1 de agosto de 2019
El Congreso Local aprobó por unanimidad de votos, un exhorto al ejecutivo estatal, para que previo estudio, se implante una “veda forestal temporal en el Estado de México, como una política urgente, para rescatar y preservar” los bosques más importantes de la entidad y con grave evidencia de saqueo y deterioro.
La última veda forestal que se implantó en el Estado de México, por las mismas razones, se levantó hace 24 años, sin embargo de acuerdo a las cifras, la situación ahora resulta mucho peor que entonces, ya que los bosques están fragmentados y son víctima de saqueos continuos por parte de la delincuencia organizada.
Se trata de los macizos del Nevado de Toluca, la subcuenca de Valle de Bravo, el Izta-Popo y la Sierra de las Cruces, además de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca.
La iniciativa indica que hay más de 363 mil 9 hectáreas afectadas, lo cual representa el 34.16 % del total forestal de la Entidad; mientras que el cambio de uso del suelo ha sido determinante en la deforestación del Estado de México, con una tasa anual de deforestación de 12,850 hectáreas; toda vez que las regiones o municipios con más alteraciones en sus áreas arboladas por el avance urbano son Toluca, Texcoco, Valle de Bravo, Tejupilco y Coatepec de Harinas.
La propuesta fue presentada por el diputado Margarito González durante la sesión parlamentaria de este jueves, en la que presentó un dramático balance de la situación forestal que presentan las zonas forestales más importantes del territorio, debido al pastoreo intensivo, los incendios, la tala inmoderada, controlada sobre todo por la delincuencia organizada, así como el tráfico de permisos para la tala legal.
Bajo estas actividades, la entidad presenta una competitividad silvícola “media-baja”, ya que ha perdido casi el 30% de su superficie forestal primaria, señaló el legislador.
La última veda decretada en 1991, se levantó en el año de 1995, recordó el legislador.
Indicó que de acuerdo al “Programa de Desarrollo Forestal Sustentable del Estado de México 2005-2025” publicado en el 2005 por el Gobierno de la Entidad y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), se destaca que “en el inventario periódico de 1994 para el Estado de México se reportan 225,974 hectáreas perturbadas con suelos que han sido deforestados con fines diversos tales como agricultura, ganadería, infraestructura y centros de población.
“Se presentan además 61,154 hectáreas de bosques fragmentados y 42,701 hectáreas de selvas en las mismas condiciones, así como 34,106 hectáreas con erosión severa. En suma 363,935 hectáreas afectadas, lo cual representa el 34.16 % del total forestal de la Entidad”, indicó.
El balance elaborado por el legislador, refiere la situación actual de los bosques en México:
En México, las estimaciones más recientes de la Conafor reportada a la FAO, que abarca el periodo 2005-2010, estima l155 mil hectáreas deforestadas por año.
Entre 1990 y 2010 se observa una tendencia a la reducción de la superficie deforestada anualmente en el país; mientras que entre 1990 y 2000 se calcula que se perdían 354 hectáreas anuales, esta cifra se redujo a 235 mil y 155 mil para los periodos 2000-2005 y 2005-2010, respectivamente.
La deforestación en México depende de varios factores como son la explotación de madera, las actividades agropecuarias y la ruta de cambio de uso del suelo. Al ser actividades económicas que dependen de las fuerzas del mercado y la dinámica económica nacional e internacional, los precios de la madera, de los productos agropecuarios y el desarrollo urbano, son determinantes en las fluctuaciones del proceso de deforestación. Si a esto sumamos la falta de normas y reglamentos de control, los ecosistemas regionales se deterioran cada día y se atenta en contra de la salud de más de 120 millones de habitantes del país.
Los desmontes ilegales y la tala clandestina con fines comerciales, son otro factor que detona el proceso de deforestación en México, en síntesis, la deforestación es una causa de pérdida de la diversidad biológica a nivel genético, poblacional y ecosistémico”, señala el documento.
El exhorto fue aprobado por unanimidad de votos, pero corresponderá al ejecutivo decidir, previos estudios a instancias como la Semarnat y la Secretaria de Medio Ambiente, decidir la implantación nuevamente de una veda temporal y sus alcances.
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