2 de octubre


En su primera conferencia matutina como nueva titular del Poder Ejecutivo, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum,hizo la declaratoria oficial de la masacre de 1968 como un crimen de "lesa humanidad", por lo que firmó un acuerdo de "reconocimiento y de no repetición", sin embargo el evento también destacó por no incluir un plan de justicia para llevar a juicio a los perpetradores que sobreviven -alrededor de 40-, mientras que la declaratoria no impidió que la Marcha por el 68, se llevara a cabo y miles de estudiantes salieran a recordar la fecha y la enlazaran por el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, ocurrida en 2014.

Docenas de manifestantes incluyeron recordatorios condenando a López Obrador por haber encubierto al Ejército Mexicano en esta última masacre, en la cual también hubo participación de grupos de narcotráfico con los cuales soldados y mandos militares -ademas de policías y otras autoridades federales, estatales y municipales- actuaron de manera orquestada el 26 de septiembre de 2014, como lo reportaron investigaciones oficiales -con pruebas periciales-, investigaciones periodísticas e incluso la propia Comisión de la Verdad para el Caso Ayotinapa, que encabezó Alejandro Encinas, aunque luego AMLO sin pruebas desconoció para exhonerar al Ejército y repitiendo así la historia del 68, la cual que también permanece impune pese al reconocimiento realizado ahora por Sheinbaum.

En el caso del acuerdo presidencial por los hechos sangrientos de hace 56 años signado por la nueva presidenta de México, el documento indica solo las disculpas públicas y la no repetición -incluyendo el respeto a las distintas formas de expresión-, pero no un plan para llevar a juicio a los responsables que aún siguen con vida. El acuerdo señala:

Artículo 1. En nombre y representación del Estado mexicano se reconoce políticamente que los actos de violencia gubernamental perpetrados el 2 de octubre de 1968 en contra de integrantes del heroico movimiento estudiantil fueron constitutivos de un crimen de lesa humanidad como fue reconocido por el entonces presidente de la República y comandante supremo de las fuerzas armadas Gustavo Díaz Ordaz.

Artículo 2. Se instruye a la titular de la Secretaría de la Gobernación para que en nombre y representación del Estado mexicano se ofrezca una disculpa pública por esa grave atrocidad gubernamental a las víctimas, a sus familiares y la sociedad mexicana en su conjunto.

Artículo 3. En nombre y representación del Estado mexicano, el Poder Ejecutivo a mi cargo se compromete a garantizar la no repetición de atrocidades como a las que se refiere el presente acuerdo: actos de represión, actos de privación ilegal de la libertad; uso de las Fuerzas Armadas contra la población; utilización de cárceles clandestinas, torturas u otros tratos crueles o degradantes”, indicó Ernestina Godoy durante la lectura del mismo.

Posteriormente la nueva titular de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), Rosa Icela, cumplió en el acto con el ofrecimiento de la "disculpa pública". Algunos opinadores y medios destacaron la carencia de un plan integral para "hacer justicia", y llevar a juicio a parte de los perpetradores que aún sobrevivien.

En una conferenca paralela realizada en el contexto de la manifestación anual por la matanza de estudiantes hace 56 años en Tlaltelolco, integrantes del Comité del 68, advirtieron que hay perpetradoresde la masacre que aun sobreviven y deberían ser llevados a juicio. Advirtieron que el acuerdo presidencial "se debe traducir en acciones concretas contra los responsables", dijo Felix Hernández en representación de integrantes del comité.

También consideró que la disculpa del nuevo gobierno debe ser extensiva a todos los movimientos sociales que han sufrido la represión del Estado mexicano.

Por otra parte, las calles de la Ciudad de México se desbordaron con motivo de la marcha nacional para recordar los hechos angrientos del 68. En el recorrido que hicieron miles de jóvenes procedentes de escuelas y movimientos sociales de todo el país se hicieron actos de protesta; también se incorporaron grupos identificados con el movimiento anarquista llamado "bloque negro".

Este sector realizó fuertes protesta que incuyeron ataques con palos, piedras y petardos a distintos edificios y equipamiento público, también algunos estuvieron atacando las cámaras de seguridad localizadas en calles y negocios del centro histórico.

En la marcha se reinvindicaron las luchas estudiantiles del movimiento del 68 -justicia y no represión- pero también se recordó la impunidad prevaleciente en el caso de los 43 desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa y la impunidad prevaleciente en el caso -de manera deliberada- por el expresidente Andrés Manuel López Obrador quien exoneró al Ejército Mexicano públicamente, pese a las pruebas científicas, testimoniales y materiales que involucran directamente a las Fuerzas Armadas en la persecución, tortura y desaparición de normalistas.

Por ello al final de la marcha, frente Palacio Nacional se exigió justicia para los 43 normalistas de Ayotzinapa.

A lo largo de la manifestación pudieron observarse mantas, cartulinas, pintas y toda clase de mensajes acusando la implicación de integrantes del Ejército Mexicano en la represión de Ayotzinapa, tal como lo estableció el informe de la Comisión de la Verdad que encabezó Alejandro Encinas, los informes del Grupo Interdisciplinario de Expertos (GIEI) e informes de organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Pese a todo ello, López Obrador emprendió una campaña al final de su gobierno para exhonerar sin pruebas al Ejército y usando solo su popularidad en la conferencia Mañanera.

Si desea conocer más detalles de este acto ilegal e inmoral de López Obrador en el caso Ayotzinapa, puede seguir el siguiente link:

https://www.theobserver.mx/2024/09/26/la-instruccion-en-el-caso-ayotzinapa-no-tocar-al-ejercito-revelan/