25 de noviembre de 2019
Debido a la tasa nula de crecimiento en los últimos tres trimestres de 2019, el país ha entrado en recesión técnica, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en su serie de datos del Producto Interno Bruto (PIB) el día de hoy.
El primer trimestre, y con los datos del PIB corregidos la caída de la economía mexicana había sido de 0.09% tras una revisión inicia de la contracción de 0.25% reportada previamente.
Otros ajustes en la revisión de la serie de datos se dan en el segundo trimestre de este año, que pasó de un avance de 0.02% a un retroceso del 0.06%, y el del cuarto trimestre de 2018, que pasó de un avance de 0.06%, a una caída de 0.1%.
En este punto es necesario hacer un paréntesis. En su mañanera del 31 julio de este año, el presidente Andrés Manuel López había usado las mismas cifras del INEGI (antes de su revisión) celebró el crecimiento de la economía mexicana en 0.02% (la correspondiente al segundo trimestre y mencionada en el párrafo anterior), argumentando que “Afortunadamente crecimos, no le funcionó su pronóstico a los expertos (de una contracción en la economía)”. Es decir, el crecimiento en las cifras previas (de nuevo, de 0.02%) que celebró el presidente en aquel momento es inexistente en la nueva revisión del INEGI. Al contrario, cayó.
Sin embargo, en el tercer trimestre de este año la economía tuvo un crecimiento, ahora sí, de apenas 0.01%.
El ajuste a estas mediciones se realizó descontando la inflación y la estacionalidad.
Una contracción de dos trimestres consecutivos es una recesión técnica, según algunos analistas. De ser así, se trataría de la primera recesión técnica en el país desde la crisis mundial en 2009 originada en Estados Unidos, y la primera recesión nativa desde 1995.
Sin embargo, expertos en economía como Macario Schettino apuntan a que las causas de esta recesión no sólo son internas, como la caída del turismo en 1.6%, una caída en la producción petrolera en enero de 15%, casi el doble de lo que había bajado durante el último trimestre de 2018 (y que fue reportada dos veces en dos Fact Checking en este portal), y la baja de impuestos a los residentes de la zona fronteriza decretada por el presidente Andrés López, lo que hace temer un mayor déficit fiscal, que a su vez podría traducirse en una reducción de la calificación soberana, como comenzó a suceder en el caso de los pasivos de la petrolera PEMEX, el alza en el servicio de la deuda mexicana por el aumento en los réditos y la crisis financiera de PEMEX (esta, herencia de los gobiernos anteriores, vale la pena resaltar; también existieron elementos externos que contribuyeron a la contracción de la economía, como las altas tasas de interés a nivel internacional y la guerra comercial entre China y Estados Unidos.
EL DEBATE ¿RECESIÓN O ESTANCAMIENTO?
Antes de conocerse los primeros datos del PIB del segundo trimestre, en julio de este año, JP Morgan señaló: "La economía ha estado débil desde hace algún tiempo, y el aproximado del PIB de mayo actual lo encamina a generar un crecimiento negativo en el segundo trimestre, lo que sería equivalente a una recesión técnica”.
Carlos Capistrán, economista en jefe de Bank of America, envió en julio un análisis indicando que “un segundo trimestre consecutivo con una contracción pondrá a México en una recesión técnica”.
Al contrario que Capistrán y JP Morgan, Jonathan Heath, sub gobernador del Banco de México dijo el pasado 25 de julio que la definición de recesión de la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos, es una caída significativa de la actividad económica que se extiende por toda la economía en su conjunto, y que sea visible en el PIB real, el ingreso real, el empleo, la producción industrial y en las ventas al menudeo y mayoreo. En este sentido dijo que aunque se reconoce una caída en la actividad económica, la disminución está lejos de ser significativa y que no está extendida a todas las actividades económicas, como la producción manufacturera que tuvo un muy leve crecimiento.
Además, el economista Alonso Cervera expresó en su cuenta de Twitter que “Algunos dirán 'ya ven, estuvimos en recesión'. Yo lo llamo estancamiento, más que recesión. La caída en actividad ni ha sido significativa ni ha pegado en toda la economía. Con base en las cifras de hoy, la 'cachetadita' para la economía en el primer trimestre fue igual a la del segundo y ya un poquito más leve en el tercero”.
Gabriel Casilllas, presidente del Comité de Estudios Económicos del IMEF, considera que la serie desestacionalizada revisada hacia atrás marca no solo dos, sino tres trimestres consecutivos con tasa negativa”, pero “que la economía mexicana no está en recesión, debido a que la tasa de desempleo continúa alrededor de 3.5% (no >6% como en 2009) y las ventas al menudeo continúan creciendo alrededor de 2%”.
Isaac Katz, también economista, mencionó en su cuenta de Twitter: “Las definitivas del 3er trimestre, crecimiento respecto del segundo trimestre: 0%, cayó en 0.2% respecto del tercer trimestre de 2018, crecimiento anual en los primeros nueve meses del año: 0%. La economía está estancada”, sin usar el término en recesión.
En lo que parecen coincidir todos los analistas y expertos es que, estancamiento o recesión, no hubo crecimiento en la economía este año.
Héctor Castañeda