Este miércoles arrancará el cómputo distrital de la contienda, además de que la presidenta del IEEM, Amalia Pulido, ha anunciado la apertura del equivalente a un cuarto de los paquetes electorales, por lo que no debemos descartar posibles maniobras de última hora por parte de su partido.

No obstante y de confirmarse los resultados que ya se avizoraban en las encuestas desde el año pasado, Gómez Álvarez se perfila sobre todo a ser la primera jefa del ejecutivo de izquierda en una entidad marcada por un desempeño clasista, clientelar, elitista y altamente corrompido de 94 años de gobiernos de derecha disfrazados de revolucionarios.

El triunfo de Delfina, además, deja al desnudo la ineficacia absoluta de la campaña desarrollada por su oponente y construida sobre escenarios inexistentes, alejados de la realidad ciudadana y con narrativas tan absurdas que dejaban con la ceja levantada a audiencias completas, arrastradas ahí por la fuerza o por necesidad, valga decirlo.

El discurso de la supuesta "destrucción catastrófica" que le compró la candidata del PRI a la oposición "emergente" construida con los millones de Claudio X. González, termino por conducirla a su propia catástrofe, y seguirá siendo una estrategia fallida por la simple razón de que es falsa, tanto o más que el cuento del "dictador" que ya muy pocos se tragan.

Así, empeñados en desfigurar la realidad y navegando por escenarios inexistentes, el fracaso del PRIANISMO para el 2024, podemos anticiparlo desde ya. La profunda incapacidad de Alejandra del Moral y su búnker de campaña para enfrentar la realidad de Edomex y a partir de ahí construir una propuesta razonable y basada en diagnósticos honestos, solo explican parte de su derrota.

La otra está en el hartazgo, rezagos, pobreza y profunda corrupción que dejó su partido tras más de nueve décadas, centrado sobre todo en los últimos cinco sexenios, en abastecer con recursos públicos a sus privilegiadas elites, cada vez más reducidas como indecentes y multimillonarias.

Pero como dejar de mencionar también la perversión de valores éticos y sociales tan apreciados en nuestra sociedad que se usaron en la campaña priísta para transgredirlos y revestirlos de nuevos significados, es así que el llamado a ser "valientes" para corromperse y romper las reglas y las leyes, terminó no solo por violentar principios, sino también por generar una repulsión generalizada de mexiquenses de a pie que comprendieron el embute, pues constituía un franco ataque al sentido común, y una afrenta a lo bueno y correcto, sencillamente.

Quedo claro también que una campaña basada en mentiras, falsedades, cinismo y desvalorización del adversario, por más dinero público que involucre no dará resultados, al menos ya no en Edomex...confiemos.

Son muchas las lecciones que tendrán que digerir las adineradas familias priístas para intentar regresar al ruedo, pero dada la normalización de la corrupción que se encuentra en su base, en su percepción, en sus células pues, será difícil que siquiera intenten entender.

Por otro lado de que sirve a las sociedades tener "políticos profesionales" como presumía la candidata en sus discursos, incluso con posgrados en las más reputadas universidades del mundo, si en su ADN no hay una pizca de dimensión social ni un grado siquiera de compasión por el dolor del otro, más allá del uso electorero e inmoral de las personas y del saqueo de los recursos públicos como objetivo central de sus agendas.

¿Hacer política para qué, para quienes?

Para cerrar.

Sin duda y al margen de las grandes lecciones que deja el 4 de junio (incomprensibles aún para el priismo y el panismo extremadamente corrompidos en Edomex), la lección más grande y significativa que pudimos recibir fue la de la gente.

Los sufridos mexiquenses sometidos durante los últimos 30 años sobre todo, al saqueo y depredación sistemática de sus recursos, de sus familias y de su patrimonio, demostraron que nunca sera tarde para sacudirse al opresor, así sea con una silente e inesperada revolución de urnas.

Felicidades al auténticamente valiente pueblo Mexiquense!

Hasta la próxima