28 de octubre de 2019

El experto en justicia constitucional Erik Garay Bravo, señaló que actualmente en el Estado de México y el país se vive una crisis social profunda por no contar con una cultura de legalidad, y esto se debe a que si las Instituciones encargadas de preparar abogados desde las aulas no los forjan bajo una perspectiva crítica apegada a la legalidad y la ética, es posible que continuemos cayendo en los vicios de impunidad e injusticia que actualmente rigen y que operan las propias instancias procuradoras de la justicia.

Durante la conferencia magistral que impartió este lunes en la Facultad de Derecho de la UAEMéx y titulada: “La naturaleza del Sistema de Justicia Penal Acusatorio; Análisis Epistemológico”, el experto, manifestó que la ciudadanía no tiene bien establecida la perspectiva de lo que es “debido legal”, ni lo “debido ético”, lo cual repercute en una sociedad desequilibrada para el óptimo ejercicio de la legalidad.

“Hay una sociedad tergiversada, polarizada y con carente cultura de la legalidad”, puntualizó.

El también académico de la máxima casa de estudios mexiquense, explicó en entrevista para TheObserverMéx que si no se trabaja en materia de derecho desde las instituciones encargadas de preparar abogados y expertos en justicia con estricto apego a los principios de derecho, legalidad y ética, desde el punto de vista político, social y económico, no se podrán ver resultados positivos orientados hacia sociedad regida por el “deber ser” ideal.

Pero ¿Desde dónde comienza este cambio de apego al derecho?, se planteó y al responder indicó que “es necesario que las universidades se vinculen, no solo con los poderes judiciales, federales y estatales”, sino también con las Barras y Colegios de Abogados, además de la distintas Instituciones públicas, tenemos que academizarlos”, dijo.

Cuando se le cuestionó sobre la manera en que las Escuelas de Derecho, pueden empezar a formar sus estudiantes con estándares más altos, respondió que se debe partir desde la “estructura ética del ciudadano”, es decir, que apliquen sus valores éticos y morales, en pro de desempeñar la actividades propias del gremio, bajo un enfoque de legalidad.

“El derecho es un fenómeno “poliédrico”, que en su máxima expresión tiene como finalidad lograr el orden y la armonía social”, destacó.

Finalmente, cuando se le cuestionó sobre la situación por la cual atraviesa México en temas de Justica, Garay ejemplificó esta idea con la reciente renuncia del exministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Eduardo Medina Mora, y el cesamiento del magistrado, Jorge Arturo Camero Ocampo, los cuales se han visto en escenarios de corrupción.

Según Garay, estos son un ejemplo de que hasta en las altas esferas del Poder Judicial de la Federación hay “ángulos corroídos”, -como lo denominó”-, los cuales contradicen la idea de llevar a cabo un adecuado ejercicio y operación de la justicia, y que a la vez tendrían que ser un ejemplo sobre su adecuada impartición.

Agregó también que si la ciudadanía no se siente protegida por las instituciones y organismos públicos de sancionar a los que cometen algún delito, estos pierden la confianza y la convicción de cumplir con la norma jurídica, y es cuando entramos en un terreno de anarquía, de crisis colectiva, y depresión colectiva, precisó.