Estamos a escasos meses de que se cumpla el primer año de gobierno de lo que en principio se pensó, sería un trienio espectacular, con el arribo de una “nueva generación” de alcaldes surgidos de Morena (un movimiento de cambio con énfasis progresista, acento de izquierda e impulsor de ideas de transformación tanto en la vida pública como en lo social), lo que parecía garantía irrefutable de cambios importantes, tanto en la forma de administrar los municipios y de conectarse con la gente, como de ejercer los recursos públicos.
Al paso de los meses y si con mucho desconcierto, pese a más de 80 municipios ganados por Morena, muchos ciudadanos fuimos descubriendo no sin azoro, una terrible realidad: que mientras en ciertos municipios el cambio de signo político ha sido significativo, al menos hay buenas y claras intenciones en muchos de ellos, como en el caso Ecatepec –donde ha sorprendido la creatividad del edil y su equipo para hacer mucho con muy poco, poquísimo-, en otros, ha resultado no solo decepcionante, sino incluso cuestionable la forma en que los ediles han venido desempeñando su cargo, alejados por completo de principios que los llevaron al poder y retomando las deficientes y grotescas prácticas corruptas de sus partidos de origen, PAN o PRI, según sea el caso.
Toluca y Metepec, son los ejemplos más emblemáticos de este doble discurso que se ha ido develando no de a poco, sino con una brutal realidad para miles de ciudadanos, que sin duda tendrán que esperar y sufrir, otros dos años, sino es que cinco más (en caso de reelección), de administraciones morenistas fundadas en acuerdos y “pactos políticos” bajo la mesa y a espaldas de los ciudadanos, lo que llevó hasta esas alcaldías, a panistas de viejo cuño y con acuerdos ocultos (a su vez) con el PRI, pero comprometidos con todo, menos con las causas populares y los ciudadanos de a pie.
Recordaba, mientras escribo estas líneas, que ya en abril o mayo, se daban visos de por dónde iría el gobierno panista de la capital, cuando todavía estando como secretario Ricardo Moreno (responsable en gran medida de estos amarres políticos para las elecciones del 2018), ya se tenía planchada en Toluca, la adjudicación de millonarios contratos para privatizar el servicio de electrificación, a una empresa fantasma que en el norte del país, fue denunciada por desaparecer cuantiosas sumas de dinero, sin prestar los servicios. La intervención oportuna de uno de los pocos regidores morenistas auténticos en ese cabildo de la capital (Arturo Chavarría), evitó un negocio fraudulento desde la capital, para favorecer a una firma ligada con las peores mafias del PRI y del PAN.
No menos sorprendente fueron las persecusiones –que todavía siguen- contra taxistas, golpizas de comerciantes (bajo acusaciones falsas y fabricadas desde el gobierno panista de Toluca) o acoso y hostigamiento contra particulares bajo pretexto de políticas ambientalistas que nunca se detuvieron ante los Derechos Humanos. También podríamos destacar la contratación de familiares de altos funcionarios paranincrustarlos en áreas estratégicas; la proliferación espontánea de empresas y negocios ligados a los grupos empresariales de siempre; realización de eventos para favorecer caprichos de sectores minúsculos pero acaudalados (exposiciones de autos) e inversiones de millones y millones de pesos en espectaculares y eventos populares.
Todo mientras la persecución y criminalización de los más pobres, ha continuado bajo este gobierno de derecha de JUANRO, el cual por cierto, se encamina a la ultraderecha rápidamente, al anunciar -durante un evento con empresarios- un mecanismo de "inteligencia" (e inteligencia en México es espionaje), como al parecer puede enfilarse su reciente anuncio de una especie de "CISEN chorichero", lo que debería ya encender todas las alarmas en Morena.
En Metepec, la situación no es menos patética. El caso más sonado es la lucha social de ciudadanos de La Pila, para resguardar y conservar (por derecho humano), el único pulmón verde con el que cuentan y comparten al menos cinco colonias populares que lo circundan. La decisión de colocar ahí un cuartel de la Guardia Nacional, se hizo sin consulta de los afectados, al más puro estilo prianista, para luego intentar maniobras que ya no van con estos tiempos, como fabricar un discurso adverso y engañoso contra los activistas, e intentar desprestigiar su discurso y sus argumentos totalmente válidos, mediante engaños de la opinión pública, a través de medios que han sido comprados con publicidad oficial. Patético.
Los derechos humanos de tercera y cuarta generación, son al parecer totalmente desconocidos por la alcaldesa panista, quien en su lugar, se ha negado siquiera a visitar a los colonos que se mantienen en guardia permanente en su parque, e intento utilizar a las voces priístas-panistas de siempre, para validar su proyecto, voces ligadas a grupos empresariales que por cierto no viven ahí y con los que ahora, los gobiernos de Morena de la derecha, pretenden hacer alianzas, se les olvidó por completo que fue el sector social, el que los llevó al triunfo de la mano de López Obrador. Si por lo menos simularan un poco mejor…
También en Metepec ha privado la opacidad, las adjudicaciones directas (que se transparentaron apenas en agosto pasado) y la contratación de familiares cercanos al PRI y de los grupos de élite que controlan esa administración, donde los tentáculos de exgobernadores y expriístas de abolengo, mantienen un férreo control.
En ambos casos, tanto de Toluca, con Juan Rodolfo Sánchez Gómez y de Metepec, con Gabriela Gamboa, el afair con el gobernador Alfredo del Mazo Maza, es significativo. Quizá incluso más entre JUANRO y Del Mazo, pues el primero evidentemente suspira por la estafeta que entregará el segundo en 2023, y él quiere estar ahí para recibirla. Por cierto, sería bueno que Juan Rodolfo ya deje su lugar en la Facultad de Derecho y ese espacio, como académico, lo ceda a uno de los tantos y talentosos jóvenes Maestros que buscan en la UAEMex, oportunidades de tener asignaturas y no solo horas sobrantes. Como siempre, panistas y priístas, acaparando todo…
Mucho tramo de por medio falta para el 2023, afortunadamente la gente sabe, huele…
PARA IRME
Después de que en TheObserverMex hemos documentado ampliamente las maniobras financieras y desfalcos en el ISEM, vía Seguro Popular-, y los excesos de la clase política (gastos de la Casa de Gobierno, vuelos privados de funcionarios en aeronaves públicas y adjudicaciones a empresas ligadas a amigos de políticos), y después de conocer que existen 8 mil millones de pesos ante la Auditoria Superior de Fiscalización (ASF), que el gobierno mexiquense no ha justificado a plenitud, uno se pregunta si la 4T de la 60 Legislatura Local, está consciente de que autorizar mil 500 millones de endeudamiento extra a la administración de Alfredo del Mazo, ¿no será tanto como alimentar al monstruo que dice querer combatir?
¿No será tanto como darse un tiro en el pie, o no será tanto como darle un tiro por la espalda a AMLO?, a lo mejor tendremos que esperar dos años más para verlo. Por mientras pongamos los ojos en un probable renacimiento del PRI… ¿vía Morena?
DE MEGALOMANÍAS Y RIDICULECES EN EL PJEM
Y casi se me olvida.
Sergio Medina Peñaloza, no pudo escoger una peor forma para despedirse. Al parecer el magistrado ha perdido por completo la cabeza. Rindió su último informe de actividades con un evento faraónico, propio del megalómano en que se ha deformado en los últimos tres años. Ya el año pasado o antepasado, no recuerdo, había dado un raro espectáculo, combinación de concierto, teatro experimental y ensayo cinematográfico, todo menos un informe serio, moderado y razonado.
Pero me dicen que ahora si lo perdimos. Una mega pantalla, un mega escenario, un gran despilfarro de recursos, para un sujeto con un ego del tamaño del Teatro Morelos, quizá para compensar la falta de resultados, en un estado donde la impunidad reinante es del 93%, de acuerdo a los últimos resultados de organismos serios, Al final de su administración olvidó por completo conceptos básicos de un servidor público, sobre todo eso, la naturaleza modesta que debiera entrañar el servicio a la gente. ¿Porqué este tipo de "servidores" piensan que lo han hecho o lo hacen muy bien?, siempre me lo he preguntado cuando ocurren estos excesos.
El señor Medina Peñaloza vive en otro mundo
La peor parte del espectáculo, fue cuando pusieron de fondo la música de la famosa pieza "A mi Manera" y con imágenes de olas en una pantalla enorme, atrás de él, mientras él, el gran señor que se ha negado a ceder a las nuevas políticas de austeridad, se quitaba la toga y el birrete con ademanes extraños... sí, lo perdimos, definitivamente.
Al parecer nadie asesoró al presidente del TSJEM del ridículo que haría, queda claro que amigos no tiene.
Bueno, ¡se tenía que decir y se dijo!
De nada
Hasta la próxima