En total, de septiembre de 2019 a agosto de 2020, se cometieron 342 mil 354 delitos, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). En el mismo periodo, pero entre 2018 y 2019, se contabilizaron 346 mil 808 delitos, esto representa una baja de 1.3% con respecto a este año. Esto se explica no por una eficiencia en alguna estrategia de seguridad, sino en la disminución (a nivel nacional, cabe señalar) de la incidencia delictiva durante los meses de mayo y junio de este año, por el confinamiento que supuso la pandemia de Covid-19.
En septiembre de 2019, se registraron 30 mil 436 delitos, 6.56% más de los 28 mil 561 que se contabilizaron durante el mismo mes, pero de 2018. Para octubre, la cifra había aumentado a 31 mil 702 ilícitos, 4.02% más que los 30 mil 474 del mismo mes de 2018. En noviembre, esta cifra disminuyó a 29 mil 666, no obstante que, tanto en ese mes como en el mismo de 2018, tienen una tendencia a la baja con respecto a los delitos registrados en octubre. En este caso, a pesar de que también representa una baja, es 7.16% mayor a las registradas en noviembre de 2018. En diciembre de 2019, se registraron 29 mil 276 ilícitos, 10.19% mayor a los 26 mil 568 de ese mismo mes, pero del año anterior.
El primer mes de este año tuvo un ligero aumento en delitos con respecto al mes anterior, con 29 mil 429 casos, que a su vez también son 17.16% más que los 25 mil 117 de enero de 2019. Febrero mantuvo la tendencia al alta, con 29 mil 815 delitos, 16.48% más de los 25 mil 595 del mismo mes, pero del año pasado. En marzo, se cometieron 29 mil 960 delitos, aún con una tendencia a la alza desde diciembre, y que, a su vez, representan un aumento del 0.67% con respecto a los 29 mil 759 contabilizados en marzo de 2019.
En abril, que es cuando la mayor parte del país se ha confinado, es donde ocurre la primera disminución, no solo respecto al mes anterior, sino también respecto a abril de 2019. Durante ese mes, la cifra de delitos disminuyó a 24 mil 907. A pesar de que en abril de 2019 hubo también una disminución de delitos, a 28 mil 57 casos, la disminución fue más dramática este año, de 12.64% en abril de 2020 con respecto al año pasado.
Evidentemente, en mayo se repite este fenómeno, contabilizando 22 mil 884 ilícitos, el cual, de hecho, contrasta mucho con mayo de 2019, que alcanzó el pico histórico de 32 mil 89 delitos registrados. Esto supone una disminución de 40.22% entre estos dos meses.
Junio es el mes que ya experimenta un repunte en los delitos de este año. En este mes, se contabilizaron 25 mil 990, que, a pesar de ser 16% menor a los 30 mil 920 del mismo mes, pero de 2019, va a tono con el relajamiento de las medidas de confinamiento.
Tanto julio como agosto, continúan esta tendencia a la alza, registrando 28 mil 263 y 30 mil 26 delitos, respectivamente. No obstante, ambos meses siguen teniendo cifras menores a julio y agosto de 2019, con 30 mil 820 y 31 mil 165 delitos, respectivamente.
Obviamente, este gran detalle de la pandemia siendo prácticamente el único factor visible en la disminución de delitos, es algo que previsiblemente se podría omitir en el informe.
¿Por qué aumenta la inseguridad? Porque hay impunidad
El portal Impunidata, de la Asociación Civil Impunidad Cero, estima que la tasa de delitos en el Estado de México es de 51 mil 520 por cada 100 mil habitantes, esto quiere decir que más de la mitad de los mexiquenses experimentaron un delito de algún tipo durante 2019, que es el año que recoge estos datos.
Pero, si según las cifras del Secretariado se cometieron 354 mil 602 delitos en 2019, y considerando que en el Estado de México hay poco más de 16 millones de habitantes, ¿Por qué las cifras oficiales son notablemente inferiores a lo que debería indicar la tasa de delitos de Impunidad Cero?
Por la cifra negra, o los delitos no denunciados.
Impunidata estima 5 millones 859 mil 778 delitos no denunciados. Esto es 16.5 veces más que los delitos que reporta el SESNSP. Por poner un ejemplo, de mil 655 homicidios dolosos en 2019 en la entidad, solo 303 alcanzaron una sentencia condenatoria. Esto es: el 88.60% de los asesinatos son impunes.
Esto causa que el gasto estatal de 10 mil 422 millones 821 mil 300 pesos en seguridad pública, y los 4 mil 430 millones 882 mil 700 pesos en procuración de justicia sean, para efectos prácticos, un desperdicio. Dicho en otras palabras, cada mexiquense gasta 611.07 pesos en impuestos para que no tenga seguridad, y gasta otros 259.77 pesos en no recibir justicia.
Por supuesto, esto ubica a la entidad mexiquense en el lugar 25 de 32 a nivel nacional en impunidad, solo detrás de Tlaxcala, Veracruz, Chiapas, Guerrero, Tamaulipas, Puebla y Oaxaca. Los mexiquenses tienen un tiempo de espera promedio para denunciar de 196.51 minutos. Más de tres horas en ser atendido solo para denunciar un delito.
De hecho, de acuerdo con el último Índice de Impunidad, realizado por la Universidad de las Américas Puebla en 2018, el Estado de México es la entidad con el índice más alto de impunidad. La entidad tiene el puntaje más alto del IGI-MEX con 80.06 puntos de impunidad. Se registran 202,205 carpetas de investigación, la cantidad más alta en todo el país, únicamente hay 1,209 sentenciados en primera instancia. Solamente el 0.59% de las carpetas acaba en sentencia, lo que también en ese estudio, habla de la debilidad en la integración de las carpetas por parte de los ministerios públicos.
Con cifras como estas, es previsible pensar que el problema de la inseguridad, al amparo de la corrupción permanecerá así en el futuro próximo. Así ha estado en el tercer año de gestión de Alfredo del Mazo, y así estuvo antes de él.