Hace no mucho, algo así como mes y medio, en un evento realizado en el Aula Magna de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), me acerque a Horacio Duarte para preguntarle sobre el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro, con la intención de dejar al final las preguntas incómodas. Y sí, tras la consabida numeralia, le pregunte sobre la existencia de un posible Pacto de Impunidad entre AMLO y la clase política de élite del PRI. Aunque fluido y amable como siempre, no pudo ocultar algún gesto de molestia y me cuestionó quien dijo eso, le comente que algunos analistas, ¿como cuáles analistas?, me reviro, como Julio Astillero, le conteste –pues es el nombre que recordé en ese momento-, y luego la respuesta fue algo así como que muchos de esos analistas ni si quiera leían y en pocas palabras eran unos ignorantes.

La verdad es que la entrevista por una cuestión de carga de trabajo no la puede utilizar a tiempo, aunque creo que a muchos de mis compañeros les pudo servir, en fin, la verdad es que para mí ha perdido algo de atractivo ese tipo de periodismo opinativo, ahora trato de documentar cuánto más puedo –con documentos-, más que con opiniones cualquier tema, porque frente al dato duro o al hecho evidente o a la realidad contundente, a las palabras se las lleva el viento... más cuando sabemos, por experiencia, la propensión de nuestros políticos, sean del partido que sean, a mentir, fingir u olvidar deliberadamente.

Hoy, a menos de dos meses de esa entrevista, las palabras se quedan cortas y las evidencias van tomando mayor forma en la realidad. Puede que haya o no un pacto escrito de impunidad entre AMLO y la vieja clase política del PRI, comandada por Enrique Peña Nieto y todo lo que giró en torno a él durante 12 años, pero lo que si hay son demasiados elementos de acuerdos, que por supuesto configuran un escenario de perpetuación de la impunidad. Las recientes visitas del presidente Andrés Manuel López Obrador al Estado de México y sus esfuerzos de abrirle canales de legitimidad a un gobernador que él mismo deslegitimo cuando llego al poder y por la forma en que lo hizo, rayan en lo absurdo.

Los agravios son muchos, se amontonan por todos lados. Las evidencias de saqueos criminales del erario público, de falta de justicia, de una justicia que no sirve, de una procuración de justicia corrompida hasta al fondo; de dispendios y despilfarros, de desvíos de recursos como sistema de gobierno en Edomex; de inoperantes sistemas de control en las instituciones, en fin, en este medio hemos documentado de todo y no acabamos. Por eso, no dudo que para muchos, ese absurdo esfuerzo de AMLO por legitimar a Del Mazo, no solo los ha de sorprender, también seguramente los indigna y ofende. Más a aquellos mexiquenses que se partieron el brazo y han dedicado años para abonar a la democratización del país y de la entidad. ¿Cómo deben esos mexiquenses interpretar los nuevos tiempos?, ¿cómo simples reacomodos?, ¿cómo estilos de hacer política?, ¿Y dónde quedo aquello de la mafia del poder?, pues bien, todo parece indicar que otra vez el poder y la mafia lograron empatizar, hasta un punto tal de volver al punto de partida: impunidad.

Lástima, pero el escenario se está configurando demasiado pronto y al menos yo ya he escuchado varias opiniones de desencanto.

Lo curioso es que estos eventos se dan inmediatamente después de que el propio AMLO anunció la reactivación de la investigación en torno a la Estafa Maestra, en la cual el propio del Mazo y exrectores de la UAEMex están enrededados y luego del escándalo de sus cuentas secretas en Andorra. Las interpretaciones pueden ser muchas, las lecturas políticas también, pero para el ciudadano de a pie, no hay más que hechos.

DE NEGOCIOS

Me comentaban regidores de la capital que el alcalde expanista decidió llevársela solo, que no quiere que nadie más que él y solo él brille, y que nadie se entera de su agenda, a nadie invita a sus eventos, menos si se trata de que asistan funcionarios federales; a la mayoría, incluso a los de Morena, sean hombres o mujeres, no les brindan apoyo para sus gestiones y pocos saben en qué negocios anda el edil.

Dicen que por eso, ya no se invita a la prensa con anticipación a las propias sesiones de cabildo, como se hizo al principio, de hecho invitan justo a la hora en que van iniciando las sesiones. Cómo que no quiere tener más testigos de los necesarios, de los negocios y amarres que se trae con sectores del PAN y del PRI.

Otra razón puede ser que los "negocios" abajito de la mesa se están poniendo "buenos" en el gobierno municipal, pues fíjese usted que el primer proyecto aprobado en una de esas sesiones nocturnas de última hora, para privatizar el alumbrado público por vía de uno de esos proyectos de asociación privada (antes PPSs), venía con dedicatoria para una empresa. Nos pusimos a investigar y ¿qué creé?, pues resulta que el primer proyecto aprobado por la mayoría del cabildo, ya venía adjudicado a una firma que en 2015, fue calificada como “fantasma” en un chanchulloo similar en Ciudad Juárez Chihuahua... esos panistas, nunca van a cambiar, es como si no supieran gobernar de otro modo, me comentaba entre risitas un amigo que renunció al partido muy a tiempo.

Y por si fuera poco, en lo que ya se configura como un claro escenario de corrupción severa, y eso que van llegando, se confirmó que la actual directora de la unidad de transparencia del ayuntamiento, Lorena Navarrete, es esposa del director de comunicación social de la administración municipal, Marco Aguilar, en lo que pudiera ser el primer caso de nepotismo confirmado en la actual administración, dado que son los directores de comunicación de las gestiones municipales, los que por tradición y práctica, designan y operan las unidades de transparencia de los ayuntamientos.

También como en este portal se informó en semanas recientes, hay otros casos que desdicen mucho el discurso de "los más transparentes y de combate a la corrupción" que enunció el alcalde expanista recientemente, como la adjudicación de contratos extraños por 35 millones de pesos, para el llamado Festiva y casi 5 millones de pesos más para pagar espectaculares con varias firmas, una de ellas ligada al PRI en las elecciones del 2017, como informó por este medio un reportero.

Quizá eso para muchos no sea lo grave, lo grave es que son recursos de ramos federales, en el caso de lo que se gasto en Festiva, que no "enjacan", por decir lo menos, en la normatividad del Fondo 28, que fue del que se tomaron los recursos. Mal por todos lados. Es de pena. Hasta la próxima.

*PODER AL CENTRO

Columna premiada con la “Presea Manuel Buendía 2016”.