Ismael Reynoso es un ordeñador de 49 años que desapareció en Rancho Nuevo la mañana del 5 de mayo del 2021. Salió a barrer sus corrales y no volvió, en el lugar sólo quedó una escoba tirada. Su familia dice que antes de la desaparición ya se habían registrado tres balaceras en la zona. Luego de conocerse la noticia sobre Ismael, querido por la comunidad, las familias empezaron a huir.
“Cuando pasó lo de él fue como un balde de agua fría, porque es una buena persona. A la gente le dio miedo. Tuvimos que vender todo para empezar de cero, nuestras vacas, nuestras gallinas. Fue muy difícil porque mi papá trabajó muchos años para conseguir lo que teníamos, como para dejarlo de un día para otro por la inseguridad. Los animales casi casi los regalamos y tuvimos que dejar todo y venirnos así, sin nada”, dice entre lágrimas la hija adolescente de Ismael.
Rancho Nuevo, donde antes había fiestas hasta la madrugada y se podía caminar por los cerros que lo rodean sin correr riesgo, no es la única comunidad de Teocaltiche de donde las familias han huido; el desplazamiento forzado también ocurrió en San Gaspar, El Saucito, Rancho Mayor, Rancho El Salto, Agua Tinta, Los Pocitos, Los Sauces y El Rosario. En total, cerca de 700 personas tuvieron que abandonar sus hogares.
El problema ha sido minimizado por el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, quien en mayo de este año —cuando las familias tuvieron que huir de sus hogares—
se negó a reconocer el desplazamiento forzado.
“Hay una narrativa del gobernador con tendencia de minimizar la problemática o presentar una postura de que el problema ya está resuelto. Es una narrativa de éxito o como si no pasara nada, mientras que la situación se hace cada vez más grave”, explica Anna Karolina, de CEPAD.
“Hace como dos semanas, una pareja del Rancho Mendocina, junto a Rancho Nuevo, fueron a buscarme a mi casa y me dijeron que ya se querían ir, porque hubo otra balacera y tienen miedo. Ponen los colchones junto a la puerta para evitar que entren las balas”, platica un habitante de la comunidad que prefiere no dar su nombre.
“Queremos justicia. Queremos salir y regresar”
A poco más de diez kilómetros de distancia de Rancho Nuevo, en la Plaza Principal de Teocaltiche, la familia de Ismael Reynoso y unas 60 personas gritan para exigir justicia por las personas desaparecidas en el municipio. En 17 días, del 29 de agosto al 14 de septiembre, ocho personas desaparecieron; sólo tres han sido localizadas, pero sus familias prefieren no dar más detalles, por miedo a sufrir represalias.
La manifestación arrancó el 19 de septiembre desde el estacionamiento de un centro comercial, donde el 17 de noviembre del 2017 se registró la primera balacera en la zona urbana del municipio, “se siente que ya no es guerra entre dos, sino contra todos”, dice Mauricio Medina, que acompaña la protesta.