Pareciera que de forma automática cuando se habla del PRI llega la imagen mítica, histórica, institucional con la que muchos crecimos y al hacer la revisión más básica nos damos cuenta que es justamente lo contrario para lo que lo concibieron sus fundadores de llevar la “justicia social” a las clases más necesitadas como acordó el constituyente de 1917.

Por el contrario: en la medida en la que tomaba forma el neoliberalismo a mediados de los 80, se alejaban cada vez más los ideales de la Revolución Mexicana y se acercaban más al de los intereses del capital especulativo internacional consagrados en los 10 puntos del Consenso de Washington de 1989, que en suma se trata de llevar la riqueza de los países a unas pocas manos mediante el control de sus gobiernos.

Si para 1982 no se avizoraba aún este tipo de práctica depredadora, para 1988 con la llegada de Carlos Salinas de Gortari y su “Grupo Compacto” se liberaron los demonios en México. Se inició la entrega del control de la economía nacional a los intereses estadounidenses formalizados en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

La fiesta del neoliberalismo había comenzado y las políticas de libre mercado que promovía Salinas en México y otros países del mundo tenían un encanto que pronto contagió en otras latitudes y a la fecha con los mismos resultados: pobreza, endeudamiento impagable, caída de sectores productivos, delincuencia, entre otros.

Analistas argumentan que con el TLCAN y su antecedente el GATT –Acuerdo General de Aranceles y Comercio firmado con de la Madrid- México incrementó por mucho el valor de sus exportaciones y tuvo acceso a nuevos mercados y productos. Esto suponía riqueza para las familias mexicanas, su entrada al primer mundo: el tiempo echó por tierra ese sueño anhelado y nos despertamos de pronto con una clase media que se fue a la pobreza y los que eran pobres se volvieron miserables.

Salinas de Gortari causó un gran revuelo cuando anunció en el aniversario 83 del PRI el nuevo rumbo que tomaría ese partido: el liberalismo social. Sectores tradicionales, ideólogos y gente de la vieja guardia del Revolucionario Institucional se opusieron de inmediato porque sabían que se trataba de un sistema que tenía como eje el interés de las empresas porque –en teoría- su prosperidad traería riqueza a todos. Al final no les quedó otra más que alinearse y cumplir con esa terrible disciplina priísta.

El Grupo Compacto de Salinas integrado por su secretario de Hacienda Pedro Aspe, Emilio Lozoya, Jaime Serra Puche y Manuel Camacho Solís daría marcha atrás a las conquistas sociales ganadas desde la Revolución Mexicana. Se encargarían en primer término en achicar al Estado desincorporando empresas paraestatales.

Siguiendo los lineamientos de ideólogos del libre mercado como Hayek, su alumno Milton Friedman y la Escuela de Chicago, empezaron a cavar la tumba del Estado de Bienestar implementado por los gobiernos del General Lázaro Cárdenas hasta José López Portillo, lapso en el cual y pese a tropiezos y malas decisiones México logró avances importantes en todos los sectores y de lo cual el PRI podía presumir.

El PRI actual no tiene nada qué presumir, por el contrario, a lo largo de casi cuatro décadas ha acumulado una larga lista de agravios contra los mexicanos y la Nación mismos que pese a la indignante cantidad de dinero gastado en publicidad no logran borrar la terrible realidad que vive la mayor parte de los mexicanos.

Si bien se puede argumentar que después del sexenio de Ernesto Zedillo hubieron 12 años de gobiernos del Partido Acción Nacional, al panismo no le costó trabajo continuar en el sistema neoliberal y su ejercicio de gobierno sólo fue matizado por nuevos escándalos de corrupción y su inclinación por gobernar con la iglesia.

En el fondo mantuvieron la misma línea regresiva de Salinas y Zedillo. La esperanza de la gente en el partido de la alternancia se diluyó rápidamente porque en lugar de revertir el deterioro de la calidad de vida de la población, lo acentuaron y con nuevos ingredientes como la intromisión de la Iglesia Católica en el gobierno.

El daño causado por el nuevo PRI salinista estaba hecho y sigue vigente hasta la fecha.

Llanto
Lamentable y preocupante que Luis Ignacio Lula da Silva esté encarcelado por un supuesto acto de corrupción -que no está muy claro- para dejarlo fuera de la carrera presidencial en Brasil. El poder del neoliberalismo.

Alegría
Afortunadamente cada vez más personas tienen la conciencia del cuidado animal y esterilizan a sus perros y gatos; asimismo, es positivo que cada vez haya más campañas de esterilización como la que realizará la UAEM en su Campus Universitario el Cerrillo ubicado a la salida norte de Toluca.

Charada
Sigo preguntándome por qué no se actúa como en otros países en el caso Odebretch. Dicen Presidencia que están investigando.