Los delegados federales son una extensión de las dependencias federales con oficinas en las ciudades más importantes de todos los estados del país.

De acuerdo con el Artículo 17 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal (LOAPF), cada secretaría y dependencia del Estado puede contar con delegaciones federales para asegurar que los trámites y funciones que les competen puedan ser llevadas a cabo, ya sea por estado o por regiones que abarquen más de una entidad.

El problema deriva del hecho de que cada secretaría y dependencia tiene una plantilla de servidores públicos tan difusa que muchos trámites terminan complicándose, además de, por la complejidad de la estructura, prestarse a acontecimientos de corrupción.

Es por ello que su eliminación obedece al plan de austeridad impulsado por López Obrador, pues el gobierno federal gasta 181 millones 622 mil pesos mensualmente en el pago de nóminas de 4 mil 604 empleados de las delegaciones repartidos en las 32 entidades federativas. En promedio, un delegado federal gana 104 mil pesos brutos al mes.

Ello sin contar que muchos delegados se encuentran en una situación de opacidad muy profunda, pues en algunas secretarías o institutos ni siquiera existe un directorio para las delegaciones en los estados en las propias páginas de algunas secretarías federales, imposibilitando conocer el nombre del delegado, sin contar el de sus subalternos.

El día de hoy, en conferencia de prensa afuera de su casa de transición, López Obrador defendió su decisión de sustituir la plantilla de delegados federales por un coordinador general en cada estado. El argumento del virtual nuevo presidente es que el coordinador será el representante del gobierno federal, lo que hará más sencillo llevar los trámites necesarios de las dependencias porque “a no se van a entender con tantos, sólo va a ser un delegado del gobierno federal en cada estado” En el Estado de México, pese a que se calculan cerca de 60 delegados federales, solo fue posible rastrear 30, derivado de la falta de transparencia con la que se manejan los directorios de las dependencias.

Estos son los delegados cuyo cargo peligra a partir del 1 de diciembre.