, después de casi cuatro años de inactividad, al fin decidió sorprendernos con una obra monumental: The Spiral Sacrifice; cuando creíamos que Sopor Aeternus and The Ensemble of Shadows ya no tenía nada que ofrecernos, este ser atemporal y a-espacial, compositor de “In der palästra”, “On Satu(n)days we used to sleep” y “Hades-Pluton”, llega con un álbum de 19 canciones, cada una de ellas repletas de sonidos relajados, etéreos y agridulces; el tópico de las letras sigue siendo el dolor, el suicidio, la enfermedad, la muerte, la soledad y el abandono. Quienes seguimos de cerca la trayectoria de esta misteriosa banda alemana podremos darnos cuenta que este álbum viene a ser una de las creaciones más ambiciosas, con tintes lo bastantes oscuros para perderse en los abismos espirituales de la depresión; sólo por debajo de Les fleurs du mal, obra cumbre e insuperable de Varney, este álbum explora muy bien los matices anímicos de ella/él y su ensamble de sombras.
Anunciado el inicio de este proyecto desde finales de 2016, Anna Varney tardó un año en escribir y reescribir las canciones que se pueden escuchar. Lanzado en Europa a inicios de febrero, tuvieron que haber pasado un par de semanas para que en México y Latinoamerica pudiéramos deleitarnos con este álbum; “Everything Is an illusion”, pieza con la que abre nos acerca de manera magistral a esos sonidos que habíamos escuchado ya una vez en Have you seen this ghost?, de 2011, y Mitternacht, 2014. Un plus agregado son los coros finales que nos hacen remontarnos a La Chambre D´Echo y a Dead Lover´s Sarabande (Face Two).
Desde los primeros años en que Sopor Aeternus comenzaba a ver la luz, los temas que aluden a emociones enfermas y depresivas ocupaban un lugar especial; el amor y el odio son dos puntos que se complementan en cada una de las canciones, desde “Consider this: the true meaning of love” hasta “The virgin queen”; no hay nada más seguro que la soledad, la locura y la muerte, es algo que nos dejan muy en claro las letras de cada uno de los álbumes, “One day all pictures fade”, anuncia casi al final de “Memalon II” como sentencia de que este mundo sólo es un conjunto de frágiles sombras.
Poetica – All beauty sleeps nos muestra a una Varney amante de la literatura de Poe, cosa que podíamos intuir con “The sleeper”, “The conquerer worn”, por mencionar algunas canciones; sin embargo, Poetica dista mucho de lo que para algunos hubiese sido un excelente trabajo, quizá lo mejor del disco sea “a dream within a dream”. The espiral sacrifice representa un nuevo respiro en la carrera músical de Sopor Aeternus, se trata de un álbum tan versátil, con piezas disimiles como “Light in the attic” -que nos recuerda un poco a “Bis zum hahnenschrei” de Children of the corn- y “In the company of beasts”, donde las cuerdas se dejan de lado para privilegiar los sonidos de viento.
Sin lugar a dudas, The spiral sacrifice nos viene a mostrar sonidos nuevos y uno que otro arreglo de canciones pasadas, por ejemplo “At sunset through the fields aflame”, “in the old house (we made out well), por sólo mencionar algunas, donde lo sonidos nos son tan familiares, pero con cierto dejo renovado y fortalecido.
Después de algunos años de inactividad, Anna Varney nos entrega un álbum complejo e inquietante, una obra que, en sus propias palabras, sólo podrían disfrutarla los enfermos mentales y los que tienen un pie en el féretro. Solipcista, sublime, cautivador y apasionado, serían estas las palabras que resumen el contenido de esta hermosa compilación de sufrimientos anímicos y espirituales.
Lo mejor del disco: “Let me say it now”
Anunciado el inicio de este proyecto desde finales de 2016, Anna Varney tardó un año en escribir y reescribir las canciones que se pueden escuchar. Lanzado en Europa a inicios de febrero, tuvieron que haber pasado un par de semanas para que en México y Latinoamerica pudiéramos deleitarnos con este álbum; “Everything Is an illusion”, pieza con la que abre nos acerca de manera magistral a esos sonidos que habíamos escuchado ya una vez en Have you seen this ghost?, de 2011, y Mitternacht, 2014. Un plus agregado son los coros finales que nos hacen remontarnos a La Chambre D´Echo y a Dead Lover´s Sarabande (Face Two).
Desde los primeros años en que Sopor Aeternus comenzaba a ver la luz, los temas que aluden a emociones enfermas y depresivas ocupaban un lugar especial; el amor y el odio son dos puntos que se complementan en cada una de las canciones, desde “Consider this: the true meaning of love” hasta “The virgin queen”; no hay nada más seguro que la soledad, la locura y la muerte, es algo que nos dejan muy en claro las letras de cada uno de los álbumes, “One day all pictures fade”, anuncia casi al final de “Memalon II” como sentencia de que este mundo sólo es un conjunto de frágiles sombras.
Poetica – All beauty sleeps nos muestra a una Varney amante de la literatura de Poe, cosa que podíamos intuir con “The sleeper”, “The conquerer worn”, por mencionar algunas canciones; sin embargo, Poetica dista mucho de lo que para algunos hubiese sido un excelente trabajo, quizá lo mejor del disco sea “a dream within a dream”. The espiral sacrifice representa un nuevo respiro en la carrera músical de Sopor Aeternus, se trata de un álbum tan versátil, con piezas disimiles como “Light in the attic” -que nos recuerda un poco a “Bis zum hahnenschrei” de Children of the corn- y “In the company of beasts”, donde las cuerdas se dejan de lado para privilegiar los sonidos de viento.
Sin lugar a dudas, The spiral sacrifice nos viene a mostrar sonidos nuevos y uno que otro arreglo de canciones pasadas, por ejemplo “At sunset through the fields aflame”, “in the old house (we made out well), por sólo mencionar algunas, donde lo sonidos nos son tan familiares, pero con cierto dejo renovado y fortalecido.
Después de algunos años de inactividad, Anna Varney nos entrega un álbum complejo e inquietante, una obra que, en sus propias palabras, sólo podrían disfrutarla los enfermos mentales y los que tienen un pie en el féretro. Solipcista, sublime, cautivador y apasionado, serían estas las palabras que resumen el contenido de esta hermosa compilación de sufrimientos anímicos y espirituales.
Lo mejor del disco: “Let me say it now”
