Luchando por la Paz sostenible

Luchando por la Paz sostenible

1. Introducción

Para superar desafíos globales como la contaminación y la depredación ambiental, el cambio climático, los problemas socioeconómicos, etc., la visión de la realidad que mantiene la moderna cultura occidental está resultando insuficiente, por lo que es necesario integrarle la visión de las antiguas culturas que aún coexisten en el globo terrestre.

La ciencia sostiene que no hubo civilizaciones hace más de 10 mil años, como si no hubiera habido catástrofes ambientales que hayan podido borrar la huella de las obras del actual homo sapiens que tiene al menos 195 mil años de existir (McDougall, 2005).

Pero las culturas más antiguas que la occidental conservan tradiciones o documentos que refieren civilizaciones de hace más de 10 mil años. La edad del actual período geológico u Holoceno, mientras que el Pleistoceno o anterior, terminó con una gran inestabilidad climática hace entre 14 mil y 10 mil años, que causó la extinción de muchas especies animales como el mamut y el tigre dientes de sable.

Por la gran mortandad humana que se dio, esas tradiciones y documentos antiguos están enmarcados en una simbología religiosa, y ante la actual emergencia ambiental y climática global, en el marco teórico de la Antropología Social, la ciencia es identificable como una religión en desarrollo, que le corresponde ahora hacer otro ejercicio de abstracción para generalizar que nuestra especie humana ya ha creado sucesivas civilizaciones globales que se han venido colapsando sobre todo a causa de cataclismos climáticos.

En conciencia de ello corresponde aludir al concepto filosófico del “eterno retorno”, basado en la observación de la naturaleza cíclica de los fenómenos astronómicos, ambientales, biológicos, sociales, personales, etc., para concluir que la esencia de los seres vivos efectivamente resucita cada vez que se reconstruye una civilización global.

Con esto la ciencia estará asumiendo cabalmente el papel de una religión de creación histórica, permitiéndole mediar entre las diversas religiones del mundo, cuyo carácter dogmático nos revela que son de origen prehistórico y por lo tanto programadas para llevar a la actual civilización mundial a una satisfactoria estabilidad, superando sus amenazas ambientales, climáticas y de autodestrucción y permitiendo a nuestra especie humana continuar evolucionando.

2. Antigüedad de las culturas originarias

Existen cuatro láminas de la Historia de los Soles (o épocas) del Códice Vaticano, con anotaciones marginales dictadas por los cronistas originarios a Fray Pedro de los Ríos (León Portilla, 1966), según las cuales su cronología está basada en un numeral llamado tzontli, que significa 400, la segunda potencia del sistema de numeración vigesimal mesoamericano (Chavero, 1880). Excediendo una duración de 18 mil años a la sucesión de los cuatro soles o épocas que relata.

Hasta ahora los especialistas no han pretendido interpretar esto de una manera realista, tomándolo como datos no confiables pertenecientes a la “Leyenda de los Soles”, ante la confusión de que el resto de los códices que aluden a ésta, refieren cinco soles con una duración de a lo más 13 períodos de 52 años, igual a 676 (Soustelle, 1982). Sin embargo se pueden clasificar a los soles del Códice Vaticano como Soles Geológicos, y a los conformados por periodos de 52 años del calendario mesoamericano como Soles Rituales, que las culturas apocalípticas y mesiánicas de ofrendas humanas de Mesoamérica utilizaron para programar el inicio de un Quinto Sol Geológico o nueva época.

Al parecer este códice fue pintado en Italia hacia el año 1570, al copiar el original tenochca a punto de desintegrarse, al cual a mediados del siglo XX el escritor e investigador Robert H. Barlow llamó "Códice Huitzilopochtli". La copia debió ser enviada a la Nueva España precisamente para hacerle las anotaciones marginales que explicarían su contenido de boca de los nativos originarios, para regresar finalmente al Vaticano http://www.adeva.com/faks_detail_en.asp?id=142

Los códices mesoamericanos son pinturas que se componen de una escritura ideográfica, que transmite las ideas o información principal mediante dibujos sin depender de algún idioma hablado, permitiendo al lector o intérprete llegar a prescindir del lenguaje que hablaban quienes la escribieron para obtener alguna información relevante.

El Códice Vaticano A (3738) contiene entre muchas otras, las láminas a colores de cuatro épocas o soles, como puede observarse en el sitio http://www.famsi.org/spanish/research/graz/vaticanus3738/thumbs_0.html de la Fundación para el avance de los estudios mesoamericanos, con los manuscritos en italiano relativos a los comentarios de los cronistas originarios que en particular señalaron la utilización de los tzontlis o numerales de 400 años.

Las interpretaciones que aquí se presentan, consideran incluso que parte de la información del códice original o Códice Huitzilopochtli, pintado en la ciudad de México Tenochtitlan, a su vez fue copia de códices más antiguos.

La página del Primer Sol muestra símbolos de agua que indican una gran inundación: un hombre saliendo de su casa en actitud de nadar, una pareja flotando en el tronco hueco de un ahuehuete, refiriéndose a los sobrevivientes de la (fig2) catástrofe, peces que denotan una inundación marina, aparece Chalchiutlicue, diosa del Agua, y un hombre muerto cuyo tamaño sugiere una gran mortandad humana. A la izquierda aparecen diez numerales, referidos por intérpretes como Alexander von Humboldt, José Fernando Ramírez y Manuel Orozco y Berra (Chavero, 1880), como tzontlis, que significan 400, y ocho cuentas más de veinte (ya que su sistema de numeración era vigesimal), dando un total de 4160 años para la duración de esta época o Sol de Agua, Atonátiuh. En la derecha hay símbolos que se refieren al solsticio de invierno, la veintena Atemoztli (descenso de las aguas) y la fecha calendárica 10 agua (Chavero, 1880), en que probablemente se conmemoraba dicho sol.

Las grandes inundaciones marinas que marcaron el final del Primer Sol pudieron haber sido provocadas precisamente por el calentamiento global que terminó con la gran glaciación en el hemisferio norte y provocó el descongelamiento de la Antártida hace 14 mil años (Clark et al, 2002), ya que este tiempo es aproximadamente igual a la suma de la duración de los tres soles restantes como se verá al describirlos (4200 + 4880 + 5320 = 14400), e implicando que nos encontramos al final del Cuarto Sol geológico y principios del Quinto.

El calentamiento global de hace 14 mil años elevó el nivel del mar en un promedio de 20 metros (Clark et al, 2002), lo cual modificó el empuje de Arquímedes sobre las placas tectónicas continentales, que además perdieron peso por el descongelamiento de los glaciares, pudiendo provocar terremotos entre las placas tectónicas del océano Pacífico y del continente americano, parte de lo que se conoce como el Anillo de Fuego por su gran sismicidad, originando una cadena de maremotos o tsunamis que habrían inundado momentáneamente al continente.

Veamos la coherencia que hay con lo que dicen las láminas relativas al resto de los Soles: Al Sol de Agua le siguió el Sol de Viento, Ehecatonátiuh, cuyas características pudieron ser determinadas por el Younger Dryas o pequeño enfriamiento que duró unos 2 mil años en latitudes europeas, como reacción al calentamiento global de hace 14 mil años que determinó el final de la gran glaciación (Broecker, 2006). El códice muestra líneas de puntos que significan nevadas, rectángulos que simbolizan ventiscas, monos que buscan refugio y podrían referirse a personas extrañas, como pudieron (fig. 3) ser los hombres asiáticos que llegaron a México hace aproximadamente 10 mil años (Ember, 2004), después de haber atravesado Norteamérica desde el Estrecho de Bering, ya que mono en náhuatl es ozomatli, que tiene la misma raíz de oztotl, que significa cueva, en la que se ve refugiada una pareja humana. Aparece Ehécatl Quetzalcóatl, dios del Viento, con su cauda de serpiente emplumada, los numerales indican que este sol duró 4200 años, y se relaciona con la fecha calendárica 1 ocelote, el equinoccio de primavera y la veintena Pachtli (Chavero, 1880).

En la siguiente gráfica se esquematiza mediante la línea curva de muchas crestas, el avance y retroceso de los hielos del glaciar en Norteamérica conocido como Wisconciniano durante los últimos 25 mil años (Clayton et al, 2000). Se puede observar un cambio de patrón en las crestas de la línea después de hace 14000 años, al término del Sol de Agua, con la momentánea inundación del continente, y el último avance de los hielos al final del Sol de Viento, con la cresta aislada de hace aproximadamente 10000 años, como la última réplica del Younger Dryas o joven enfriamiento en el Wisconciniano. (fig. 4)

El Tercer Sol, o Sol de Fuego, Tletonátiuh, correspondió a la mayor actividad eruptiva de la Cordillera Neovolcánica durante el Holoceno, que fue menos de su primera mitad. En el códice se observa la escena dentro de una olla hirviendo, refiriéndose a las erupciones de lava volcánica, que se ve invadiendo a dos casas, y las subidas y bajadas de material incandescente parecen expresarse por medio de los pájaros. Se ve a una pareja refugiada en una caverna, como siempre en animada discusión. Aparece Xiutehcutli, dios del Fuego, los numerales indican una duración de 4880 años y se observa la fecha calendárica 9 movimiento, el solsticio de verano y la veintena Xilomanilistli (Chavero, 1880). (Fig. 5)

Aunque Don Alfredo Chavero informa en su Historia Antigua y de la Conquista, que según los cronistas del códice y posteriores intérpretes, los numerales son tzontlis que representan 400, puesto que el tiempo total excedía con mucho a la cronología bíblica, a la que ya se habían hecho coincidir las cronologías hindú, china y egipcia; consideró que debía de existir un error, y que dichos numerales sólo significaban 80, quedando así mutiladas todas las cronologías de las civilizaciones antiguas para igualarse con la de la civilización Occidental.

En la interpretación del Cuarto Sol, o Sol de Tierra, Tlaltonátiuh, entran en juego los principales conceptos de la cultura religiosa mexicana, ya que aparecen personas portando flores y banderas, como lo hacían los xochimiquis o mártires floridos antes de ser ofrendados en los sacrificios rituales (Garibay, 1956). La diosa Xochiquetzal sostiene dos ramas (fig 6) floridas simbolizando los frutos de un gran sacrificio de sangre, representado por el fondo rojo, que podemos identificar con el realizado por las religiones apocalípticas y mesiánicas de sacrificios humanos, y puesto que para la obtención de estos mártires solían realizarse las llamadas Guerras Floridas, puede extrapolarse al sacrificio realizado durante todas las guerras a lo largo de la Historia Universal.

Ya que la actitud festiva de los abanderados parece referirse a la resurrección de todos los mártires, la rama izquierda simboliza a la humanidad prehistórica, que se sacrificó para el surgimiento de la actual, representándose sólo por el hombre porque en general la mujer se unió a la nueva humanidad para constituir el mestizaje, mientras que la rama derecha simboliza a la humanidad histórica, representada por la pareja humana.

Significando que el Cuarto Sol culminará con la comprensión de la fusión de ambas humanidades mediante la resurrección de la antigua en la actual a nivel espiritual (reencarnación del espíritu) y biológico (resurrección de la carne), que Jesús de Nazaret habría llevado mediante el ideal nacionalista del pueblo hebreo de la esperanza de un Mesías, a la proyección mundial que le dio el Imperio Romano Católico.

Se puede interpretar el dogma de la resurrección de la carne como la repetición a nivel mundial del mestizaje cósmico o de todas las razas (Vasconcelos, 1983), que se dio por primera vez en el Medio Oriente, al ser un vértice geográfico de unión entre tres continentes: Asia, África y Europa; y a donde también llegaron en sus embarcaciones sobrevivientes de la prehistórica inundación americana, importantes antepasados de los actuales semitas o árabes. Confirmando la influencia de la pasada civilización mundial pleistocénica en el desarrollo de la actual e implicando que Sión sólo fue una señal y una escala para la verdadera Tierra Prometida: América.

Así que puede hacerse una lectura en la Historia de los Soles del Códice Vaticano, de la historia geológica y paleoclimática reciente, e inclusive a grandes rasgos, de la historia de la actual humanidad y su producción cultural religiosa, es decir, la cronología perteneciente al códice contiene en una forma sintética a la Historia Universal oficialmente aceptada, pero además refiere la existencia de civilizaciones anteriores, destruidas por cataclismos climáticos o geológicos.

Onca tonaz, onca tlathuiz, Allá saldrá el sol, allá amanecerá,
onca yazque, ayamo nican. allá apareceremos, no más aquí.
oración náhuatl

3. Iconografía de la Conquista de México

La Conquista de México fue un fenómeno histórico preponderantemente influido por el misticismo (García, 1955), mientras los españoles encausaban su fe por la protección y la razón de la señal de la Cruz, los antiguos mexicanos esperaban la llegada de Quetzalcoatl, el Tezcatlipoca Blanco, quien habría de llegar a reinar (Cortés, 1992) en un año ce acatl (uno caña) de su calendario, el cual coincidió con 1519, año en que las naves al mando de Hernán Cortés desembarcaron en las costas de lo que hoy es Veracruz. (fig7) (fig8)

Resulta hoy totalmente coherente suponer que una civilización esperaba la llegada de la otra para ser sacrificada por ella, puesto que antes de su llegada acostumbraba a practicar religiones de sacrificios humanos, y sus principales sacrificadores y sacerdotes dirigentes de aquel sistema religioso acompañaban su nombre jerárquico del de Quetzalcoatl: Quetzalcoatl Totec Tlamacazqui, Quetzalcoatl Tlaloc Tlamacazqui (Garibay, 1999).

De manera que efectivamente podemos identificar, como nuestros antepasados prehispánicos, a la llegada de Quetzalcoatl con la llegada de Cristo (en el Cristianismo), quien tuvo el propósito de ser sacrificado para la salvación del mundo, similarmente a como los antiguos mexicanos tuvieron el propósito de sacrificarse para el surgimiento de una nueva época: El Quinto Sol, evitando un mundo de tinieblas y muerte generalizada.

Todavía no pisaban los españoles suelo mexicano cuando el emperador Moctezuma Xocoyotzin les envió una embajada para entregarles los cetros de Quetzalcóatl, Tláloc y Tezcatlipoca, con lo cual entregaba el mando a Hernán Cortés, es decir, a nivel diplomático, la Conquista de México ya se había realizado, sólo faltaba el trámite de la cuota de sangre que correspondía a una cultura cuya consigna era el sacrificio, para lo cual conservó el cetro de Huitzilopochtli.

Ya el historiador norteamericano del siglo XIX, William H. Prescott, pudo observar que la Conquista de México fundamentalmente la realizaron los pueblos originarios, mientras que la Independencia la consumaron españoles y criollos. Lo cual explica porque actualmente vivimos en una “democracia colonial”, que es aplicable no sólo a toda América, sino a todos los continentes que estuvieron antes colonizados por Europa.

En su libro “Armas, gérmenes y acero”, el investigador Jared Diamond ha detallado las circunstancias materiales y ambientales que permitieron el conocido desarrollo de la Historia Universal y la situación económica mundial actual. Mientras que aquí se bosqueja no sólo la participación de la voluntad humana de la cultura occidental en expansión, sino además de la voluntad humana de las culturas preamericanas de cobijar y nutrir a esta civilización en crecimiento.

La siguiente simbología concuerda con estas observaciones: Cualquiera puede imaginarse la figura de un conejo dentro de la Luna, determinada por el caprichoso relieve de la superficie lunar de su cara que siempre da hacia la Tierra, como lo muestra la línea punteada en la siguiente fotografía de la luna. El conejo también puede aparecer de cabeza, boca arriba, etc, dependiendo de la orientación del observador y por lo tanto de la hora de la noche. (fig9) (fig10)

Similarmente los antiguos mexicanos interpretaban la figura de un conejo en el interior de la luna, de manera que solían pintar un conejo en el interior de su jeroglífico, siempre en diferentes posiciones, aquí se muestra una gráfica del Códice Borgia (Séjourné, 1981). Cabe mencionar que al pueblo mexica se le identificaba como "la liebre magueyera", según las crónicas de Francisco de Chimalpahin en sus “Relaciones Originales de Chalco Amaquemecan” (Rendón, 1965).

El investigador italiano radicado en México, Gutierre Tibón, identificaba la figura del conejo en parte del antiguo lago de Anáhuac, la denominada como Lago de Texcoco, en que la ciudad de Tenochtitlan correspondía a un ojo del conejo, como lo expresó en su libro "Historia del nombre de la fundación de México".

Ahora bien, como puede visualizarse en el siguiente mapa topográfico, obtenido a partir de las bases de datos del INEGI, los antiguos mexicanos también relacionaban a toda la silueta del espejo del agua del antiguo lago de Anáhuac con la de un conejo.

En cualquier mapa de la orografía de la cuenca de México, con isolíneas cada 100 metros de altitud, en la isolínea de los 2240 metros sobre el nivel del mar, aun puede distinguirse la silueta del lecho sobre el que se asentaba el antiguo lago. En el mapa se utiliza una escala en kilómetros para dar las coordenadas cartesianas de algunos sitios importantes (núm. eje horizontal , núm. eje vertical): Popocatépetl (77,5); Iztaccíhuat(75,22); Ajusco (10,25); Centro Histórico (25,47); Citlaltépetl (40,40); Basílica de Guadalupe (25,60); Teotihuacan (55,75); Texcoco(55,55); y Cuauhtitlan (15,75). (fig11)

Además de un bosquejo del conejo con líneas punteadas, se muestra la ubicación de las antiguas ciudades de México Tenochtitlan y México Tlaltelolco, así como las calzadas que las comunicaban a tierra. Puede verse que el conejo está parado de manos de Sur a Norte y mirando hacia el Oriente, y la ubicación de las ciudades de México: Tenochtitlan y Tlatelolco; correspondía aproximadamente a la región del sexo (vulva y clítoris) de lo que representaba una coneja, ya que uno de los significados literales de la palabra México es “en el centro de la luna”, que en este contexto podemos interpretar como “numen femenino”, debido a la aproximación que hay entre la duración del ciclo de las fases de la luna y del ciclo femenino de fertilidad, mientras que al término Quetzalcóatl, “serpiente emplumada”, como una “alusión fálica” refiriéndose a una entidad masculina (No es casual que España deriva de Hispania, nombre que los romanos daban a la península ibérica, que proviene del fenicio y significa “tierra de conejos”).

Pudiendo concluir entonces que la inexorable religión de sacrificios humanos de nuestros abuelos autóctonos, fundamentalmente fue la espera de la llegada de nuestros abuelos europeos para la eficaz realización de una “cópula'' de culturas y razas con el natural fin de dar nacimiento a la cultura mestiza de que hoy formamos parte. Tal cópula vino a ser la Conquista de México, que constituyó un enorme genocidio y abrió una etapa de continuos etnocidios iniciada en la época de la Colonia y que aún no acaba de llegar a su fin.

De manera que a las culturas autóctonas de América ha correspondido el papel de la madre, que ha tenido que nutrir a su hijo con su propia sangre durante lo que podríamos llamar el período fetal, pero ya es tiempo de que dé a luz y termine el etnocidio de que aún son víctimas las comunidades que viven marginadas y replegadas en las sierras, cuyas culturas originarias aún tienen mucho que dar para la oportuna reconstrucción del medio ambiente y evitar un cambio climático de dimensiones apocalípticas.

Un personaje central en la Conquista de México fue Malitzin, distinguida por su inteligencia, juventud y agradable presencia, pensaba igual al común denominador de su pueblo y como tal actuó, correspondiéndole encarnar en su persona un papel similar al de su civilización. La participación en la Conquista de México de pueblos como los tlaxcaltecas, chalcaltecas, huexotzingas, etc., vino a ser la consumación de las Guerras Floridas, que realizaban con los mexicas para mantener y fortalecer la religión de ofrendas humanas, ya que los prisioneros de estas guerras eran sacrificados en los templos. Finalmente la elección de Cuauhtémoc como último emperador mexica coincide con la costumbre de que la mejor edad para el sacrificio era la juventud y el significado de su nombre “águila que cae” fue una predicción más del final de un imperio.

Esta figura representa una de tantas esculturas tenochcas en (fig12) jadeíta (blanca, 15 cm) que muestran a una coneja dando a luz a un guerrero águila (Colección Roberto Wood Bliss. Dumbarton Oaks, Washington D. C.), lo cual resulta ser alusivo al nacimiento de la nueva cultura mestiza que formamos hoy en día, consignando que ésta ha de tener un carácter guerrero. Y es evidente que corresponde ahora como genuina herencia cultural, adoptar el mismo carácter guerrero que tuvo Jesucristo, sin agredir físicamente a nuestros adversarios, sino arriesgándonos a mantener el diálogo, el debate y la acción creativa, que si bien a él le permitió conseguir la muerte de un gran guerrero y así poder dirigir gran parte de la humanidad histórica, nos corresponde ahora alcanzar la victoria generalizando este carácter guerrero de Cristo a las distintas comunidades.

Orgullosa de sí misma se levanta la ciudad de México Tenochtitlan
Aquí nadie teme a la muerte en la guerra.
Esta es vuestra gloria. Al borde de la guerra,

cerca de la hoguera os dais a conocer.
Este es tu mandato. ¡Oh dador de la vida!
Tenedlo presente, oh príncipes, no lo olvidéis.
¿Quién podrá desaparecer a Tenochtitlan?
¿Quién podrá conmover los cimientos del cielo?
Haciendo círculos de jade esta tendida la ciudad,
irradiando rayos de luz cual pluma de quetzal está aquí México:
junto a ella son llevados en barcas los príncipes guerreros:
sobre ella se extiende una florida niebla...
(Garibay, 1964)

4. El sentido de la historia conocida

Hoy ya puede proponerse a la raza blanca original o pura como el Hombre de Neandertal, la denominada especie genuinamente europea, después de que se descubrió en él el gen MCR1 de la pigmentación rubianco-pelirroja (Lalueza et al, 2005), y de que se logró trazar el primer borrador del genoma neandertal, descubriendo que gran parte de los seres humanos actuales no africanos provienen de él (Green et al, 2010) y (Burbano et al, 2010). La raza blanca permaneció aislada durante los 90 mil años de glaciación en el Hemisferio Norte, evolucionando como resultado de la hibridación del Hombre de Neandertal, extinto desde hace 28 mil años (Finlayson et al, 2006), y el Homo Sapiens, que proveniente de África, pobló Europa por el Cercano Oriente entre los 55 mil y 30 mil años antes del presente (Gonder et al. 2006).

Permitiendo proponer que el Homo sapiens creador de la pasada civilización mundial pleistocénica se constituía sólo por las razas de color. Las razas blancas se habrían mantenido ajenas, aunque no ignoradas, de la civilización que se desarrolló en las latitudes libres de la glaciación, pero en cuanto ésta terminó llegaron a Europa sobrevivientes de los correspondientes cataclismos climáticos en los demás continentes, encontrándose con las razas blancas libres del hielo.

Inicialmente las razas antiguas o de color habían instituido las religiones de sacrificios humanos a causa del enorme traumatismo que significaron los cataclismos climáticos, como una manera de expiar su sentimiento de culpa y esperar que no volvieran a ocurrir, finalmente después de algunos milenios de convivencia y mestizaje en Europa con las razas blancas habrían retomado esta práctica proyectando un impulso al mestizaje de todas las razas a nivel mundial en un proceso en que las razas blancas adquirieran la conciencia social global, empezando por imponerles tales prácticas religiosas, que las motivaron a revelarse y tomar el poder, para después lanzarse a la conquista de lejanos reinos que practicaban estas religiones de sacrificios humanos como en algunas regiones de la India y China, constituyendo las llamadas migraciones indoeuropeas que fundaron nuevos pueblos en los territorios que encontraban despoblados. Finalmente regresaron a Europa buscando sus lugares de origen y dando nacimiento a la Cultura Occidental, que se iba así preparando para la conquista y colonización del resto de los continentes, lo cual inició marcando el fin de la Edad Media e impulsada por la previa colonización europea de los árabes.

La arqueología ha tendido a minimizar la diferencia entre el tiempo de datación de vestigios orgánicos y la construcción de edificios de piedra adyacentes, porque se han supuesto dentro de un proceso civilizador ascendente, pero con el precedente de que ya existió una civilización mundial pleistocénica que se colapsó, importantes yacimientos arqueológicos americanos, asiáticos y africanos, tendrán que verse bajo la nueva óptica de un proceso civilizador descendente, a favor de la expansión de la cultura occidental, que según la mitología americana (Quetzalcóatl, Kukulcán y Viracocha) estaban esperando para que llegara a reinar, lo que aumentará en varios milenios la datación de estos yacimientos.

El antecedente de que América fue inundada (fig 13) momentáneamente por una cadena de enormes tsunamis al final de la gran glaciación, revive el debate que existía antes de la intervención de Américo Vespucio, de que fue la Atlántida que Platón refiere en sus Diálogos: Los sacerdotes egipcios dijeron a Solón, uno de los siete sabios de la antigua Grecia, hace unos 2600 años: que “la Atlántida se había hundido más de 9 mil años antes”, que era una “isla más grande que la Libia (Africa) y la Asia reunidas, más allá de las Columnas de Hércules” (Estrecho de Gibraltar), es decir, en el océano Atlántico. “… Poseidón y Cleito habían repartido el reino de la Atlántida entre sus cinco parejas de hijos . . . su capital estaba en un islote dentro de una laguna, protegida por varias construcciones circulares concéntricas y cruzada por dos corrientes de agua, una fría y la otra caliente” (Larroyo, 1979). Paralelamente, la pintura de la fundación de México Tenochtitlan del Códice Mendocino, referida a la teocracia de Tenoch, reproduce varios elementos culturales de la Atlántida (CC Dominio Público https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/ec/Fundacion_Mexico.jpg): Un islote dentro de una laguna, dos corrientes de agua que lo cruzan (una clara y la otra sangrienta, refiriéndose a sus religiones de ofrendas humanas) y cinco parejas de sacerdotes gobernantes. Lo que significa que durante dicha teocracia rememoraron a la Atlántida.

Uitzilopuchtli yaquetl, ¡Huitzilopochtli, el joven guerrero,
aco in ai in ohuihuihuia. el que obra arriba, va andando su camino!
-Anen niccuic tozquemitl: -No en vano tomé el ropaje de plumas amarillas:
quen ya noca o ya tonac. porque yo soy el que ha hecho salir al sol.
Tetzauiztli iya mixtecatl El portentoso, el que habita en la región de las nubes:
ce ichauaztecatl. ¡uno es tu pie!
Pichauaztecatl El habitador de la fría región de las alas:
tlapo moma ¡se abrió tu mano!
Tlaxotlan tenamitl, Junto al muro de la región de los ardores,
iuitl in macoc, mupupuxotiuh, se dieron plumas, se van disgregando,
yauhtlato... aya ayya yyo, se dio grito de guerra... ¡Ea, ea, ho, ho!
Noteuh aya topanquizqui mitoa. Mi dios se llama defensor de mortales.
O ya yeua, uel mamauia, Oh, ya prosigue, va muy vestido de papel,
In tlaxotecatl, teuhtlan, El que habita en la región de los ardores, en el polvo,
teuhtlan milacatzoa. en el polvo se revuelve en giros.
Icalipan yauhtiua: Con combate se hace la guerra:
xi nech on centlalizqui. ¡únete a la congregación!
(León Portilla, 1983)

5. Economía de Guerra

Para impulsar la comunicación e interacción al interior y entre las diversas comunidades ciudadanas, se requiere constituir una red nacional de círculos de trueque crediticio entre personas físicas e incluso morales, que habiendo suscrito un contrato avalado por un Consejo de Ancianos de la comunidad, empiecen a proveer sus productos y/o servicios a los demás participantes con sólo registrar en un sistema computacional desde su celular el adeudo que éstos contraen, quienes lo ratificarán desde su propio celular como un adeudo contraído con el proveedor o acreedor. Con una Aplicación previamente instalada en los celulares de los miembros de los círculos de trueque crediticio.

Se propone el uso de tecnología, pero puede empezarse con el uso de notas de remisión y llevar un libro de registros, cada organización podrá decidir finalmente entre la tecnología o tener la oportunidad de recobrar el valor de la palabra ante el Consejo de Ancianos (jubilados o de la tercera edad), que por su experiencia y trayectoria profesional, puedan orientar a los círculos de trueque crediticio que lleguen a tener problemas de desacuerdos.

Semanalmente se estará revisando quienes recibieron más de lo que hubieren proveído, para organizarse y proveer a los acreedores de lo que necesiten o quieran, y así se buscará que todos reciban el equivalente de lo que hayan proveído. Quienes estén inscritos en el Sat podrán seguir cargando el impuesto al precio de sus productos o servicios.

Entonces cada círculo de trueque crediticio empezará a observar las necesidades de su comunidad para que sean satisfechas por los deudores bajo el patrocinio de su deuda con los acreedores, así llegarán a hacer desde labores de comunicación con otros círculos de trueque crediticio buscando el intercambio a mayor escala, pasando por trabajos comunitarios de seguridad, producción agropecuaria, salud pública, educativos, artísticos, culturales, deportivos, etc., hasta actividades de rescate y reconstrucción ambiental, desde el nivel local al mundial.

Estos círculos de trueque crediticio no dependerán de capital, simplemente se integrarán a ellos quienes no estén satisfechos con los ingresos de su actividad económica, para pretender obtener la parte suficiente de sus satisfactores de manera directa en círculos de trueque crediticio, de modo que les pueda alcanzar su ingreso en dinero para cubrir el resto de sus necesidades. Desarrollando una nueva economía mixta: capitalista y comunitaria.

Podrán integrarse a los círculos de trueque crediticio quienes aún se encuentren marginados de la economía financiada, sean inmigrantes o deportados de otro país, o decidan abandonar sus actividades ilícitas para participar en actividades económicas productivas. Ya que la pobreza no es la falta de propiedades superfluas e innecesarias, sino la falta de integración social, que lleva a la marginación alimentaria y de todas las necesidades básicas.

Como una necesaria economía de guerra para vencer las problemáticas ambiental y social, tendrá que incluirse al Ejército Mexicano, que respetando y coordinándose con las autodefensas comunitarias, irá incluyendo en su armamento los instrumentos de trabajo para su activa participación y llevando a presidiarios que también quieran colaborar.

Podrá iniciarse un Foro Nacional Ciudadano entre la red de círculos de trueque crediticio que vayan surgiendo, en que se puedan gestar y plantear nuevas actividades con que estas organizaciones puedan mantener su equilibrio económico. Particularmente demandar la iniciativa de ley de Transparencia Preventiva, anexando al Art. 6º constitucional, que da sustento al INAI y a la Ley General de Transparencia, después de su segundo párrafo el equivalente al siguiente texto:

“La información de las actividades de gobierno debe llegar oportunamente a la ciudadanía para el mejor ejercicio de la Democracia Participativa en sus distintos proyectos, posibilitando una Transparencia Preventiva.

Obligando a gobernantes y funcionarios, bajo pena de ser destituidos y procesados, a consensuar proyectos, presupuestos y aplicación de recursos antes de ejercerlos, ante la libre, voluntaria y honoraria participación ciudadana. Tendrán que convocar a debates y toma de acuerdos, haciendo un Acta de consenso en que cada participante emitirá su voto a favor, en contra o con algunos cambios al plan y presupuesto gubernamental.

Esto no interferirá con los presupuestos de egresos de congresos y ayuntamientos, será parte de los procedimientos de participación comunitaria en el ejercicio y vigilancia de los mismos, y como está reglamentado, cada presupuesto que no pudiera ser ejercido, sería devuelto a su entidad emisora. Así la ciudadanía podrá testificar el monto de lo recaudado en los tres niveles de gobierno, consensuando las partidas y su aplicación para los ejecutivos, legislativos y judiciales.”

La Transparencia Preventiva garantizará la Democracia Participativa, que urge desarrollar para que la Democracia Representativa deje de ser una farsa y pueda superarse el Estado Fallido que ha prevalecido en los últimos sexenios.

Año con año irá aumentando la cultura de Participación Comunitaria, hasta que la Transparencia Preventiva llegue a significar la abolición del manejo discrecional del poder y los recursos públicos, permitiendo un ejercicio directo de la soberanía popular consignada en el Artículo 39 Constitucional.

Será conveniente que el INE auxilie a gobernantes y funcionarios en la realización de los necesarios consensos, pero por el alto costo que tiene el INE y los partidos políticos para la nación, será necesario que el INE evolucione (y esto dará lugar a otra iniciativa de ley) en una Organización Ciudadana Electoral, cuyos cargos honorarios no cobrarán por su servicio, y la ciudadanía los asumirá voluntaria y consensuadamente sólo por tiempos limitados a ciertos objetivos o procesos electorales.

El Foro Nacional Ciudadano y la Red Nacional de Círculos de Trueque Crediticio darán apoyo en la logística diseñada por la Organización Ciudadana Electoral como una labor más para saldar los adeudos al interior de los círculos de trueque crediticio. La Transparencia Preventiva permitirá documentar por la ciudadanía la aplicación de las Reformas Estructurales para su ratificación, derogación o modificación. Las licitaciones para concesionar la extracción de los recursos naturales, su procesamiento o distribución, también tendrán que consensuarse ante la sociedad civil y podrán concursar uniones de cooperativas de especialistas.

Los movimientos sociales podrán abrirse paso en el debate y toma de acuerdos y virar de protestantes en propositivos, disminuyendo en gran medida las marchas y plantones a partir de su monitoreo, crítica y limitación de la acción de los gobernantes y funcionarios, como legitimadores de su gestión previamente consensuada.

Por el brillo de los guerreros águila,
por el brillo de los guerreros tigre,
es exaltado vuestro abuelo Axayacatl,
el implacable en la guerra....
¡Oh conquistadores antiguos, volved a vivir!
(Garibay, 1964)

6. AntiMarxismo Global

La división del trabajo en las sociedades organizadas las estratifica en diferentes clases sociales, cuya colaboración determina su desarrollo y su historia. Siempre surgen desacuerdos en esta colaboración y es necesaria la voluntad política para solucionarlos y evitar enfrentamientos fatales. Políticamente esta colaboración es en realidad una permanente guerra no fratricida por el bien común, buscando satisfacer las necesidades de todas las clases sociales, para armonizar felizmente el desarrollo y la evolución de las distintas comunidades que conforman a una nación.

Logrando una organización social comunitaria que ya no dependa de un gobierno (que con su manejo discrecional del poder y los recursos siempre saqueará y someterá a la nación), sino reducirlo a una administración bien vigilada y corregida por la población a su verdadero servicio. Permitiendo que con el previo consenso entre las comunidades de cada nación, ésta mantenga el libre intercambio comercial y cultural con el resto de las naciones sin perder su identidad, integración y proyecto de nación en una vigorosa comunidad global de naciones.

Siendo que en cada comunidad de cada nación sea prioritario proteger y restaurar el medio ambiente antes depredado por ignorancia durante nuestro desarrollo histórico, manteniéndose en comunicación para organizarse en la solución a los problemas globales ambientales y climáticos.

Nacionalismo sí, nacionalsocialismo no, porque para una coexistencia global armónica entre las naciones es necesario sintetizar la dialéctica histórica hegeliana de imperios y repúblicas en un imperio de la democracia o democracia real, que llegue a todos los niveles comunitarios potencializando la creatividad de todas las formas y niveles del amor.



Porque el régimen republicano ha sido el socialismo real desde antes de tiempos de Platón, y la abolición de la esclavitud resulta ahora demagógica ante la actualidad de la mayoría de las comunidades que viven esclavizadas bajo el extravío de la insustentable libertad capitalista. Mientras que el imperialismo ha pretendido la conservación de los valores humanos heredados de las religiones históricas, que fueron distintas evoluciones de las prehistóricas religiones apocalípticas y mesiánicas de sacrificios humanos con que la prehistórica civilización global ha influido en la actual.

Esto no ha sido más que el proceso histórico de la nueva humanidad global en que quedan integradas todas las razas en un mestizaje cósmico que permita a toda nuestra especie evolucionar hacia la conquista del universo interestelar, siempre guiada por el gran espíritu "Kitchi Manitú" de la vida. Así que mientras averiguamos investigando y experimentando como lograremos el “Reino de los Cielos” consignado por distintas religiones, es preciso reconstruir el “Paraíso Terrenal” para al menos garantizar la supervivencia de la actual humanidad global y toda su biósfera terrestre.

Sobre su escudo, de vientre pleno,
fue dado a luz el gran guerrero.
En la montaña de la serpiente es capitán,
junto a la montaña se pone su rodela como máscara.
Nadie a la verdad se muestra tan viril como él,
la tierra va estremeciéndose traviesa:
¿quién se pone su rodela como máscara?
(Garibay, 1964) 7. Referencias

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- Garibay Kintana Angel María. Historia General de las cosas de La Nueva España, escrita por Fray Bernardino de Sahagún, Editorial Porrúa. 1999.

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- Soustelle Jacques. El Universo de los Aztecas. Fondo de Cultura Económica. México 1982.

- Vasconcelos José. La Raza Cósmica. Día del libro, México, 1983.

Soy la mata tierna del maíz,
desde tus montañas te vengo a ver.
¡La vida se refrescará!
El hombre primerizo se robustece,
¡ha nacido el que manda en la guerra!
(Garibay, 1964)