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¿De verdad las mujeres son garantía de mejora, trasparencia y eficacia?, en Edomex las evidencias decepcionan

PLUMAS

Por: Tere Montaño


Mujeres en la Administración Pública y cargos públicos ¿Garantía?


Poder al Centro



Publicado originalmente el 21 de agosto 2024

Nota adicional: Esta columna ha sido removida por ataques cibernéticos en tres ocasiones desde su publicación y esta es la cuarta vez en que la republicamos.


Pareciera que la llegada de las mujeres a la administración pública se ha puesto de moda y eso es bueno, sobre todo al arribar a los cargos públicos de mayor poder por los que esperamos siglos. No obstante resulta importante no dejarse obnubilar por el entusiasmo ni perder el sentido crítico. Me explico. Para ello les platicare una anécdota que me dejo impresionada desde que ocurrió si bien recuerdo en 2016, durante el gobierno de Eruviel Ávila, hoy aliado de Morena y -técnicamente- también de Delfina Gómez. Dato para tener en cuenta.

Bien. Fue en una entrevista con Damian Canales Mena, uno de los tantos jefes de seguridad que tuvo el exgobernador hoy amigo de los morenistas y eventual senador o diputado federal aliancista. El contexto es importante. Recordemos que fue el propio Eruviel Ávila que promovió la creación de los primeros cuerpos de seguridad integrados exclusivamente por mujeres y que dejó a ellas de manera exclusiva la función de cobrar las multas mediante el uso de esos aparatos especiales en los que también se invirtieron grandes sumas, bajo la teoría del mandatario de que según él las mujeres son más honestas y que con ello se acabaría de golpe con uno de los principales problemas de corrupción y extendida de los ciudadanos: la corrupción policiaca.

Según los cálculos del exmandatario con la conformación de estos cuerpos de seguridad conformados solo por mujeres se terminaría el problema de las extorsiones en la policía mexiquense y de paso no vendía el tema de la "inclusión" como algo positivo e inédito en un momento en el que Eruviel era cuestionado severamente por la violencia feminicida que se desbordó en su mandato.

A un año quizás de que la medida estaba en marcha me tope de frente con el funcionario. La cuestión era simple: ¿La llegada de las mujeres policías en el manejo exclusivo del cobro de multas vehiculares, ha servido de algo?, ¿Realmente han bajado las quejas por extorsión o corrupción policíaca por parte de los automovilistas?, le solté.

El jefe de la seguridad sonrió ligeramente y movió la cabeza de un lado a otro, en un gesto que anticipaba la respuesta: “Hemos recibido quejas de que también extorsionan e incluso que son muy duras. Y no, desafortunadamente tenemos un aumento de las quejas contra policías en alrededor de un 10%”, me respondió sin ocultar para nada la decepción.

El ejemplo más vivo de que las mujeres podemos ser buenas pero también las peores en ciertos campos, lo tenemos enfrente. Antes de ir ahí recuerdo como una de las víctimas indirectas –mujer también- de la criminalización masiva de personas inocentes que se montó desde el gobierno de Arturo Montiel y que Eruviel Ávila perfeccionó para atiborrar las cárceles y maquillar las cifras de la impunidad prevaleciente, recién me platicó como en el juicio a sus tres hermanos más de diez jueces pasaron por el expediente pero ninguno se enteró nunca de manera íntegra del caso.

De hecho ninguno se preocupó por hacer justicia verdadera, solo administraron y firmaron acuerdos que les pasaban sus secretarios. En ese lapso desecharon todas las pruebas y testigos de la inocencia de los hermanos Santiago Lorenzana. Al final llegó la última jueza de nombre Verónica Contreras Marín para dictar la sentencia final y condenar tres vidas de personas inocentes –torturadas en extremo-.

Así cerró el caso tras más de diez años pero sin hacer justicia y de eso ella es responsable junto con los demás jueces, secretarios y agentes ministeriales y policías involucrados directa e indirectamente en este que es uno de los peores casos de "justicia a la mexiquense" que se tienen documentados.

El otro ejemplo claro que sufren a diario los mexiquenses de que las mujeres en el poder o la administración pública no son garantía de nada es el de la propia gobernadora Delfina Gómez Álvarez quien arribó por vía de Morena con un triunfo arrollador impulsado por miles y miles de ciudadanos, que apostaban a un cambio tras 94 años de gobiernos priístas.

Pues bien, Delfina Gómez no solo ha sido incapaz de impulsar un auténtico cambio para desmantelar el estado de corrupción extendida que heredó de los gobiernos del Grupo Atlacomulco sino que terminó por fusionarse con este, tanto que montó su gobierno sobre los mismos programas, estructuras y redes de funcionarios del corrompidos que prometió combatir.

Un ejemplo tangible. Tras su arribó nombró como secretaria de finanzas a Paulina Moreno García, una servidora pública que venía del gobierno federal, pero que en su trayectoria estuvo impulsada por Rodrigo Jarque Lira, el secretario de finanzas de Alfredo del Mazo Maza, quien fue su jefe directo en BANOBRAS y ella -Paulina Moreno- su subalterna- cuando Jarque Lira fungió como director general. De hecho no fue el único caso. Operativamente los mismos funcionarios del gobierno Delmacista siguen trabajando...

Pero en la práctica tenemos una administración tan deficiente que no puede siquiera administrar de manera eficiente las tragedias que le sobrevienen de vez en vez a una población atrapada entre el crimen organizado y los gobiernos incompetentes como ocurrió en la masacre de Texcapilla -que se pudo evitar ya que se comprobó que los campesinos lanzaron llamados de auxilio a áreas de gobierno con cuatro horas de anticipación-, o ahí están las inundaciones en Valle de Chalco, cuya población ya va por un mes bajo el agua, sin que la mandataria logre armar algo eficiente.

Ejemplos sobran en este año: Tuvo la oportunidad de darle la vuelta a la corrupción en las universidades públicas dependientes del GEM y que controlan los rectores priístas a los que Morena desde el Congreso Local acusó una y otra vez de corrupción, pero a los que se sometió en cuanto arribo al poder; universidades que además tienen sometidos a los alumnos y maestros honestos; también ha sido incapaz de dar justicia a las mujeres que por casi un año permanecieron afuera de palacio exigiendo justicia por casos de tortura y montajes jurídicos con pruebas en la mano… No le importo, ni le importa.

Podría ser entendible claro, si no son tus hijos, o hermanos o esposos, de hecho no tienen por qué importarte, solo que ese pensamiento es de una mujer común, no de alguien que se dice Estadista de izquierda -no se supone que Edomex tiene el primer gobierno progresista... es pregunta-; más si llegaste tras un gobierno de un mismo partido que duró 94 años en el poder, a manera de dictadura local.

También lo vimos en las manifestaciones de campesinos que se plantaron en la autopista de Atlacomulco exigiendo a Delfina cumplir su palabra y recuperar el tramo mexiquense de la carretera Panamericana que privatizaron los Del Mazo, ignorándolos por completo; o cuando los trabajadores del Estado le pidieron democratizar su sindicato (SUTEYM) y se negó a hacerlo, perpetuando al minidictador que lo controla torciendo la ley con la anuncia de Delfina –incluso hay fotos de las reuniones entre ambos que filtraron los trabajadores, alertando lo que venía-.

En fin que está visto que las mujeres sin auténtica vocación humanista y de servicio, no son capaces de nada al igual que los hombres, sean políticas, policías o maestras...

Lo que queda claro es que sea una cosa o la otra, hombres o mujeres, sin honestidad aquí si verdadera y vocación natural hacia el bien común y el uso decente de la política –como medio para mejorar a la humidad-, unos y otros no pasaran de ser títeres de las circunstancias y las personas, de rellenar sus cuentas bancarias pero de hacer historia, nada.

Lamento por quienes lo creyeron.

Para irme: Tampoco nos hacemos tantas ilusiones con el arribo de Sheinbaum a la presidencia, pero obviamente hay esperanza. Dudamos por la prolongación de la riesgosa política de la militarización en la administración pública –que puede terminar en cualquier momento en un golpe de Estado- y por la amnesia de Claudia al olvidarse de las víctimas. De nada nos sirve un país lleno de madres que reciben despensas mensuales, pero con hijos desaparecidos…

Mi pronóstico: Si Claudia Sheinbaum va a gobernar México como Delfina Gómez gobierna el Edomex… estamos perdidos.

Hasta la próxima

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