18 de junio de 2020

La percepción de corrupción, la apatía ciudadana para solicitar rendición de cuentas y la alta percepción de inseguridad, sumado a la cifra negra de delitos, son factores por los que el Estado de México está perdiendo su competitividad económica, de acuerdo con el Índice de Competitividad Estatal, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Luego de la caída abrupta de inversiones extranjeras con la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, y con la reciente salida del país de las 25 economías más atractivas para Inversión Extranjera Directa (IED), el Índice de Competitividad Estatal (ICE) mide la capacidad de los estados para forjar, atraer y retener talento e inversiones.

Este índice, a diferencia de los anteriores, no posee un ranking detallado donde se establezca qué estado es mejor o peor para atraer inversiones, sino que se centra en sus fortalezas y debilidades.

Cabe resaltar también que este índice mide los datos de 2018, de la misma manera que el índice de 2018 midió los de 2016. Esto quiere decir que los datos correspondientes a 2020 se sabrán en 2022.

El Estado de México se encuentra entre lugares muy buenos para atraer inversión extranjera, pero falla en sistema de derecho y aún tiene deficiencias en su sistema político, de acuerdo con el Índice.

En términos generales, el Estado de México se encuentra en la posición 25 en competitividad, con una calificación de 48.43 puntos, y en el grupo de entidades con calificación “media baja”. De hecho, Colima, la entidad que está debajo, ya está en el grupo de estados con calificación “baja”.

En “Sistema de derecho confiable y objetivo”, que mide el entorno de seguridad pública y jurídica en los estados, la entidad obtuvo la posición número 25, solo mejor que Colima, Zacatecas, Baja California, Morelos, Ciudad de México, Guerrero y Tabasco. Esto luego de subir muy levemente su posición por tres puntos.

El Estado de México fue la entidad con la segunda menor percepción de seguridad en el país, solo detrás de Tabasco. Únicamente el 7.7% de los mexiquenses se sienten seguros. Esto se nota en el porcentaje de delitos denunciados. De acuerdo con el índice, solo 10.7% de los ilícitos en la entidad son denunciados ante las autoridades, el treceavo porcentaje más bajo después de Tlaxcala, Tabasco, Guanajuato, Morelos, Ciudad de México, Oaxaca, Tamaulipas, Zacatecas, Veracruz, Sinaloa, San Luis Potosí y Guerrero.

En “Manejo sustentable del medio ambiente”, que, como su nombre lo indica, evalúa la responsabilidad de los gobiernos estatales con los recursos naturales, el estado de México está entre las siete entidades con mejor calificación, solo superada por Colima, Nuevo León, Querétaro, Jalisco, Aguascalientes y Ciudad de México. También supone un avance de tres puestos, pues en el índice de hace dos años, estaba en décimo lugar.

En el rubro “Sociedad incluyente, preparada y sana”, que mide la calidad de vida de los habitantes de cada entidad federativa al analizar el acceso que tienen a bienes y servicios agrupados en las siguientes tres áreas: inclusión, educación y salud, la entidad mexiquense obtuvo la posición número 14. Aquí solo subió una posición con respecto a hace dos años, no obstante que aún se encuentra encima del promedio nacional.

A pesar de ello, es la entidad que tiene menor tasa de médicos y enfermeras en contacto con el paciente por cada mil habitantes en el país. Solo 3.09 profesionales de la salud hay para atender a cada 100 mil mexiquenses, por debajo del promedio nacional de 4.50. Esto es preocupante por dos motivos: es la entidad más poblada del país y es actualmente la segunda entidad con más contagios de Covid-19 contabilizados. También se evidencia el problema cuando, de acuerdo con el índice, “en 2018 existían 88 mil 821 camas censables en área de hospitalización en el país, de las cuales una tercera parte se concentró en tres entidades federativas: la CDMX (17.7%), el Estado de México (9.4%) y Jalisco (7.3%)”.

En el rubro “Sistema político estable y funcional”, que evalúa la calidad de los sistemas políticos estatales, el Estado de México continúa entre las entidades más bajas y donde peor desempeño tiene el Estado de México. A pesar de haber subido cinco posiciones con respecto a hace dos años (estaba en penúltimo lugar), aún tiene un sistema político deficiente, ubicándose en el lugar 26 a nivel nacional. Un ejemplo de ello es que es una de las 24 entidades donde no se considera el matrimonio igualitario.

Además, es la décima entidad con menor incidencia de corrupción por cada 100 mil habitantes. De cada 100 mil mexiquenses, 21 mil 124 experimentaron actos de corrupción. Esto desemboca en que la percepción de corrupción, otro indicador de “Sistema político estable y funcional”, sea de un muy alto 93.4%, la séptima más alta después de Veracruz, Tabasco, Puebla, Oaxaca, Nayarit y Ciudad de México.

Más alta, como advierte el IMCO, es la percepción de corrupción de partidos políticos. El 95.8% de los mexiquenses consideran a los partidos políticos como corruptos. Sin embargo, y a pesar de esto, no hay una intención ciudadana por consultar finanzas públicas, pues solo el 17.7% de la población mexiquense, mayor de 18 años, ha consultado información de finanzas públicas en internet.

Otro factor que juega en mucho detrimento del sistema político mexiquense son las agresiones a periodistas. En 2018, se registraron 19 agresiones. Con esto, el Estado de México está en las 12 entidades donde más se agrede periodistas, después de Baja California, Jalisco (20), Baja California Sur (22), Guanajuato (25), Quintana Roo (26), Guerrero (34), Oaxaca (39), Ciudad de México (40), Puebla (45), Coahuila (47) y Veracruz (57).

En “Gobiernos eficientes y eficaces”, que mide la forma en la que los gobiernos estatales son capaces de influir positivamente en la competitividad de sus entidades, el Estado de México está en el puesto 13, por encima del promedio. En este rubro, aumentó 8 posiciones, pues en el índice anterior estaba en el puesto 21.

Más cercano en el promedio fue el rubro “mercado de factores eficiente”, el cual evalúa la eficiencia del trabajo, entendido como uno de los principales factores de la producción. Aquí, la entidad mexiquense estuvo en el puesto 15, sin variación respecto al índice anterior.

El subíndice “Economía estable” mide las principales características de las economías estatales. Dentro del subíndice se incluyen indicadores que describen la distribución del PIB, el dinamismo de la economía, el nivel de deuda, la dependencia y la diversificación económicas. Dado que el Estado de México es la segunda entidad que más aporta al PIB nacional, lo lógico es que salga en posiciones altas. En efecto, está en las cinco entidades con mayor puntuación en este rubro, solo superado por Baja California, Nuevo León, Baja California Sur y Ciudad de México. Incluso experimentó un ascenso rápido de posiciones, pues en el índice anterior estaba en el puesto 12.

En el sub índice “Sectores precursores de clase mundial”, que mide indicadores relacionados con el sector financiero, de telecomunicaciones y de transporte; es decir, con el acceso a los servicios financieros, el desarrollo de las vías físicas de comunicación (aéreas y terrestres), y el uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC), la entidad sigue en un puesto relativamente alto. Se encuentra en la décima posición, aumentando tres lugares con respecto al índice anterior. De hecho, es la entidad con menor tasa de heridos por accidente de tránsito por cada 100 mil habitantes, con 12.

En el subíndice “Aprovechamiento de las relaciones internacionales”, que mide el grado en el que las entidades federativas del país capitalizan su relación con el exterior para elevar su competitividad, el Estado de México está desaprovechando oportunidades valiosas. La entidad se encuentra en el puesto número 20. De hecho, en 2018, Campeche (1%), Coahuila (1.1%) y el Estado de México (1.3%) fueron los estados donde el sector contribuyó menos a su actividad económica.

Por último, el rubro “Innovación y sofisticación en los sectores económicos”, que mide la capacidad de las entidades federativas para competir con éxito en la economía, la entidad también se encuentra en el sitio número 20, con un descenso de un puesto con respecto al índice anterior.

Héctor Castañeda