Los impactos del fenómeno electoral que sacudió al país el primero de julio, apenas comienzan a tomar su dimensión y darnos una idea más clara de que los cambios que se avecinan, serán radicales. Conforme se conocen los cómputos oficiales y emerge el nuevo mapa del poder en México, en la entidad las cosas no podía ser diferentes, pues justo la madrugada de este lunes quedó confirmado, que la coalición que llevó a Andrés Manuel López Obrador directo a la presidencia de la República, le aportó aquí ´más de tres millones de votos en la elección federal, mientras que en la estatal le garantiza una mayoría absoluta y aplastante de 52 votos para la próxima Legislatura, más que suficientes para frenar, empujar o imponer –si les place-, cualquier cambio jurídico que haga falta para impulsar la agenda federal, cuyo sesgo, claramente será de carácter social.

Como lo veníamos señalando en esta columna desde hace no menos de tres años y en otros espacios similares, los negativos resultados a los que ya nos tienen acostumbrados los gobiernos del PRI en Edomex, se iban amontonando en el rincón de los agravios sociales y abonando para cavar los cimientos del cambio radical que ha comenzado a construirse en la elección federal. Pero el voto masivo a favor de López Obrador y su proyecto, puede tener otras lecturas locales.

Desde el estado de México, la entidad más rica en votos, población y recursos, pero también en impunidad, pobreza, asesinatos y corrupción, no solo fue un voto definitivo para el cambio, sino también un voto de rechazo absoluto al establishment vigente con todo lo que ello representa, con todo y sus simbolismos políticos, de sus estilos y su cultura, una cultura marcada por los compadrazgos, el amiguismo, el fraude a la ley, de las componendas en lo oscurito, por debajo de la mesa, de la compra de voluntades, por el autoritarismo, la triangulación de recursos públicos usando universidades públicas, pero sobre todo de un sistema encadenado de simulaciones en absolutamente todo, incluso en la democracia.

Y los mexiquenses al fin lo entendieron, aprendieron perfectamente los lenguajes de ese estilo que los ha gobernado un sexenio tras otro, los mensajes ocultos, las intenciones y supieron leer entre líneas las verdaderas “ofertas” que desplegaron los candidatos oficiales, pero también los de sus tradicionales “adversarios-aliados”; bien se la aprendieron, porque bien la han sufrido, o quizás bien comprendieron aquello de que ”solo el pueblo puede salvar al pueblo” y sí, apostaron por salvarse a sí mismos.

Sin embargo los mexiquenses no la tendrán fácil, a diferencia de casi todo el país, aquí no puede aún cantarse victoria, ya que al ser cuna del gobierno federal que hoy se repudia –según se puede apreciar en los resultados-, la entidad mexiquense está a días de convertirse en el mayor receptáculo de trayectorias y “currículum vites” en desgracia. A prepararse. Ya ocurrió en el año 2000, cuando el triunfo de Vicente Fox, obligo a que el entonces gobernador Arturo Montiel, convirtiera a la administración estatal en una gran agencia empleos para priístas en desgracia. La historia está por repetirse aquí y habrá que esperar cinco años más para ver qué deciden los mexiquenses y si lo hacen de manera tan rotunda y eficiente como el pasado primero de julio. En medio, mientras tanto, pueden pasar mil cosas.

Para irme…

En la sesión de cómputo del IEEM la presencia del exrector Jorge Olvera y su compañero de bancada Alfredo Barrera Baca, también tiene sus lecturas… aprobar bajo presión de las oficinas estatales de la Avenida Lerdo, la ley general de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) para ampliar el tiempo de permanencia del rector (con derecho a una reelección de otros 4 años), al parecer busca poner al servicio de la clase política priísta el mayor tiempo posible, una institución cuya autonomía ya es un mito y está en vías de convertirse en el mayor espacio de poder y acceso a recursos públicos del PRI mexiquense y compañía. Más claro, ni el agua.... por eso la presencia de esa mancuerna en el IEEM, tuvo calidad casi casi de representación oficial de Estado...¿descabellado?, ni crea, esperece tantito...

Por cierto que la aparición casi por arte de magia de Luz María Paz Zarza, como consejera jurídica del rector está generando desconfianza entre quienes figuraran en la próxima Legislatura, no les gustó nadita la supuesta reforma. No se olvida que estuvo implicada en el escándalo nacional de corrupción del caso OHL y hasta escuchamos audios de cómo la funcionaria, negociaba con jueces para obtener decisiones favorables al gobierno de Eruviel, uno de los más desacreditados priístas del momento…

Y por cierto que en el Congreso Local se esperaba un “albazo” de la bancada priísta para ratiificar lo más pronto posible las reformas a la ley universitaria, sin embargo fuentes cercanas a Morena, advirtieron que no importa… si dan albazo, la próxima LX Legislatura, con voto mayoritario de Juntos Haremos Historia, le darán reversa en una contra-reforma ipso facto.

Y por último… la confirmación del triunfo de AMLO ha encendido las alertas en los Poderes del Edomex, sí en los tres. Cómo locos ya mandaron a esconder todo cuanto se pueda de desvíos, malos usos, entrega de contratos sin licitación y de contratos a cercanos, amigos y familiares; ¡escondan todo!, es la consigna.

Hasta la próxima.

*PODER AL CENTRO, Columna premiada con la “Presea Manuel Buendía 2016”.