09 de agosto del 2023
Esta columna, es creada como un ejercicio de análisis y reflexión, aunado a dar pequeñas sugerencias sobre lo que puede ser cambiado o modificado con la sana intención de que las condiciones de vida mejoren para todos, pues recordemos que de la conducta de cada uno se van haciendo esos grandes cambios.
En México y en particular en el Estado de México y Ciudad de México, se han dejado de lado acciones que son necesarias para la sana convivencia de los ciudadanos y me refiero a aquellas que tienen que ver con la seguridad vial. Abordemos el punto desde varios enfoques.
Al extinguir a la Policía Federal de Caminos prácticamente en el año 2000, al ser formada la Policía Federal Preventiva, que posteriormente se le llamó Policía Federal, para posteriormente quedar en Guardia Nacional Actualmente; se dejó a la entonces Policía de Caminos como un Agrupamiento que comenzó a debilitarse per se, en sus funciones, al punto de quedar en puntos carreteros como módulos móviles de seguridad. Y actualmente es raro ver en una carretera alguna unidad que esté dando seguridad vial, es decir velando por la aplicación estricta del Reglamento de Tránsito.
En Ciudad de México y Estado de México casi paralelamente se crearon los agrupamientos de Control Vial, Tránsito, Vialidad, Seguridad Vial y dependiendo del nombre del funcionario a cargo la nomenclatura que mejor pareciera y estos a su vez se delegaron en los Cuerpos Preventivos Municipales de Seguridad Pública sucediendo exactamente lo mismo.
¿Qué sucedió? Derivado del hartazgo ciudadano por los actos de corrupción, se opto porque solamente Elementos Operativos Mujeres integraran estos Agrupamientos, con apoyo de Elementos Masculinos, pero solo se enfocaron en imponer multas e infracciones por estacionar en lugar prohibido, por tener vidrios polarizados, en apoyo a las contingencias ambientales y muy prontamente estos esfuerzos se vieron que fueron en vano. Causas muchas, tanto por Mandos al Vapor, como por desconocimiento de funciones y en algunos penosos casos por solicitudes de sus mismos superiores jerárquicos, se han convertido en un claro ejemplo de la corrupción en su máximo esplendor, puesto que solo se busca una aparente infracción, falla, o conductor descuidado para tener un ingreso indebido haya o no haya infracción, aunado a la ignorancia de conductores se gestó un elefante blanco que no cumple con sus atribuciones y que lejos de eficientar las labores viene a ralentizar más la tan necesaria Seguridad en Vialidades.
Aunado a esto que es de público conocimiento, se tiene que en el Estado de México y Ciudad de México, no se necesita prácticamente ningún requisito para obtener una licencia de conducir, lo que ocasiona que personas sin pericia, sin preparación y sin experiencia al mando de un vehículo automotor generen cada día un mayor número de percances que van desde choques ligeros hasta accidentes de severas consecuencias, con el consabido tráfico y sin abanderamiento de los elementos de los agrupamientos viales.
En ese orden de ideas también tenemos a los motociclistas, cuya existencia la dividiría en dos grandes grupos; aquellos que tienen motocicleta de trabajo y están en zonas urbanas y sub urbanas en las cuales como los automovilistas existen de todo, desde los repartidores, cobradores, trabajadores de oficina y quien gusta de los vehículos de dos ruedas que saben que deben usar un carril como cualquier automotor, hasta los que se meten entre carriles, juegan arrancones en plenas calles, se pasan semáforos, mantienen entre tres y hasta cuatro ocupantes por motocicleta y ocasionan caos.
Y tenemos a un segundo gran grupo que no solo es molesto sino altamente peligroso y esos son los que se juntan a hacer rodadas sin la mínima noción de seguridad, empatía y valoración de riesgo.
En la autopista Toluca – Ixtapan, de primera mano he visto motociclistas correr a más de 160 km por hora, presionando vehículos y carros familiares y de transporte de mercancías, generando un grave riesgo, para ellos que se nota no les importa, pero también para los demás usuarios pues un impacto de un bólido de esas características es de consecuencia mortal hasta para una camioneta tipo SUV e incluso para un camión ligero. Lo mismo sucede en la México- Cuernavaca de cuota, en la de Lagunas de Zempoala de por si ya riesgosa por su diseño, en la que conduce a Valle de Bravo, en la México – Toluca y en la México Pachuca sin olvidar la de Querétaro solo por mencionar algunas vías, ante la total inacción de la autoridad.
Aquí es donde por inexperiencia o simplemente por indolencia, no se activa un dispositivo que regule y sancione a los motociclistas y sus excesos, evitando con ello accidentes y víctimas inocentes, pues todo aquel que quiera correr o jugar arrancones existen los espacios para arrendarse y hacerlo con el equipo adecuado.
Necesitamos personal de experiencia que asuma este reto e implemente evaluaciones para obtener una Licencia de Conducir, para poner en la calle a Elementos de Seguridad Vial altamente capacitados, retomando el exitoso modelo de la extinta Federal de Caminos y regular los trabajos de mantenimiento a las carreteras y vías primarias de circulación.
Recordemos la Teoría de las ventanas rotas que dice:
“La teoría de las ventanas rotas, sostiene que los signos visibles de la delincuencia, el comportamiento antisocial y los disturbios civiles crean un entorno urbano que fomenta la delincuencia y el desorden, incluidos los delitos graves. La teoría sugiere que los métodos policiales que se centran en atacar los delitos menores, como el vandalismo, la vagancia, el consumo de alcohol en público, el cruce incorrecto de peatones, el desorden vehícular y la evasión de tarifas, ayudan a crear una atmósfera de orden y legalidad.
La teoría fue introducida en un artículo de 1982 por los científicos sociales James Q. Wilson y George L. Kelling1 y fue popularizada en la década de 1990 por el comisario de la policía de la ciudad de Nueva York William Bratton y el alcalde Rudolph Giuliani, cuyas políticas policiales se vieron influidas por la teoría.
La teoría de las ventanas rotas no debe ser tratada como "tolerancia cero" o "con fanatismo", sino como un método que requiere "una cuidadosa formación, directrices y supervisión" y una relación positiva con las comunidades, vinculándola así a la policía comunitaria”.
Es así que se nota urgente el retomar la seguridad vial en todos sus aspectos desde educación vial, requisitos para expedir licencias, concientización de automovilistas, ciclistas y motociclistas, adiestramiento de trabajadores que reparan carreteras, planeación de estas reparaciones, con la seriedad que se necesita por parte de los 3 órdenes de gobierno y la conciencia social de todos aquellos que tripulamos algún vehículo.
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Consultor en Temas de Seguridad, Normatividad, Administración y Control de Daños, Certificado por International Criminal Investigative Training Assistance Program, del Departamento de Justicia de U.S.A., como Instructor, Evaluador y Diseñador de Planes Programas de adiestramiento, 27 años de Experiencia en Procuración de Justicia, formado a través de la ciencia del Derecho, con experiencia en Seguridad Pública, Seguridad Nacional, Seguridad Regional LATAM y Seguridad Corporativa. Admirador del Ser Humano, fiel creyente que el amor es el motor más poderoso de la humanidad.
Un favor. Abracen fuerte a los suyos.
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Ese ya lo habían publicado