17 de agosto de 2020

La reforma de Estado que propone Morena  a partir de la reducción de sindicaturas y regidurías, así como la división de Ecatepec en dos municipios es superficial y contradictoria si su único objetivo es “generar ahorros a las arcas públicas y la eficiencia administrativa en los ayuntamientos”, afirmó el cuarto regidor de Toluca, Arturo Chavarría Sánchez. 

El edil indicó que de nada servirá reducir ediles y ahorrarse sus salarios, si sus facultades quedan igual y por otro lado se pretende generar una nueva estructura burocrática para un nuevo municipio.  

Consideró que una verdadera reforma debería tener como fin erradicar los vicios del pasado que han permitido el saqueo, la corrupción y los abusos de poder, de lo contrario “sería una reforma de Estado descafeinada”.   

Por ello, sugirió que sería más conveniente proponer una reforma de fondo a la Ley Orgánica Municipal del Estado de México, que frene la autocracia de los presidentes en turno y otorgue más atribuciones y responsabilidades a los regidores, con nuevos esquemas de participación en el desempeño del gobierno municipal, que les permitan vigilar de forma contundente los recursos que llegan al Ayuntamiento. 

Chavarría Sánchez insistió en que cualquier cambio a nuestra Constitución local, que involucre a los municipios, debe ser de fondo y acorde a las circunstancias políticas, sociales y democráticas de la mayoría, no a tiempos electorales. 

“Debemos romper los moldes que en el pasado han permitido el saqueo. Una reforma a la Ley Orgánica Municipal tendría que ser más urgente que una a la Ley Electoral si lo que se pretende es la eficiencia administrativa en los ayuntamientos, de lo contrario se estaría maquillando un problema que tiene otro fondo”, destacó. 

El regidor de Morena además señaló que la propuesta de reducción de regidores y síndicos como la de dividir Ecatepec, que plantea el senador Higinio Martínez Miranda, deberían consultarse con la población y no sólo  ser decisión de uno cuantos que sólo ven números y reacomodos para una estructura a modo.

“Una reforma de este tamaño requiere una consulta ciudadana y con agrupaciones de profesionales, ya que de otra forma violaría los derechos de los militantes al no tomarlos en cuenta y sería una imposición de aquéllos vividores de la política que desde siempre se han refugiado en los poderes para no permitir una depuración profunda, pues saben que de hacerlo terminarían sus privilegios”, agregó.

El edil de Toluca dijo que el diseño actual de la Ley Orgánica Municipal,  que es la que regula las bases para la integración y organización del gobierno, y la administración pública municipal, favorece un esquema de poder y corrupción tradicional que entorpece el avance de las administraciones municipales porque siguen reinando presidentes municipales que se sienten omnipotentes, mientras que síndicos y regidores sólo son comparsas: no proponen, ni cuestionan y llevan su cargo con comodidad. 

Recordó que desde 1917 a la fecha el Congreso mexiquense ha expedido 6 leyes orgánicas municipales; la hoy vigente data del 02 de marzo de 1993 y aunque ha sufrido 333 reformas, estas han sido escuetas y se han centrado en 65 de sus 170 Artículos, siendo el 48 que habla de las Atribuciones del Presidente Municipal y el 53 que estipula las de los Síndicos Municipales dos de los más reformados: con 24 y 13 modificaciones, respectivamente.

En tanto el Artículo 55, que determina las Facultades de los Regidores, sigue sin modificación alguna y sólo establece funciones ornamentales para quienes ostentan este cargo: I. Asistir a las sesiones del Ayuntamiento; II. Suplir al presidente municipal en sus faltas temporales; III. Vigilar y atender el sector de la administración municipal que les fue encomendado; IV. Participar en las comisiones conferidas; V. Proponer al ayuntamiento alternativas de solución para la debida atención de los diferentes sectores de la administración municipal; VI. Promover la participación ciudadana en apoyo a los programas que formule y apruebe el ayuntamiento.

“Los ediles no tenemos atribuciones para proponer obras, ni acciones, todo depende de si quiere o no el alcalde y nadie puede obligarlo, desperdiciando las capacidades y el trabajo de los integrantes del órgano edilicio”, destacó Chavarría Sánchez.

En ese sentido, se pronunció porque dicha iniciativa se haga integral y no sólo sea electorera, es decir que se encamine a fortalecer las capacidades fiscalizadoras de los cabildos y a que como órgano colegiado puedan tener mayores atribuciones para analizar propuestas, debatirlas, presentarlas y votarlas para que se ejecuten.

Tere Montaño