18 de agosto de 2020

Alma Ríos

Además de las mujeres y los niños, las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales y queer (LGBTTTIQ+) han sufrido mayor violencia durante el periodo de confinamiento por la pandemia.

La organización civil Fuera del Clóset reporta al menos 40 casos en el Estado de México, desde que inició la emergencia sanitaria, en marzo, hasta junio pasado, y advierte que las cifras posiblemente superarán a las del 2019.

“Van en aumento en relación a lo que teníamos el año pasado, que se registraron 76 casos, y ahora tenemos 40 casos pero sólo en los meses de confinamiento, no estamos contemplando los casos ocurridos en los meses anteriores ni los que restan del año”, dijo Ernesto Montes de Oca Bernal, integrante de esta organización.

El activista detalló que las violencias que han sufrido las personas por su orientación o preferencia sexual, identidad o expresión de género, van desde la falta de aceptación por parte de los familiares, hasta discriminación y maltrato.

Observó que durante el tiempo de aislamiento también incrementó el acoso cibernético contra la población LGBTI.

“Todos los casos que tenemos son de hombres gay que han usado alguna app de ligue y posteriormente sus packs, fotografías o información personal, sobre el lugar donde trabajan y orientación sexual, se difunde a través de redes sociales”, dijo.

La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH) se ha pronunciado previamente sobre el impacto del Covid-19 en las personas LGBTI, al advertir que pueden ser particularmente susceptibles a la violencia doméstica y al abuso durante la pandemia.

Pues ante las restricciones de quedarse en casa, muchas y muchos jóvenes LGBTI estuvieron confinados en entornos hostiles con familiares o convivientes. Ha advertido que esta población carece de acceso a los servicios de salud por los actos de violencia y discriminación en su contra.

“Dada la sobrecarga de los sistemas de salud, el tratamiento de las personas LGBTI podría ser interrumpido o perder prioridad; incluido el tratamiento y las pruebas de VIH, el tratamiento hormonal y los tratamientos de afirmación de género para las personas trans”.

Asimismo, señala que las personas LGBTTTI tienen más probabilidades de estar desempleadas y vivir en la pobreza que la población en general, pues muchas trabajan en el sector informal y carecen de acceso a licencias remuneradas por enfermedad, compensación por desempleo y cobertura.

Entre ellas, las mujeres trans son las más afectadas, pues por necesidad, durante la pandemia han tenido que salir a trabajar y exponerse al contagio.

Ante la falta de una Ley de Identidad de Género en la entidad mexiquense, a esta población se les niega el empleo, los apoyos económicos y los préstamos, lo que las orilla a buscar un ingreso en el trabajo sexual.

Cabe destacar que la Oficina del ACNUDH previamente ha solicitado a los Estados, reconocer que las personas LGBTI se encuentran particularmente entre las más vulnerables en esta crisis, y tomar medidas específicas para garantizar que se las tome en cuenta y que se escuchen sus voces al abordar la pandemia.

Por otra parte la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, parte del concepto de" violencia por prejuicio" para entender la violencia que es ejercida contra las personas que se perciben como trasgresoras de las normas tradicionales de género, del binomio hombre/mujer, y cuyos cuerpos difieren de los cuerpos “femeninos” y “masculinos” estándar.