24 de octubre de 2018

Acompañado de consejeros electorales, Luis Espíndola Morales, consejero del Instituto Electoral del Estado de Querétaro (IEEQ), presentó en el Centro de Formación y Documentación Electoral del Instituto Electoral del Estado de México el libro “Ilegalización de partidos políticos. Necesidad de regulación en México”

En su intervención, el consejero presidente del IEEM, Pedro Zamudio, expresó que el libro fue escrito con ánimo de divulgación, además de coincidir con el autor en que la democracia en este país aún se encuentra en una etapa incipiente, catalogándola como “una flor muy frágil que entre todos tenemos que cuidar”. Aseguró además que la democracia no es perfecta y que es algo que se está construyendo permanentemente, y que los partidos tienen responsabilidad en construirla.

Por su parte, la consejera Olga Daniela Durán Ceja, aseguró que el libro es el mejor ejemplo de un resumen de sentencias, pues la obra contiene distintos estudios de caso donde tribunales electorales de diversos países le declararon “pena de muerte” a algunos partidos por prácticas antidemocráticas como xenofobia, homofobia, fundamentalismo religioso, terrorismo, etc. La consejera hizo hincapié en la necesidad de contar con un sistema de ilegalización de partidos en México para fortalecer la democracia.

El autor, Luis Espíndola, mencionó que, aunque existe la figura de la cancelación y pérdida del registro, no es lo mismo que declarar la ilegalidad de un partido.

“La obra busca poner en discusión la necesidad de que nuestra democracia cuente con controles efectivos que permitan fortalecerla, que los partidos sirvan a los fines de la democracia y no se sirvan de ella para fines distintos para los que fueron creados, pretende aportar a la reflexión de cómo construir una mejor democracia y no en cómo destruirla”, aseguró el consejero queretano.

La premisa principal del libro, coincidieron los consejeros que recomendaron el libro, se basa en proponer mecanismos efectivos que permitan fortalecer la democracia, además de “obligar” que los partidos sirvan a los fines de la democracia y no incurran en prácticas que se encaminen al deterioro de la misma.

Mary Delgado