10 de abril del 2023


La tala clandestina es un fenómeno que atenta contra los bosques de agua y que no se puede dar sin la complicidad de autoridades del gobierno estatal y gobiernos municipales, y sin la corrupción que involucra a las tres entidades de gobierno, denunció el diputado local de Morena, Max Correa Hernández, al destacar la importancia de un cambio de régimen en el Estado de México para ponerle alto a este contubernio que hasta hoy se mantiene.

“No podrían tener su despliegue como lo hacen sino hubiese complicidad con las autoridades, con las policías municipales, que a veces son ellas mismas las que van custodiando los camiones que sacan la madera en rollo en la madrugada o en altas horas de la noche, como verdaderos rateros en la oscuridad, saqueando y destruyendo esta riqueza de nuestro estado” acusó.

Señaló que los municipios que conforman el gran bosque de agua del Estado de México, principalmente Tlazala, conocido como Isidro Fabela, Xonacatlán y Jilotzingo, región que produce gran cantidad del agua que se consume en el Valle de México y es un gran tesoro, presentan altos índices de tala clandestina, por lo que advirtió la urgencia de restaurar y proteger esas zonas forestales.

Aseguró que la propuesta de Morena si gana las elecciones, es impulsar un histórico plan de reforestación, en el que pueden participar los mexiquenses, ante la severa crisis de agua que enfrenta la entidad.

Refirió que, en los recorridos por las carreteras “vemos a los lados muchos letreros de se vende terreno, vemos a pie de carretera la tala indiscriminada de los bosques, y hay una vorágine de devastación por los intereses económicos de estos grupos que actúan como una verdadera delincuencia organizada” sin que las autoridades, que ya se van, hagan algo, denunció.

El legislador señaló que, en el bosque de agua de esta zona, se localiza más del 10% de la biodiversidad del país, el parque otomí mexica, es un lugar que ha estado severamente en riesgo por el interés de la mafia inmobiliaria y los talamontes.

En el caso de Huixquilucan, explicó, la comunidad que vive en este territorio son pueblos originarios, son comunidades indígenas, muchos de ellos tienen títulos virreinales, se les concedieron en su momento reconociendo sus territorios, pero con la reforma agraria las acciones de reconocimiento y titulación de estos bienes comunales fueron desdeñadas y a la fecha muchos de ellos siguen todavía en los tribunales unitarios agrarios peleando el reconocimiento de estos títulos virreinales.

Con la Reforma Agraria se afectó sus tierras a las comunidades, formando nuevos ejidos y generando la confrontación entre los pueblos, incluso entre las propias familias porque mientras unos eran comuneros, otros se hicieron ejidatarios, de esta manera era darle atole con el dedo a los pobladores para desviar la atención y cubrir el interés de algunas familias influyentes políticamente que protegían las presuntas propiedades en estos terrenos comunales, apuntó. No obstante, dijo, estos pueblos han mantenido sus usos y costumbres, en cada comunidad existe un representa de bienes comunales, como en el caso de Huixquilucan, hay comisariados de bienes comunales y ellos tienen dentro de sus tareas, el defender sus bosques, sus aguas, su territorio y cuando ellos ejercen esa función que es un mandato de sus comunidades.

Saff Redacción