El segundo informe de gobierno del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, no dio sorpresas significativas y es comprensible, tras más de 300 conferencias mañaneras en las que nos ha ido aleccionando sobre lo que él considera como las acciones centrales en su gobierno, aunque no siempre con asidero en la realidad real.

Esto último resulta aplicable sobre todo para los ciudadanos del Estado de México - meca territorial de la corrupción nacional-, donde las afirmaciones de que “ya se acabó la corrupción” resultan más una línea discursiva que un hecho en si mismo. Nada, para los mexiquenses esa afirmación necia del ejecutivo es nada y lo seguirá siendo mientras tengamos un gobierno plagado de la A a la Z de mafias de cuello blanco.

Bien dijo AMLO está mañana que todavía falta terminar con el “bandidaje oficial”, cierto, afirmación aplicable 100% al gobierno mexiquense y sus estructuras adyacentes, incluyendo los dos poderes y organismos autónomos.

Hablando de organismos, en la realización de un par de investigaciones -no sé si ya lo había comentado, pero bueno lo reitero- me tope con que dos de los entes que deberían ser en el Estado de México sinónimo de transparencia ejemplar, no cuenta ni siquiera con mecanismos para atender las consultas ciudadanas, lo que viola el principio de “máxima publicidad” que es la reina madre de la transparencia en todo el mundo.

Sí me refiero al OSFEM y al Sistema Estatal Anticorrupción, que no cuenta con módulos de transparencia, para que los ciudadanos puedan preguntar lo que quieran sobre cómo operan, quienes los integran, cuánto ganan sus servidores públicos y en qué gastan los recursos públicos que se les asignan. Pues no, los entes vigilantes en teoría del ejercicio de recursos y la rendición de cuentas, no practican lo que pregonan… No hay manera de que usted los fiscalice y ejerza el derecho que tiene de hacerlo.

Ya se acerca el segundo informe del gobernador Alfredo del Mazo al que por cierto ahora le ha dado por ocultar lo que gasta en el sostenimiento de la Casa de Gobierno…. no le digo, cómo si no supiéramos que casi 21 millones de pesos en recursos públicos del erario, se van al año para pagar la residencial oficial, aunque los Pinos ya no existan. Pues si, resulta que varias solicitudes de información han sido negadas por la Secretaría de Finanzas, la cual en lugar de entregar el detalle de los gastos en Casa de Gobierno entregó adivine que… las facturas y notas de compra de lo que gasta la casa oficial que ocupa Alfredo del Mazo en papel higiénico.

Bueno al menos usted conocerá a la brevedad y con gran detalle la marca de papel higiénico que se usa en la Casa de Gobierno para el uso de sus ocupantes, qué proveedor lo surte y a que costo. De los demás gastos que se negaron a actualizar sobre Gastos de la Casa de Gobierno, no solo a mi, también a otros ciudadanos acá le pegamos el documento de la última actualización de esta información que ahora se está escondiendo: https://www.theobserver.mx/2018/12/25/los-pinos-de-edomex-cuestan-mas-de-20-mdp-anuales/casa-de-gobierno/

Ah! Y del informe del tercer año de la administración, pues todo parece indicar que fue un año perdido, la prueba máxima del mandatario para congratularse con los mexiquenses e instrumentar acciones emergentes para atender a los más necesitados por la contingencia del COVID-19, se perdió en la distribución de recursos para seguidores y militantes del PRI. Es decir que los apoyos disponibles, tuvieron un uso electorero. Es decir, corrupción.

Hasta la próxima