15 de septiembre de 2020

¡Viva la marea verde!

¡Viva!

¡Viva la infancia y maternidad deseada! ¡Viva!

¡Viva la Matria!

¡Viva!

¡Viva la Matria!

¡Viva!

Éste fue el grito de independencia feminista que esta tarde se escuchó en la capital mexiquense. No surgió arriba de un balcón, sino afuera de Palacio de Gobierno, rodeado de vallas y policías estatales.

No se escucharon las campanadas tradicionales que rememoran el Grito de Dolores, sino el reclamo de decenas de mujeres que exigían justicia para las víctimas de feminicidio, para las violentadas, para las desaparecidas en el estado de México.

El hartazgo por tanta impunidad motivó a las integrantes de distintas colectivas a quemar la Bandera de México.

El rosto del gobernador Alfredo del Mazo plasmado en una máscara de cartón también ardió en llamas, mientras las feministas gritaban: "renuncia del Mazo, tu gobierno es un fracaso". Así le reprochaban la creciente ola de feminicidios que mantienen al estado de México en primer lugar nacional, con 80 víctimas, tan solo de enero a julio de este año.

El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, Jorge Olvera García, inspiró la creación de la otra máscara que fue quemada. Las feministas pidieron su renuncia, tras la represión que sufrieron algunas integrantes del movimiento el pasado 11 de septiembre, durante la toma de la sede del organismo en Ecatepec.

El presidente municipal, Fernando Vilchis también fue responsabilizado por esos hechos.

"Justicia para Jessica Sevilla" gritaron las mujeres, entre ellas Juana Pedraza, madre de esta doctora víctima de feminicidio.

"A las madres de las víctimas de feminicidio le decimos: no están solas", expresaron las manifestantes.

Entre las colectivas estaba el de las mujeres trans, que de igual forma han sufrido la muerte de algunas compañeras de vida, a causa de la homofobia.

Tras casi dos horas de gritar consignas, corear cantos feministas y realizar pintas en la avenida Lerdo de Tejada, las mujeres se trasladaron a la parte trasera de Palacio de Gobierno y enseguida un aguacero dio fin a la protesta.



Alma Ríos