Si bien la pequeña empresa logró su objetivo, el responsable del operativo vio abrirse un nicho de mercado que ya venía explorando desde hace ocho años, al observar que las bolsas de plástico asfixiaban el medio ambiente y habían inundado las actividades humanas mínimas, de forma lesiva.

Por eso recién en el primer cabildo abierto de Toluca, el experto en bolsas, Alberto Moreno, propuso al gobierno municipal, un ambicioso proyecto que conecta la necesidad de remplazar las bolsas de plástico utilizadas por millones en la capital, la nueva prohibición de regalarlas en los comercios y la necesidad de empleo entre los jóvenes.

Pocos le entendieron, a muchos confundió, pero en medio de su atropellada exposición de cinco minutos, logró captar la curiosidad del alcalde Juan Rodolfo Sánchez Gómez y la de un par de regidores, para intentar establecer acciones que permitan hacer realidad el sueño de este odontólogo de profesión y emprendedor nato.

Alberto Moreno, es empleado de una empresa de marketing y en materia de bolsas sabe que, para lograr desplazar los millones de bolsas de plástico de un solo uso, por otras de larga duración y fácil degradación, deben cubrirse aspectos básicos que van desde el diseño, el tamaño, el material y el destino de uso, entre otras, además de su bajo costo.

Otro aspecto, dice, que debe cuidarse, son los canales de distribución, y ahí justo, podrían entrar los jóvenes -él propone estudiantes de bajos recursos-, para ofrecer las bolsas ecológicas que deben sustituir de ya, las de plástico, directamente en los domicilios y en base a un detallado plan de cobertura, que ha mapeado en su cerebro, con apoyo de información del INEGI. Tiene cubiertos todos los flancos.

Asegura que ha estudiado a detalle, algunos intentos similares que se han hecho en otras partes del país, como Querétaro, pero que no han funcionado, justo porque no han ofrecido un programa paralelo de abasto de bolsas sustitutas.

Por eso Alberto llegó al cabildo cargando un par de bultos llenos de ideas y alternativas en materia de artefactos para llevar y traer cosas: las hay de tela degradable en diversos colores, impresos y diseños; las de yute que ahora están tan de moda en organismos como INFOEM o el IEEM, o de papel, al estilo gringo. También las hay incluso para usar como portafolio -muy mexicanas- y de tela de costal de azúcar.

Considera también que debe contarse en los hogares y negocios con bolsas especiales para ciertos giros y usos, por ejemplo, con cierto diseño y dimensiones para las panaderías, otras para el mandado -con mayores dimensiones y capacidad de peso-; otra para cargar los vegetales -como las de yute- y otras "elegantiosas" para cargar lunch, ir a la oficina o llevar los zapatos de descanso.

La apuesta la dio el cabildo para terminar con el abuso de desechables y bolsas de plástico, la alternativa la pone Alberto Moreno y sus conocimientos de marketing aplicados a una necesidad social, los ciudadanos sabrán si lo toman o no.