El reiterado espaldarazo público que ha brindado el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador a Alfredo del Mazo, pese a las evidencias que surgen por todos lados sobre una prolongación del saqueo sistemático de recursos públicos, negocios al amparo del poder y corrupción extendida en diversas áreas gubernamentales, mantiene confiado al nuevo jerarca del Grupo Atlacomulco, sobre el segundo informe que rendirá este martes en el Palacio de Gobierno, pero alejado de la representación popular.

Al más puro estilo de su primo y antecesor, Enrique Peña Nieto, Del Mazo presentará un informe a modo, cercado por fuertes medidas de seguridad y frente a las cortes que le rinden pleitesía, por ser benefactoras principales –en lo público y lo privado, en lo corto y en lo ancho-, de los negocios, contratos, adjudicaciones a modo, empresas fantasmas, repartos dirigidos (a ONGs simuladas o falsas o a firmas propiedad de funcionarios y exfuncionarios) con que se usufructúa el poder en el Estado de México, desde hace 90 años, pero con mayor intensidad desde que el profesor Carlos Hank González impuso el modo choricero de sacarle “jugo al poder”.

¿Pero qué va a informar Alfredo del Mazo?

¿Hablará de la fabricación masiva de culpables, a través de los operativos rastrillo en todo el territorio, para disfrazar y construir estadísticas falsas de avances en la procuración de justicia y en abatimiento de la inseguridad, a costa de cientos o miles de inocentes?

¿Hablara de la distribución electorera de recursos sociales a través del salario rosa, para mujeres pobres, pero sin los alcances requeridos ante la magnitud de las estadísticas de marginación, más allá de su proyecto para generar lealtades proselitistas femeninas?

¿Hablará del saqueo sistemático al menos desde el 2016, de los recursos del programa seguro popular y nos develará en que cuentas quedaron los miles de millones de pesos que desaparecieron en 2017 de los programas para salud, para medicinas, salarios, seguros de hospitales y mobiliario; o de los que iban destinados a la reconstrucción?

¿Nos presentará las estadísticas de organismos públicos y privados, que reprueban y desaprueban al Estado de México en combate a la corrupción? O ¿Nos hablaran de la simulación en materia de transparencia, vía firmas de acuerdos de colaboración y visitas de funcionarios federales con quienes han entrado en negociaciones para seguir perpetuando la impunidad o disfrazarla?

A lo mejor, aprovechando la audiencia, pedirá a Gabriel O´shea Cuevas y su secretario de la contraloría (implicado en la absolución de Enrique Peña en el caso de la Casa Blanca), cómo negocian con las consultorías y los auditores –muchos sometidos bajo amenazas-, las auditorias que presentan a los órganos de control, con resultados a modo y la mayoría con datos falseados o prefabricados.

A lo mejor se anima don Lord y nos explica cómo opera la red de priístas incondicionales y sin ética ni escrúpulos que administran todos los organismos autónomos del Estado de México, como parte del cerco que se ha construido para continuar saqueando a la entidad.

Igual y sí. Chonguitos.

Hasta la próxima.

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