22 de enero de 2020



Una nueva “auditoria de desempeño” al Tren Interurbano México-Toluca (TIMT), arrojó retrasos considerables derivados de problemas sociales, cambios en los trazos originales e incorporación de técnicas y materiales no previstos, por lo que es un hecho que este año no entrará en operación, sino hasta 2022 ó 2024, lo que en cualquier caso, implicará pérdidas adicionales de entre 18 mil y 37 mil millones de pesos, sin contar que su rentabilidad ya está en riesgo por proyecciones “no razonables” de su demanda.

Adicional a ello, se detectó que la mega obra sexenal de Enrique Peña Nieto, acumula un sobre costo de inversión por 18 mil 633 millones 900 mil pesos, respecto a las inversiones planteadas originalmente en 2013.

La “Auditoria de Desempeño del Proyecto de Construcción del TIMT”, realizada por la Auditoria Superior de la Federación (ASF) y entregada como parte del primer paquete de resultados de la Cuenta Pública 2018, a la Cámara de Diputados Federal, revela deficiencias en sus proyecciones de demanda, rentabilidad y costos diversos de inversión.

Las mala planeación de la obra en casi todos los frentes, ha generado sobrecostos por más de 18 mil millones de pesos, considerando que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) de Enrique Peña Nieto, al frente de Gerardo Ruiz Esparza, había asegurado que su costo sería de 49 mil 82 millones de pesos.

Cabe destacar que a siete años de que se presentó el megaproyecto, este no ha sido concluido y la ASF, determinó que incluso su rentabilidad ya están en riesgo, pues ni siquiera las proyecciones de demanda estuvieron calculadas bajo “supuestos razonables”.

“En cuanto a la planeación, se identificó que la demanda estimada de 129 mil 489 pasajeros diarios para diciembre de 2019 y de 280 mil 688 usuarios en 2048, estuvo sobreestimada, ya que no se calculó bajo supuestos razonables, ni estuvieron debidamente justificados, lo que podría afectar la rentabilidad del proyecto”, indica el informe de resultados de la auditoria marcada con el número 368-DE.

Igualmente señala que en cuanto a la planeación, se identificó que la demanda estimada originalmente de 129 mil 489 pasajeros diarios para diciembre de 2019 y de 280 mil 699 usuarios para 2048, “estuvo sobreestimada, ya que no se calculó bajo supuestos razonables, ni estuvieron debidamente justificados, lo que podría afectar la rentabilidad del proyecto”.

La auditoría destaca también que el Análisis del Costo Beneficio (ACB) del tren interubano, no se proyectó adecuadamente desde el 2013, cuando la SCT no atendió 13 recomendaciones de un dictaminador independiente, mientras que al actualizar ese valor en 2018, incorporó 37 riesgos, de los cuales 12 ya se habían materializado y de estos, tampoco se calculó a tiempo su impacto financiero.

Los resultados de la auditoria al TIMT, revelan además que no se supervisaron apropiadamente mil 464.7 millones de pesos, asignados a las empresas encargadas y contratadas por la SCT para la supervisión del proyecto.

En suma: “La deficiente gestión gubernamental de la SCT, en la planeación y supervisión del proyecto, contribuyeron a que se registraran problemas técnicos, legales, sociales y ambientales en todos los tramos de la obra que afectaron el desarrollo de los trabajos de construcción del tren, por lo que a 2018, en términos monetarios, ningún tramo estaba concluido, además los mayores retrasos en el viaducto elevado, así como en el material rodante”.

Para el cierre del 2018 y la obra aún sin operar, la ASF determinó un aumento en los costos de 8 mil 371.9 millones de pesos, 10.2% más respecto de 2012; un sobrecosto de inversión de 18 mil 633 millones 900 mil pesos y una disminución no reportada ni calculada de más de 10 mil 267 millones de pesos en costos de mantenimiento y operación, toda vez que no se consideraron 15 de los 30 trenes ya adquiridos.

Asimismo y estimando que el tren entre en operación en 2022, aún así se tendrían pérdidas adicionales por 18 mil 59 millones de pesos y de más de 37 mil millones de pesos, si entra en funcionamiento en 2024, señala la auditoria.

Por otra parte, si se considera que inicialmente su costo de inversión se estimó en 49 mil 082 millones 500 mil pesos y a la fecha la ASF, estima en 18 mil 633 millones 900 mil pesos el sobrecosto de inversión, eso significa que su costo ya supera los 67 mil 716 millones de pesos. El proyecto inicialmente se planteó para inaugurarse en 2018, luego se especuló que sería hasta 2019, luego que en 2020 y ahora la nueva auditoria de la ASF, revela que en el presupuesto del 2020, se plantean inversiones para el proyecto del tren interubano México-Toluca hasta el año 2022, sin embargo no es seguro que para ese ejercicio, se ponga en funcionamiento

Mary Delgado