24 de marzo de 2021

El Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM) detectó diversas inconsistencias e irregularidades en el manejo del Programa Salario Rosa, como parte de la Cuenta Pública 2019, calificándolo de "ineficaz e ineficiente" debido ad la falta de claridad tanto en sus reglas de operación como en sus resultados.

SALARIO ROSA, REPROBADO

Los actos de fiscalización al Salario Rosa revelaron, por ejemplo, que hubo duplicidad de beneficiarios en el programa de apoyo a jóvenes; no existe certeza de que la ayuda económica y servicios se hayan destinado a la población objetivo y que el padrón de beneficiarias no es confiable.

El problema inicia con el Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social (CEMyBS), instancia a cargo del programa, ya que no cumplió con las disposiciones normativas en el ejercicio revisado por el OSFEM (2019).

Concretamente, el CEMyBS no posee un diagnóstico estructurado para la implementación del programa de desarrollo social, con base en criterios de viabilidad y de focalización sobre las zonas de atención prioritarias. Esto, evidentemente, hace que no pueda establecer un orden en la prioridad de las personas a las que pretende ayudar.

Consecuencia de ello es que sus reglas de operación ni siquiera pueden satisfacer los aspectos mínimos relevantes establecidos en la normativa.

Además, a pesar de ser el programa insignia del gobierno estatal, no tiene una categoría específica dentro de la Estructura programática del Gobierno del Estado de México. Esto se ha documentado en algunos Fact Checking de este portal. Esta carácterísitica denota una enorme falta de transparencia puesto que impide la obtención de información oportuna y certera sobre sus resultados y la administración de sus recursos, así como la evaluación de sus beneficios económicos y sociales.

Por si fuera poco, y como de igual manera se ha reportado múltiples veces en este portal, la población que supuestamente se beneficiaría del programa no tiene un registro que permita saber cuántas personas se han beneficiado. Ni siquiera se acreditó que los apoyos se destinaran a mujeres de bajos recursos, como supuestamente promete el programa. Obviamente, esta situación hace pensar que los montos de los apoyos se entregaron discrecionalmente.

Además, el OSFEM encontró que el Padrón de beneficiarias del programa social presenta información incompleta y ésta carece de calidad, por lo que los registros contenidos no fueron confiables, ya que de los 26 campos obligatorios a ser requisitados por la entidad fiscalizada para integrar dicho padrón, en 16 rubros se identificó información inconsistente (9) o la ausencia de registros (7); por lo que no existe certeza de que los apoyos y servicios del programa se entregaron a su población objetivo.

De las 56,913 mujeres que fueron registradas como beneficiarias en el padrón del programa social, el 68.0 por ciento (38 mil 700 personas) recibió apoyos económicos en 3 ocasiones, mientras que el 32.0 por ciento (18 mil 213 personas) fue beneficiado en 2 ocasiones, lo que significó la realización de 152,526 transferencias de recursos monetarios a la población beneficiaria mediante la Tarjeta salario rosa. Cabe destacar que los expedientes de las beneficiarias no contienen evidencia suficiente, competente, relevante y pertinente, que acredite que las mujeres beneficiarias recibieron dichas transferencias de recursos monetarios.

En otra manifestación de opacidad, el CEMyBS no presentó en la Cuenta Pública Estatal 2019, información suficiente de tipo económica, presupuestal y programática, relativa al Salario Rosa. Esto hizo imposible al OSFEM valorar su cumplimiento del objetivo general.

Más grave aún fue que en algunos casos los apoyos estuvieron condicionados, además de que se identificaron anomalías de temporalidad, frecuencia, montos y/o cantidades de los apoyos económicos en las encuestas de aplicación.

Todo esto ocasiona que el OSFEM califique de ineficaz y de ineficiente tanto el CEMyBS como la ejecución del Salario Rosa.

Héctor Castañeda