Tijuana, Méx.- Con cuatro contrincantes, el segundo debate entre candidatos a la presidencia de la República, se convirtió literalmente en un cuadrilatero, en el que por primera vez todos se subieron al rig, pero sin que ninguno lograra un “knock out” definitivo o de gran impacto, con acusaciones cruzadas de corrupción, mentiras y embutes que desdibujaron las propuestas en materia de comercio internacional, migración y política exterior.

En el segundo debate, convertido en batalla campal, Ricardo Anaya y José Antonio Meade, salieron al escenario en tono porril, reciclando los mismos señalamientos contra Andrés Manuel López Obrador, que en el anterior debate, aunque en esta ocasión, el puntero en las encuestas se vio más avezado para reaccionar y prácticamente devolvió los ganchos aplicando calificativos severos al candidato del PRI, José Antonio Meade, y al del PAN-PRD-MC, Ricardo Anaya, hasta meterlos en el mismo costal...

En materia de política migratoria y migración, el candidato puntero en las encuestas destacó dos propuestas: convertir los 50 consulados que operan en Estados Unidos, en fiscalías dedicadas a la protección y defensa de los mexicanos radicados en Estados Unidos, además de reiterar su postura de llevar el tema del abuso migratorio y las deportaciones masivas, a los tribunales y organismos internacionales en materia de protección de derechos humanos.

En su diagnóstico del problema que enfrenta México ante la política migratoria de Estados Unidos, López Obrador aseguró que el principal problema que tiene el gobierno mexicano es que “no cuenta con calidad moral”, pues se trata de “gobiernos corruptos”.

Por su parte José Antonio Meade, quien desplegó un gran conocimiento sobre el tema internacional debido a sus anteriores cargos en el gobierno de Enrique Peña Nieto, admitió de manera tácita, que se equivocó la administración peñista cuando recibió a Donald Trump siendo candidato, pues sostuvo, ante el público tijuanense que padece las migraciones: “no les volveré a fallar”.

En ese punto y a pregunta expresa de los conductores del debate, José Antonio Meade defendió al gobierno de Enrique Peña cuando invitó a Trump a visitar México, pues sostuvo que para ese momento fue la mejor decisión, no obstante tanto AMLO como Anaya, aseguraron que justo en ese momento, “comenzaron los problemas” que hoy padecen miles de familias que están siendo deportadas o separadas.

En materia de economía, destacó la propuesta de Jaime Rodríguez “El Bronco” para elevar a más de 300 pesos el salario mínimo, mientras que José Antonio Meade solo admitió que el actual salario es insuficiente y Ricardo Anaya, de la coalición “Por México Al Frente”, propuso subirlo a cien pesos en su primer año de gobierno, con incrementos paulatinos posteriores.

Desde el primer round Anaya y Meade actuaron como dupla e intentaron atrincherar en las cuerdas a un AMLO que ahora lució menos en las propuestas, pero que igual se puso los guantes y se defendió en paquete...

Ante señalamientos de mentiroso e insinuaciones de “falta de transparencia” nuevamente por el supuesto manejo personal de los recursos del partido, el puntero en las encuestas miro de frente a ambos y les dijo “farsantes”, e incluso los metió al mismo costal, lo que a Meade no le gustó y pidio “con respeto” que no lo metiera “a la misma canasta”.

También ante el cuestionamiento de “¿economía abierta o cerrada?, AMLO resumió que se protegerá el campo mexicano frente a la política exterior, tal como lo hizo Estados Unidos en el Tratado de Libre Comercio con sus productores; ofreció reducir a la mitad el IVA, quitar los impuestos en gasolina y reducir el pago de Impuesto sobre la renta a los trabajadores y pequeños empresarios.

Por su parte, Meade se pronunció por la liberación de las inversiones, generar puertos, carreteras y comprar barato en el exterior, pues aseguró que “cerrarnos, provocará la pérdida de empleos”.

También Ricardo Anaya propuso bajar el IVA a la mitad y dejarlo como estaba antes de que el PRI lo aumentara, entre otras medidas.

En cuanto a la seguridad fronteriza, el que mayor conocimiento desplego, fue el priísta José Antonio Meade, al admitir que no hay protocolos de armas en las aduanas y no se revisan los vehículos, lo cual facilita el tráfico de armas, sin embargo aseguró que de ganar la presidencia de la República logrará blindar la frontera con Estados Unidos, en el primer año de gobierno, para frenar también el paso de drogas y las extorsiones.

En el tema El Bronco ofreció implementar “operativos encubiertos” y usarlos para también combatir el tráfico internacional de niñas y personas en general.

En diversos momentos, los dos periodistas que dirigieron el debate, tuvieron que poner en orden a José Antonio Meade que intentó en diversos momentos tomar el control de las preguntas, por lo que fue necesario llamarlo a orden y guardar silencio para escuchar los planteamientos de León Krauze, primero y Yuriria Sierra, después, ante las muecas de inconformidad del priísta.

En algún momento y tras varios minutos de tensión derivados del tono provocador y burlón de Ricardo Anaya y las sorpresivas acusaciones de José Antonio Meade, cuando sacó a relucir el nombre de Nestora Salgado, candidata de Morena al Senado –y quien ha denunciado públicamente a Meade por alusiones anteriores-, surgieron momentos de humor cuando la conductora los invitó a darse un abrazo, a lo que AMLO accedió, pero advirtiendo que se tendría que “cuidar la cartera”...

Al cierre del segundo debate y de acuerdo a medios de comunicación como Sin Embargo, AMLO continuaba reteniendo, de acuerdo a sondeos, las preferencias, pese a que bajo su lucimiento en el ejercicio.

Mary Delgado