7 de enero de 2022

La aprobación del paquete fiscal del 2022 se complejiza para el PRI y su futuro en 2023. La propuesta para aprobar cuatro impuestos, que al final fueron desechados, junto con cambios -retrocesos- para quitar candados en la vigilancia y auditoria de programas sociales (algo a lo que sí accedió Morena) y la contratación de sobredeuda sin asideros claros que lo justificaran, son solo una parte de la estrategia electoral que ya puso en marcha la maquinaría priísta para arrancarla este mismo año.

No se necesitaba tener mucha ciencia para decifrar algo que viene en paquete para la misma causa del 2023: disponer de fondos suficientes para garantizar la continuidad de la compra masiva de votos que viene realizando el gobierno mexiquense por vía del Salario Rosa, pues no hay que olvidar que el voto femenino tiene un gran peso en cada elección.

La compra y coacción de la pobreza femenina se convirtió desde el pricipio de esta administración, en el centro de la estrategia proselitista anticipada que ha venido realizando Alfredo del Mazo a la vista de todos, en una apuesta que sigue empobreciendo aún más a las mujeres y colocando a la entidad en un complejo momento, pues ni siquiera la pandemia por el Covid-19, lo ha hecho parar. Si en alguna medida la pandemia no ha sido tan nefasta como en otras latitudes del mundo -y eso con sus asegunes-, en caso del Edomex, ha sido en buena parte por la aceptable estrategia de inmunización masiva que diseño el gobierno federal y que en el caso de la zona metropolitana, jaló la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, aligerando en buena parte la carga a un gobernador entretenido en su campaña.

Por eso poner diques a un ambicioso proyecto político que se sostiene con alfileres de embutes y simulaciones (como lo es la compra masiva de conciencias vía los programas sociales), es lo mejor que pudo haber hecho Morena hasta el momento para la democracia local.

Las justificaciones del ejecutivo estatal para contratar más deuda, nunca fueron suficientes, ni hubo documentos reales que acreditaran más sobredeuda. La presentación de un simple listado de obras en ejecución no fundamentaron la solicitud de deuda anticipada.

Por otro lado al revisar las líneas de crédito abiertas ya por el gobierno mexiquense, permiten establecer que algunas ni siquiera se han comprometido o usado al 100% y otras solo están ahí, disponibles, para cuando la administración estatal quiera disponer de esos fondos. Pero querían más.

Regresando al primer punto. Ese paquete del que hablamos, incluye por supuesto otras líneas de acción en las que el PRI y el gobierno actual tienen ventaja al tener bajo control, todo el aparato gubernamental, incluyendo los organismos autónomos y poderes, implicados en las distintas fases de la organización y calificación de elecciones.

La extraña salida de altos funcionarios del instituto electoral de Edomex, sin debate ni discusión ni anuncios previos al interior del IEEM, lavanta las sospechas naturales de que se prepara el terreno para el próximo fraude del tricolor del 2023, que de concretarlo obviamente no lo hará solo...

No hay otra razón para pensar lo contrario, al menos las autoridades del instituto no se han tomado la minima molestia para dar una explicación coherente. Al parecer solo acatan órdenes. Que terrible debe de ser estudiar y prepararse tanto, para no cambiar nunca nada...

Hasta en tanto en Edomex no se logre una auténtica transición y la entidad cuente con una clase política descontaminada de corrupción los mexiquenses tendrán el gobierno que merecen. ¿Difícil no?

Hasta la próxima