fbpx
Inminente entrada en vigor de Ley Atenco, publican sentencia
noviembre 13, 2017
Nombra CEN del PRI a José Manzur y Alfredo Torres delegados especiales en CDMX
noviembre 14, 2017

Cogito Ergo Sum

 

Estos son los independientes que van “por la grande”: Epílogo

DOBLE FILO

Cogito Ergo Sum


Por: Héctor Castañeda







Estos son los independientes que van "por la grande": Epílogo

Después de un mes de investigación (por supuesto, no fue un mes entero, tenía que redactar otras notas también), después de un par de cientos de horas buscando cada recoveco de información posible de la mayoría del ejército de independientes que se registró, terminé mi escrito, mismo que se puede consultar en este mismo portal.

Pudo haber sido una pérdida de tiempo para algunos, después de todo, de los 79 aspirantes, con un milagro, uno o dos llegaran a ver su nombre en las boletas electorales. Pero debo decir que aprendí muchísimo, de manera que las siguientes son conclusiones mías y sólo mías, ya desde la trinchera que es mi opinión.

En reiteradas ocasiones he comentado lo necesario que es que la clase política castigue con tal fuerza a los partidos políticos que simple y sencillamente el número de partidos en el poder sea, como mínimo escaso. Es un insulto colosal el que usen tanto dinero (nuestro dinero) solo para desacreditarse unos a otros. Miles de millones de pesos para propaganda y promesas que ninguno de ellos sabe que va a cumplir. Sólo un ciudadano que no se haya subido a una torre de marfil va a saber de qué adolecen los mexicanos.

¿Y qué tenemos para intentar gobernarnos? Ex partidistas. Queriendo enterrar su pasado y presentarse a sí mismos como “uno de nosotros”, por el simple hecho de no haber conseguido un puesto político. Empezando por el PRI, que tiene la mayor cantidad de “independientes”. Siguiendo con el PAN y PRD. Terminando con Morena y Social Demócrata. Zánganos, oportunistas e infiltrados. Muy pocos vienen realmente de una cepa ciudadana, de ninguna agrupación política.

Sin embargo, de entre los que no vienen de partidos llegué a toparme con candidatos completamente divorciados del sentido común y de la consciencia histórica. Hay uno que quiere volver al Porfiriato. Otro más que quiere ser, literalmente, un tlatoani. Dos veces tuve que repasar eso para asegurarme que no era alguna especie de broma.

Los hay también bienintencionados, aspirantes que quieren una representatividad de minorías. Hay un aspirante que quiere ser el primer presidente gay en un país tan homofóbico como este; hay otro más que quiere ser el primer presidente negro, en un país tan racista como este. Sin embargo, ni uno ni otro tiene propuestas integrales para llevar a cabo su administración, sólo encontré las intenciones de la mayoría de los independientes de ser mandatarios.

Y mucho ridículo, muchísimo.

Fue sorprendente la cantidad de excentricidades que encontré de varios de ellos, y una notoria ambición de poder de otros tantos. Si a cada uno de estos aspirantes le hubiesen puesto al azar alguna militancia en partido, lo habría creído sin chistar.

Eso me llevó a la conclusión más grande de todo ese trabajo especial: no es un mito que tenemos el gobierno que merecemos.

Los gobernantes, tristemente, son el reflejo de las filias y fobias que tenemos como ciudadanía. Desde broncos misóginos hasta “marychuys” vengativas. Desde militares con tendencias golpistas hasta abogados antisemitas. Desde periodistas explosivos hasta líderes de pequeñas agrupaciones que un día apoyan incondicionalmente al PRI y al otro pretenden hacer como que nada pasó. Y solo hablo de la superficie.

Claro que quiero un cambio político, un cambio de “régimen” (aunque me gustaría que no con esa acepción), pero tristemente me doy cuenta que nuestra mentalidad política, después de tantos años de convulsa historia, no ha madurado. No ha alcanzado ni la adolescencia.

Queremos todo rápido, con responsabilidad exclusiva de los gobernantes. Sólo queremos estirar la mano, o tener privilegios por encima de “los opresores”, si somos minorías. La noción de equidad y justicia social se ha degradado a ese punto. Recordemos que la última gran lucha armada que tuvimos para despojarnos de un añejo régimen, la revolución, trajo como consecuencia directa al PRI. Aún no hemos aprendido a tener la cabeza fría para quitar de manera efectiva a las élites. Sólo las hemos renovado.

Y es así como, en nuestra desesperación por los malos gobiernos, hemos terminado por creer ciegamente a cualquier persona que llegue a prometernos un país mejor. No vi demasiado separados a los independientes de cualquiera de las propuestas de López Obrador o del Frente Amplio. Margarita Zavala cree que en “dos pasos” va a poder eliminar un complejo entramado de corrupción más añejo que el país mismo, y en el que la línea que separa al crimen organizado del gobierno es extremadamente difusa, casi inexistente. Y eso solo por mencionar un ejemplo. Todos, absolutamente todos, independientes y partidistas, quieren llegar a la silla, pero no veo un plan bien trazado de qué harán una vez que lleguen ahí. Quizá por estrategia, quiero pensar.

Estos son los independientes que tuvimos. Necesitamos independientes, cada vez con más urgencia, pero definitivamente no necesitamos a la mayoría de estos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

cheap gucci belts gucci mens belts cheap tents