Sepultureros, en la última parada del Covid-19
En los peores días de la pandemia don Socorro Romero Lozada enterraba entre tres y cinco cuerpos por día de víctimas de Covid-19 en el panteón de Santa Ana Tlapaltitlán, mientras que Trinidad Domínguez, entre cuatro y cinco a la semana en el camposanto de San Mateo Oxtotitlán; ahora, con justo 900 decesos acumulados en Toluca, la mayoría de los panteones estarán cerrados y los difuntos no podrán volver a los camposantos este Día de Muertos, no habrá quien los atienda, aunque se les llorará mucho, eso sí...
28 de octubre de 2020
Dice Romero Lozada, con 36 años en el oficio de sepulturero y 60 cumplidos, que enterrar “difuntitos” durante este año de la pandemia, resultó para él y su familia como una “montaña rusa”, un miedo porque no sabías si sobrevivirías tu mismo o te irás con el cliente de la próxima semana, aunque ahora, asegura han bajado las inhumaciones por COVID-19.
Así ha sido toda la temporada.
Y no lo dice de broma. Cuando la pandemia alcanzó sus picos más altos a mediados de julio (cuando en Toluca sumaban ya 557 muertos y en todo Edomex seis mil 108 por Covid-19), Don Socorro apenas si descansaba para tomar aliento abriendo y cerrando fosa aquí y allá, una tras otra.
Los servicios de las funerarias no dejaban de venir recuerda y apenas si le proporcionaban algunas raciones de tapabocas. Solo eso. Él agregaba por su cuenta, cuando podía, goggles para proteger los ojos y evitar una filtración del mortal virus, cuando mucho guantes, además de prohibirle a sus hijos asomar la nariz por el camposanto y a su esposa salir para ayudarle en los sepelios
La pandemia cambio por completo las dinámicas de esta pequeña familia de sepultureros integrada por tres hijos adolescentes, don Socorro y su esposa, con quienes habita al interior del panteón de Santa Ana, en unos pequeños cuartos que construyeron ellos mismos hace ya casi tres décadas.
Ahora, en vísperas del Día de los Santos Difuntos y ante los primeros indicios de un rebrote invernal en todo México, la cantidad de entierros en la capital se redujo a uno o dos por semana -ya no por día- al menos en este panteón que limita con Metepec, con lo que desde principios de septiembre, cuando comenzaron a bajar los reportes de muertos por la pandemia hay menos riesgos, sostiene Socorro.
Explicó que en algún momento fue tal el ritmo de los decesos en Toluca producto de la expansión explosiva del SARS-Cov-2, principalmente entre mayo y agosto, que los lugares disponibles técnicamente se acabaron y de inmediato se pasó del entierro de cuerpos a la cremación de restos.
Ahora solo entierra urnas.
“Así es más sencillo y hay menos peligro” refirió Socorro, al asegurar sin embargo que enterrar urnas “también tiene su chiste” y explica: “Se hace un hoyo a la altura de la cabecera de la sepultura y escarbamos hasta encontrar las tapas de concreto que se pusieron en el último sepelio de la familia, sobre esa ponemos la cajita y se le hecha la tierrita”.
Y si, ahí quedan en cenizas los restos de los enfermos de COVID-19 que no lograron ganarle al virus pero dieron la batalla hasta la última línea. La frontera de la derrota, cuando la esperanza se esfuma para siempre.
Y Don Trinidad sabe a lo que se refiere su colega. Ambos no han dejado de laborar desde mediados de marzo, cuando se lanzó el decreto de alerta sanitaria en todo el país.
"Tan solo unos dillitas y comenzaron a llegar, pero lo peor fue en julio y de ahí hasta agosto, hasta por ahí de septiembre comenzó a bajar", señala Socorro, quien ahora se prepara para dejar el panteón limpio y al igual que Trinidad, ya recibió instrucciones delegacionales para cerrar el camposanto y solo permitir el acceso de una o dos personas para limpiar sus tumbas, llevar flores e irse. Nadie se puede quedar para nada más.
Estas visitas para la limpieza deberán hacerse de manera controlada por los propios administradores de los panteones y suspenderse los días 1o y 2 de noviembre.
Las lágrimas, el dolor de la pérdida, los lamentos tendrán que trasladarse a otro lugar. Dice AMLO que a cada hogar para evitar más brotes.
Mientras Trinidad y Socorro se apresuran. Levantan desechos de flores secas, pasto y materiales dispersos que han quedado en los camposantos de tanto movimiento de tierra que trajo el nuevo coronavirus. Al tiempo dan instrucciones a sus chalanes, revisan y reparan las enormes pilas de agua, porque aunque es finales de octubre, la gente ha comenzado a llegar en oleadas para "desyerbar", poner flores frescas, limpiar las pocas artificiales que llega a haber, limpiar vidrios, cruces y rezar mucho.
Los panteones quizás estén cerrados, pero todos esperan que ellos vengan...
Trini, como le dicen sus amigos, es un anciano de 80 años, de complexión aparentemente frágil pero en realidad muy trabajador y servicial, es el sepulturero de San Mateo Oxtotitlán. Él y su ayudante Lucas Ramírez, al igual que Don Socorro y sus hijos, están en la última parada del Covid-19, la del no retorno y sí, también para prestar auxilio en los peores momentos, ya que aunque su trabajo ha sido poco reconocido en los medios, recibir a las personas que murieron a causa del COVID-19 también marca vidas.
El trabajo silencioso de los sepultureros en este año de la pandemia y en cada uno de los más de 3 mil 561 panteones reportados por el INEGI, ha sido vital para las familias y personas golpeadas por alguna de las 89 mil 814 personas fallecidas en México durante la pandemia, de las cuales 10 mil 547 corresponden al Estado de México y 900 a Toluca hasta este 27 de octubre.
La labor de los sepultureros, callados frente al súbito dolor del último adios por parte de personas que perdieron familiares o amigos, ha sido fundamental en estos meses, así lo consideró el pastor Guillermo Mendoza, al destacar que estos trabajadores, han hecho una labor silenciosa de alto riesgo que no siempre ha sido compensada o resaltado por las autoridades de todo el país.
En este sentido Don Trini coincidió con Socorro, al reconocer que en estos meses quienes han estado más cerca de ellos son los delegados municipales, quienes les proveyeron de tapabocas de manera regular y les daban instrucciones para tomar medidas y reducir al mínimo los riesgos de que ellos mismos resultaran contagiados durante los entierros.
En general sin capacitación gubernamental o del Estado y con recursos mínimos, los sepultureros han enfrentado así la pandemia.
Se trata además de trabajadores que no cuentan con seguridad social ni un sueldo regular, la mayoría como Socorro reciben un pequeño pago de sus autoridades delegacionales y están a expensas de lo que les traiga la muerte para completar los ingresos que les permitan sobrevivir, paradójicamente...
Las familias los contratan y pagan una cuota por escarbar la fosa, bajar los restos y taparla, otra distintas cuando se trata de una urna. En ningún caso y aunque la pandemia del SARS-Cov-2 elevó el riesgo para ellos, se modificaron las tarifas.
Socorro mencionó que por ello en esta pandemia, en tema de recursos, no le fue tan mal, pero el riesgo fue mucho, admitió.
Por otro lado y de acuerdo con datos del INEGI, en la zona metropolitana del valle de Toluca se tiene el registro de 202 cementerios y 669 más en la zona metropolitana del valle de México, mientras que a nivel nacional se tiene el registro de dos mil 606 sepultureros hombres y otras 246 sepultureras mujeres, aunque estos podrían no ser todas ni todos, ya que este dato está referido únicamente a los trabajadores de panteones ubicados en zonas metropolitanas de todo el país.
El informe indica que en la zona metropolitana del valle de Toluca se incrementaron 39.9% las inhumaciones entre enero y junio y 46.02% en el Valle de México. En ambos casos, las cremaciones también aumentaron.
Si desea conocer más sobre la situación de los panteones en todo el país, puede consultar el siguiente link:
https://drive.google.com/file/d/1sz7RLn-WnHcurhIOsGw9ZDEoDx9eTj5Y/view?usp=sharing
Es importante destacar que hasta este miércoles, Toluca seguía ocupando el segundo lugar en decesos por COVID-19 en todo el Estado de México, con 900 defunciones en total solo después de Ecatepec que acumula mil 193, no obstante tener la mitad de población que el más populoso municipio de todo el país.
Debido a esto, Socorro y Trini se enfrentaron a una circunstancia excepcional, algo que nunca antes habían visto a pesar de llevar décadas en el oficio. El trabajo prácticamente se les duplicó o triplicó en algunos momentos y tuvieron que sacarlo a cómo podían, reconocieron ambos, pese a no haber obtenido ninguna ayuda adicional de autoridades estatales, solo recomendaciones de sus delegados, reiteraron.
Su intenso trabajo es coincidente con las estadísticas oficiales, ya que durante la actual pandemia, las cifras mortales de Toluca superaron las de otras localidades del oriente mexiquense donde el nuevo coronavirus ha causado estragos considerables. Es el caso de Nezahualcóyotl, con 584 decesos y 8 mil 117 casos confirmados, o Chalco con 3 mil 443 casos confirmados de Covid-19 con 422 decesos, a principios de esta semana.
Cabe destacar que Ecatepec cuenta en la actualidad con una población de un millón 881 mil 124 habitantes según el INEGI, Nezahualcóyotl con poco más de un millón 100 mil y Toluca con 873 mil 536.
¿LAS RAZONES?, QUIEN SABE PERO LOS DECESOS SE CONCENTRAN EN LAS ZONAS POBRES
Los motivos por los cuales el Covid-19 golpeo con fuerza la capital mexiquense aún no quedan claros. Entrevistado en un concurrido restaurante de la capital mexiquense, Carlos Sánchez, nuevo secretario del ayuntamiento de Toluca (el tercero en ese cargo), aseguró que los indicios apuntan hacia la alta movilidad laboral y comercial que se registra en el norte del municipio, una zona donde coincidentemente se concentran los índices más altos de marginación y pobreza, y también donde se asientan los pueblos originarios.
Es la misma zona donde cada viernes se instala el Mercado Aviación Autopan, al que el funcionario municipal atribuye parte de la propagación del virus en la capital.
Como sea, lo que ahora busca la actual administración, aseguró, es encontrar alguna medida o mecanismo para bajar la transmisión de los contagios, que aunque se han ralentizado, no dejan de crecer estadísticamente.
El secretario Carlos Sánchez, aseguró que por eso mismo el alcalde, el expanista y hoy morenista Juan Rodolfo Sánchez Gómez, realiza gestiones ante el gobierno federal, para que de las vacunas que anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador que llegarán en diciembre próximo, al menos 100 mil se canalicen de inmediato a Toluca.
El funcionario, de extracción petista (PT), asegura que el alcalde está a solo un paso de conseguir las 100 mil vacunas y que de obtenerlas de manera prioritaria las canalizará hacia “quienes mueven la economía en la capital”, dice creer que el edil se refiere a trabajadores, aunque también podrían ser empresarios de la región, con quién Sánchez Gómez, como expanista, tiene fuertes vínculos, además de que son panistas quienes ocupan buena parte de su gabinete.
VUELVA EL AÑO ENTRANTE
Don Trinidad Domínguez Rivas, el sepulturero del panteón delegacional de San Mateo Oxtotitlán en Toluca, se disculpa anticipadamente de que los panteones de Toluca, o al menos este, permanecerá cerrado para el día de los Santos Difuntos, todo, completamente, no vengan, no estaré, advierte.
Por eso, al igual que Don Socorro, alertó que “ahí les haya” que quien quiera hacer algún homenaje a sus difuntitos, se anticipe y pida permiso para limpiar las tumbas, pintar y desyerbar, antes de esa fecha.
Por lo demás si usted como cada año ya se estaba alistando para pasar la noche con veladoras, mariachis, mole, pan y cerveza para recibir a sus ancestros adentro del panteón, tal como es la costumbre de los pueblos mexiquenses del Valle de Toluca, avíseles que no… que no vengan, no hay quien abra.
En Ecatepec tampoco.
Aunque se les llorará mucho…
Tere Montaño