Fue salvaje la forma como reaccionaron los mercados en Argentina tras la contundente derrota de Mauricio Macri, superado por el progresista Alberto Fernádez en las elecciones primarias. Como lo dijimos en este espacio hace unas semanas: los organismos financieros globales son gánsteres que tienen la misión de doblegar a los gobiernos y a sus pueblos.

¿Por qué los bancos y calificadoras tienen temor de que regrese el Kirchnerismo al poder?, ¿por otra moratoria de pagos?, ¿Por qué siga devaluándose el peso argentino frente al dólar?. Morgan Stanley bajó este lunes la calificación de su deuda lo que ayudó al peor desplome bursátil registrado desde el 2001 cuando De la Rúa decretó el congelamiento de cuentas para evitar la fuga de capitales.

Los organismos financieros le clavaron sus colmillos largos, retorcidos e insaciables al pueblo argentino por atreverse a dar la espalda al neoliberalismo y permitir el retorno del progresismo de la corriente de Cristina Fernández, quien todavía enfrenta el “lawfare” que es la persecución judicial y mediática con cargos inventados en contra de un personajes populares, como sucede con Lula o Rafael Correa.

México tuvo más fortaleza en términos generales para enfrentar a la banca internacional y sus augurios sobre tormentas económicas, mismas que se desvanecían en unos cuantos días, y que la oposición no supo utilizar a su favor por su falta de pericia política: “llamarada de petate”, penosos intentos por asustar a la población.

El país austral no corrió la misma suerte porque su economía está severamente enredada por tentáculos de estos especuladores globales que este lunes causaron que su moneda se devaluara 14.8%; la bolsa perdió 37%, los bonos del gobierno cayeron 6.1% y se pierden millones de dólares en reservas.

Siendo sinceros y libre de dogmatismos mediáticos, las calificadoras de riesgo y los bancos globales mostraron su miedo por la llegada de alguien que tomará medidas que no favorecen a sus negocios como lo hacía Macri. Les molesta que ya no se les canalice la riqueza nacional, que se les cierre la llave y se abra hacia las mayorías.

Les molesta que los personeros que colocaron sean sacados del gobierno y ya no tengan quien cuide sus intereses.

En términos reales la técnica económica está por debajo de la económica política, en la que se juega con medidas que deberían calificarse de mafiosas, de gansteriles y e inhumanas porque ponen el interés del poder y el dinero, por encima de las necesidades de millones de argentinos que a los que empobrecen cada día.

Los “buitres” vuelan sobre Argentina y su pueblo tiene en sus manos una nueva oportunidad de derribarlos, hacerse respetar ante el mundo y retomar el camino del crecimiento.

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