“Tuvieron su cuerpo ahí dentro todos estos años y todavía no puedo creer que no lo buscaran”, se quejó con impotencia la nayarita Laura González en una entrevista realizada días después del hallazgo. A su alrededor una larga fila de personas reclamaba respuestas.
Cuando le tocó su turno a Laura González la llevaron a un cuarto para mostrarle fotografías de cadáveres. En una de ésas identificó un tatuaje con su nombre -Laura- y el mismo tipo de letra que veía todos los días en la espalda de su marido. Efectivamente era el cuerpo de Alejandro Medina, de 34 años, quien desapareció el 19 de diciembre de 2014.
“Si tenían las fotos ¿por qué nunca me las enseñaron?”, se preguntó la mujer.
El cuerpo de su esposo estuvo cuatro años y nueve meses en el Semefo como NI (no identificado). Durante ese tiempo, cada vez que Laura González pasaba al anfiteatro a preguntar por él, los funcionarios le decían que no tenían a nadie con sus características. Sin embargo, su cadáver ingresó el 15 de enero de 2015, tras ser encontrado en un canal. En mayo de 2016 fue de los primeros en ser ingresados al contenedor metálico.
Sin embargo, ningún registro empata con sus características en la base de datos de los cuerpos metidos en los tráileres obtenida a través de diversas solicitudes de transparencia.
“Estoy segura de que si no pasa lo del tráiler, el cuerpo de Alejandro seguiría ahí dentro, o ya lo hubieran enterrado en sabe qué panteón y sin decirnos absolutamente nada. Jamás lo hubiéramos encontrado”, dijo la esposa en una mezcla de enojo, desesperación y alivio.
En esos días en los que el Instituto concentraba la indignación internacional, Cotero monitoreaba los sucesos desde su casa. Había sido despedido dos días después de la noticia de los “tráileres de la muerte”. “Fue una desgracia porque no hicieron las cosas bien. Yo estaba al tanto por lo de mi hijita”, dice, como si él no hubiera sido el encargado del destino de las personas fallecidas sin identificar en Jalisco.
El secretario López Lara, copartícipe de la decisión de rentar los tráileres, tuiteó:
Mientras el primer tráiler era inspeccionado, el segundo -que había sido rentado en agosto, un mes antes del escándalo- siguió en operación hasta noviembre. Oficialmente albergó a 49 cuerpos, pero testimonios de personal del IJCF y de familiares de víctimas indican que esos meses siguió recibiendo cuerpos.
El 25 de septiembre de 2018, 10 días después de estallada la crisis, personal del Instituto hacinó con otros 48 cuerpos el cadáver de un joven encontrado en Zapopan y registrado con cirrosis hepática como causa de fallecimiento. Se llamaba Carlos Palma.
En el quinto día de búsqueda su esposa María García preguntó en el IJCF si acaso también estaba en la morgue rodante el cuerpo de un veinteañero moreno de complexión delgada. Le dijeron que sí pero que no podrían sacarlo porque tenían demasiado trabajo. Pudo rescatarlo hasta que contrató los servicios de una funeraria.
“De la funeraria me dijeron que estaba muy descompuesto, pero que le aplicarían un tratamiento especial, le llamaban encapsulamiento, para que aguantara hasta el funeral”, contó María mientras mostraba algunas fotos del entierro que realizó al día siguiente de que lo sacaron. En una se ve el ataúd a las puertas de una iglesia.
“Cuando empezó la misa tuvimos que sacarlo del templo porque los olores que desprendía eran insoportables, y lo enterramos rápido porque del féretro salían fluidos y sangre”, relató. “Todavía no puedo entender que su cuerpo se descompusiera así”.
En los registros obtenidos sobre la carga de los contenedores ningún cadáver coincide con las características de Carlos.
A raíz del hallazgo de los tráileres 47 cuerpos fueron identificados y entregados a sus familiares, 275 restantes permanecen en el anonimato y fueron enterrados en los panteones municipales de
Guadalajara y
El Salto.
Lo que no se supo entonces es que en octubre de 2018, en plena crisis forense, la empresa Logística Montes entregó a la fiscalía un tercer tráiler contratado que oficialmente nunca fue utilizado, pero que vecinos de Lagos de Moreno dijeron haber visto afuera de la morgue de ese municipio.